Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Infierno migrante
Veracruz es el peor estado del país para el paso de migrantes de América Central, Honduras, Guatemala, Salvador y Nicaragua.
Veracruz, dijo el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, es un fosario de indocumentados.
Y al lado de la población jarocha sepultada en fosas clandestinas, también hay migrantes enterrados.
En el tiempo panista y priista, los policías estatales y municipales, los polleros, los malandros y hasta los elementos del Instituto de Migración, delegación Veracruz, fueron acusados de abusos y excesos del poder contra los ilegales.
Llegó un tiempo cuando, y por ejemplo, gran parte de los migrantes tomaron camino por otras entidades federativas para llegar a la frontera norte.
Incluso, cuando en el mes de diciembre, 2018, unos migrantes de Guatemala fueron emboscados en los límites de Isla y Rodríguez Clara (una mujer asesinada y cuatro personas heridas, entre ellas, un menor), el alcalde de Isla y el secretario General de Gobierno debatieron en la cañería pública.
“El dos de palacio”, asegurando que los malandros fueron policías municipales de Isla.
Y el edil de Isla revirando que fueron los polleros.
Al momento, el asesinato en la impunidad con todo y el silencio del cónsul de El Salvador en Veracruz.
Ahora…está peor.
DOS. Policía represiva y delegado silenciado
Y está peor por lo siguiente:
El gobierno de Veracruz tiene a la Policía Auxiliar y Bancaria… que suele alquilar sus servicios.
Y se la alquila a la concesionaria Ferrosur desde la entrada en el sur de Veracruz hasta el centro del estado, la salida, para vigilar, más que a los malosos, a los migrantes, y evitar suban al tren de carga, conocido como “La bestia”.
Y hacia el fin de semana, más de cuatrocientos migrantes estaban varados en las inmediaciones de la colonia Modelo, de Río Blanco, porque el IPAX impide a todos ellos seguir utilizando a “La bestia” para caminar en su utopía a Estados Unidos.
¡Ah, sorpresas que da la vida!
El delegado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Manuel Antonio Sánchez Hernández, justificó a la Policía Auxiliar y Bancaria asegurando, primero, que ellos trabajan para proteger a la población, y segundo, que si bloquearon a los migrantes para subir a “La bestia”… fue porque el tren va en movimiento y arriesgan la vida.
Caray, se ignora el origen del señor delegado, pero toda la vida, desde 450 años antes de Cristo, así, igualito, los migrantes han trepado al ferrocarril de carga.
Incluso, documentado está, por si dudara, en las películas.
Y en contraparte, el silencio del delegado federal de Migración, el sociólogo y políglota, el fidelista y duartista, ex priista, ex panista, ex perredista, Edgar González Suárez.
Ni una palabra. Como si fuera un cero a la izquierda. En el limbo. Tramposo quizá para evitarse rasgaduras con la Cuitlalandia.
TRES. Pa´joderse todos…
El IPAX del gobierno de Veracruz, gobierno de izquierda, sexenio de AMLO en Veracruz, en contra de los migrantes.
Ferrosur paga y el IPAX agrede, somete, veja, humilla, menosprecia.
En doble discurso, “Las Patronas”, las señoras de Amatlán que desde hace unos 25 años regalan despensas alimenticias a los migrantes a su paso por el pueblo, fueron premiadas en la LXV Legislatura.
Y AMLO, ofreciendo chamba a los migrantes, por ejemplo, sembrando árboles frutales, con un sueldo mensual de 6 mil pesos y otorgando permisos humanitarios para permanecer en el país.
La policía del IPAX, represiva, a cambio de unas monedas.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos, validando la represión.
Y el delegado federal de Migración, callado.