➡️ Para evitar que se seque el afluente, en un acto masivo, regresaron las piedras al Río Grande.
Carlos Abad | El Piñero
Oaxaca, México.– Este fin de semana más de trescientos indígenas chinantecos, entre hombres, mujeres, niños y adultos mayores, protestaron regresando las piedras al Río Grande, por lo que ellos llaman la devastación del hábitat, derivado de una obra que realiza la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Esta obra inició el pasado 3 de octubre del 2022, misma que fue realizada y proyectada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), denominada “Restitución del Barrote Natural con Protección Natural del Río Usila, a la altura de la localidad de San Felipe Usila, municipio de San Felipe Usila, Oaxaca”, por un monto de 9 millones 600 mil pesos, y tiempo de ejecución de 90 días naturales, mismos que terminaron el pasado 31 de diciembre.
“Han hecho daños irreversibles a la naturaleza, al río (…) los daños se ven a simple vista y a lo lejos, de que se metieron con las capas del río” expuso Rubén Rivera Roque; asimismo Marcelino Hernández Roque sentenció “estamos en desacuerdo porque está dañado o ya dañó el ecosistema, dañó el medio ambiente, dañó la ecología, y el primer daño fue al pueblo que no consultó sobre esta obra”.
Sin embargo el muro de contención del Río Grande no solamente no fue terminado en tiempo y forma, sino que de acuerdo a la población, la maquinaria provocó un daño irreversible con el derribo de árboles, devastación del camino y la sequía paulatina del afluente.
Por ello gran parte de la población indígena Chinanteca se indignó por la falta de consulta al pueblo “este muro estamos seguros que va a caer, así como cayeron los muros en el pasado, se cayeron los muros de Jericó, se ha caído el muro de Berlín y este también se va a caer, porque el pueblo quiere recuperar su río, nosotros no destruimos nuestros ríos, el gobierno lo hizo, el gobierno municipal no consultó al pueblo” dijo el licenciado Eleazar Benítez.
Actualmente muchas personas han quedado prácticamente incomunicadas, con accesos difíciles de caminar y es que es casi imposible bajar a bañarse, lavar ropa y comer el popular caldo de piedra a la orilla del afluente, como antes era característico. Y es que los indígenas Chinantecos refieren que el afluente se está secando por la acción del hombre.
“Aquí los únicos responsables que aceptaron esta obra son el presidente municipal y el diputado Federal Ángel Domínguez Escobar”, externó Soledad Inocente Isidro; y finalmente Natanael Azamar Martínez aseveró “queremos la revocación de mandato del Presidente y del Diputado Federal, porque en vez de apoyarnos, ni en tiempo de covid no hubo nada, ahorita se aparece porque hay bastante dinero, hemos recibido amenazas los que estamos al frente, y si nos pasa algo culpamos directamente al Diputado Ángel Domínguez Escobar y a Juan de Diós (presidente de Usila)”.