Alrededor de 1,3 millones de personas se encuentran en situación de emergencia humanitaria en el país.
Continúa la indignación tras un reportaje de la cadena de noticias CNN que mostró imágenes de una subasta de hombres en Trípoli, Libia. Se trata de personas de origen subsahariano, en su mayoría, que son secuestradas en su ruta hacia Europa. A pesar de que era un secreto a voces, ya que las organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado las torturas, malos tratos y trabajos forzados que sufren los migrantes retenidos en este país, las fotografías son sobrecogedoras.
Así, usuarios de las redes sociales han visto una clara relación entre la intervención internacional en la guerra civil en Libia, la deposición de Gaddafi y la situación actual:
Tras la intervención militar de la OTAN en 2011 en apoyo de los rebeldes que protestaban contra Muammar Gaddafi pidiendo avances democráticos del régimen, el país se ha sumido en el caos.
La deposición de Gaddafi fue seguida de un conflicto civil desde 2014 entre diferentes grupos que buscan el control de Libia, dando lugar a un Gobierno reconocido por Occidente con base en Trípoli, y otro Gobierno paralelo sostenido por militares.
En este contexto, las denuncias de violaciones de derechos fundamentales en el país no cesan, así como las referidas a la discriminación y los malos tratos a la población negra del país.
El año pasado, por ejemplo, Intermon Oxfam alertó en un informe que los migrantes retenidos en ese país a menudo sufren torturas, malos tratos y trabajos forzados.
También la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó el pasado mes de julio que la venta de seres humanos y la trata se estaban dando en escenarios de crisis, especialmente en Libia. No obstante, no tuvieron tanto eco como en esta ocasión.
130 millones para detener a los migrantes
Libia mantiene con la Unión Europea (UE) un acuerdo para frenar los flujos de migrantes y refugiados desde África. La cooperación con la guardia costera libia le cuesta a Europa 130 millones de euros: 120 para entrenar y dotar de equipamiento a su personal y 10,8 en concepto de ayuda humanitaria.
Estas cifras fueron acordadas tras la Cumbre de La Valeta, en Malta, el pasado 3 de febrero. Además, está prevista la financiación de centros de detención de inmigrantes en el país para “garantizar capacidad de acogida y condiciones adecuadas”.
También Italia tiene firmado un acuerdo bilateral con las autoridades libias, donde se compromete a proporcionar apoyo y financiación a regiones afectadas por la inmigración ilegal, además de soporte técnico a las autoridades costeras.
Mientras, en las redes se puede observar una mezcla de indignación y estupor:
Algunos futbolistas de origen africano también tuvieron su gesto de condena:
Algunas ONG como CEAR son especialmente críticas. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado considera que políticas como las defendidas en los acuerdos de la UE con Libia y con Turquía, lo único que pretenden es bloquear una ruta de entrada a Europa: “No atajan el problema, sino que causan más sufrimiento, más dolor y más muertes”. De esta manera, lo que se consigue es que los migrantes deban tomar rutas aún más peligrosas:
Cada día mueren 14 personas en el Mediterráneo.
Según la OIM más de 14.000 personas han muerto desde 2014 en el Mediterráneo intentando alcanzar costas europeas. Pero 2016 fue el año más mortífero, superando la cifra de 5.000 muertes, es decir, 14 diarias.
Aunque, según ACNUR, la llegada de refugiados desciende, el número de muertes no deja de incrementarse. Se debe a que se ha reducido el número de personas que intentan llegar a Grecia, que han decidido atravesar el mar hasta Italia, una ruta más peligrosa. En 2016, más de 180.000 migrantes llegaron a Italia, superando los 173.000 migrantes registrados en Grecia.
Para la Agencia de la ONU es necesario que los Estados “incrementen las vías legales de admisión de refugiados”, para que no haya tantas personas que tengan que arriesgar su vida o perderla tratando de escapar de guerras o conflictos en sus países de origen.
África protesta
Numerosos mandatarios africanos han levantado la voz para protestar contra la venta de seres humanos en el país vecino. Alpha Condé, presidente de la Unión Africana, pidió a los responsables libios que “mejoren las condiciones de detención de los inmigrantes” y afirmó que “estas prácticas de esclavización tienen que acabar”, informó el diario Expresso.
Por su parte, Burkina Faso ha retirado a su embajador en Libia, al igual que el Gobierno de Mali. Níger quiere que el tema sea tratado en la próxima cumbre entre la Unión Europea y la Unión Africana, que se celebrará el 29 y 30 de noviembre.
Sin embargo, la reacción más celebrada ha sido la de Ruanda, que ha ofrecido acoger a 30.000 inmigrantes ante situaciones de esclavitud en Libia. La ministra de Asuntos Exteriores ofreció apoyo logístico para los inmigrantes que deseen volver a sus países de origen y también acoger a quienes no quieran regresar, informó EFE.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres declaró sentirse “horrorizado” tras la emisión del reportaje.
1,3 millones de personas en situación de emergencia humanitaria en Libia
Según cálculos de la UE, alrededor de 1,3 millones de personas están en situación de emergencia humanitaria en Libia. El sistema de salud del país prácticamente ha desaparecido y la mayoría de las infraestructuras sanitarias no funcionan.
Hay 440.000 personas no desplazadas que necesitan ayuda, 241.000 desplazados internos, 196.000 retornados, 300.000 migrantes, refugiados y en busca de asilo. Los fondos que la UE ha destinado a ayuda humanitaria rozan los 30 millones de euros desde 2014, según la Comisión Europea. Las cifras contrastan con los 120 millones comprometidos solo para controlar el “flujo” migratorio.
Con información de actualidad.rt.com