Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz, 20 de febrero de 2017.-1 El cochinero de Javier Duarte con el saqueo llegó, según parece, a todas las secretarías y direcciones del gabinete legal y ampliado.
Todo, pues, y de acuerdo con la Auditoría superior de la Federación, ASF, que el prófugo de la justicia tocaba… lo corrompía.
Por ejemplo, el caso de “los aviadores” en la secretaría de Educación, SEV.
De entrada, la mayoría afiliados a las secciones 32 y 56 del SNTE.
Luego enseguida, el estado de Veracruz en el primer lugar de los ilícitos, irregularidades y anomalías.
De inmediato, en los estados de Veracruz, Coahuila, Oaxaca, Sonora, México, Chiapas y Jalisco, más de 22 mil “aviadores que durante el año 2015 cobraron un salario sin impartir clases en las escuelas primarias.
Y por supuesto, con la anuencia del titular de la SEV, y al mismo tiempo, del góber tuitero, aquel que gritaba al mundo que “aquí, no pasa nada” y que, además, tenía “las manos limpias, la frente en alto y la conciencia tranquila”.
Unos, en comisión sindical.
Otros, con licencia sindical.
Otros más, en comisiones no educativas.
Y otros más, profesores que nadie conocía ni identificaba en una plaza o espacio laboral.
En total, el Auditor detectó en la Cuenta Pública del año 2015, el penúltimo de Javier Duarte, que el dinerito desviado en siete entidades, incluida Veracruz, llegó a tres mil 98 millones de pesos.
Todo, en “aviadores”.
La Fundación “Mexicanos Primero” lo resumió de la siguiente manera:
“Es claro que los gobernadores engañaron a la Federación”… pero, bueno, ¿puede engañarse al gobierno central, con todo y los controles?
La Fundación “Mexicanos Primero” es la mismita que reprochara a Adolfo Mota Hernández, entonces titular de la SEV, diputado federal por segunda ocasión, protegido del senador Emilio Gamboa Patrón, que el dinero desviado ascendía a más de seis mil millones de pesos.
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Cosas, ironías y contradicciones de la vida pública que expresan, además, que en política lo más importante son los arreglos, los pactos, los acuerdos y las negociones en lo oscurito:
El góber azul agarró como piñata los más de dos mil “aviadores” en la secretaría de Educación.
Luego, el titular de la SEV, Enrique Pérez Rodríguez, tomó el palo y siguió dando manotazos con la misma cantaleta.
Un día, de pronto, zas, ocurrió un milagro: la yunicidad se olvidó de “los aviadores” en la secretaría de Educación.
Se ignora si por algún pacto con Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien fue contemporáneo de Miguel Ángel Yunes Linares como diputados locales.
Se ignora si porque Adolfo Mota despepitó todo lo que sabe, incluídos documentos, grabaciones y papelitos en contra de Javier Duarte.
Se ignora si porque el senador Emilio Gamboa pidió al góber azul fue generoso con Motita.
Se ignora si porque Motita, por ejemplo, entregó su departamentito de lujo en un edificio de veinte pisos en Boca del Río frente al Golfo de México a la yunicidad para olvidar pendientes que pudieran, digamos, llevar sus huesos al penal de Pacho Viejo.
El caso es que la yunicidad, muy echada pa’lante, olvidó ya, ya, ya el tema de “los aviadores”, tan grave, porque, además, está claro que la Real Fuerza Aérea del duartazgo estaba como cáncer en el cuerpo gubernamental.
Ahora, no obstante, la Auditoría Superior de la Federación sigue abriendo la caja de Pandora y todos los males del duartazgo afloran para intranquilizar a las buenas conciencias.
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Un panista, que no es Germán Yescas ni tampoco Pepe Mancha, dice que el Yunes azul tiene un par de identidades, como es la siguiente: en público se lanza a la yugular en contra de sus enemigos y adversarios, y en privado, se arregla con ellos.
Se ignora si así es.
Pero resulta extraño y raro, indicativo y significativo al mismo tiempo, que el asunto de “los aviadores” se haya dejado, quizá mera percepción ciudadana, en el limbo.
Y más ahora cuando la yunicidad ha solicitado al gabinete legal y ampliado un informe de los 80 días del panismo en la gubernatura para incluir los avances en el festejo de los primeros cien días.
Unos dicen que nuevos “aviadores” entraron al relevo.
Además, que el despido del persona llegó a unos diez mil burócratas para aprovechar tales espacios con las legiones del PAN y del PRD, y los simpatizantes, y más ahora con la elección de los 212 alcaldes y 3,500 síndicos y regidores.
Y más todavía, con el séquito de asesores y barbies incorporadas a la nómina, como el caso de las 17 ladies en el Instituto de Pensiones, como si fuera una casa de modelos.
Tan sólo con los más de dos mil “aviadores” en la SEV el titular tiene un pendiente imborrable como es, además del despido, la lista negra de todos y cada uno de ellos.
Y de acuerdo con la tónica de que los duartistas “han de devolver el dinero robado”, si “los aviadores” cobraban sin trabajar, entonces, están obligados, según la ley, a enterar el importe de los seis años que “ordeñaron la vaca”.
“El simple borrón y cuenta nueva” evidenciaría por completo al góber azul, autodeclarado el paladín de la ley y la justicia, el azote de la corrupción, el implacable e impecable apologista de la rendición de cuentas.
Con todo y pactos en lo oscurito…