- Todos contra el aborto
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: En el sur de Veracruz ha comenzado la insurgencia católica. La Diócesis de Coatzacoalcos inició la colecta de firmas en todas las iglesias para, digamos, llevar a consulta el aborto, y oponerse a la despenalización, planteada ya en la LXIV Legislatura por una diputada local de MORENA. Además, claro, de que otra diputada del PAN interpuso una iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario, dos temas públicos ríspidos en la relación Iglesia, Estado, activistas y población.
Basado en su fuerza religiosa, y en nombre de Dios, la iglesia auspicia la consulta popular, una de los instrumentos democráticos (con el plebiscito y el referéndum) aprobados en el sexenio de Miguel Alemán Velasco.
Así, y de entrada, los sacerdotes, los Obispos y el Arzobispo llevan las de ganar. Bastaría recordar que en el siglo pasado estaba prohibido en las redacciones de los periódicos hablar mal del presidente de la república y del Ejército y evidenciar la existencia de Dios y la Virgen María y meterse con los ministros del más allá.
Además, ningún pueblo en el continente latinoamericano es tan religioso y fervoroso como el azteca.
Y por añadidura, si la iglesia fue el otro gran poder terrenal en la época colonial, ahora, de igual manera.
Por ejemplo, en cada campaña presidencial, los candidatos, sobre todo del PRI y el PAN, se reúnen en corto y en privado con los ministros de Dios y se ponen a sus órdenes de manera recíproca.
En su tiempo como jefe de Gobierno en la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, jamás dio el visto bueno para despenalizar el aborto. Siempre se hizo tonto. Mejor dicho, jugó con cálculo político, temeroso quizá que así como la iglesia amenazó con la excomunión a Rubén Figueroa Alcocer como gobernador de Guerrero si despenalizaban el aborto, también a él.
El gobernante en turno, con el poder terrenal. La iglesia, con el poder religioso, el poder espiritual, el manejo de las conciencias en un pueblo católico.
Ninguna duda, entonces, de que si la iglesia lleva a consulta popular el aborto legal ganará la partida. Veinte y las malas.
PASAMANOS: La diócesis de Coatzacoalcos ya mostró el puño a la LXIV Legislatura, y por añadidura, al gobierno azul. Si despenalizan el aborto, entonces, la iglesia estará en contra de todos ellos.
La levantada de firmas tiene un nombre simbólico. “México por la vida”. Y la consulta popular a que están convocando un solo objetivo: incluir en las próximas elecciones federales a celebrarse el año entrante el tema del aborto para echar abajo la llamada “interrupción legal del embarazo”.
El desafío, entonces, doble. Aquí en Veracruz y en el país.
Los ministros de Dios jugando a las grandes ligas. Los cristeros del siglo pasado resucitando con mayor fuerza.
Y más, por lo siguiente: tan seguros están de su liderazgo social con los feligreses que la elite eclesiástica desea que en la elección federal 2018 cada ciudadano reciba una boleta adicional para contestar sobre si la vida ha de protegerse desde la concepción (La Jornada, Sayda Chiñas Córdova).
Por lo pronto, necesitan dos millones de firmas para avalar su petición ante el Congreso federal y los Congresos locales de cada entidad federativa.
Y si unos seis, siete, de cada diez ciudadanos en el país son católicos, entonces, ninguna duda existe de que lograrán el objetivo y con creces.
Al paso que van, dueños del poder espiritual, tarde o temprano se volverán propietarios del poder terrenal y los ministros de Dios podrán ser lanzados a un cargo de elección popular.
Desde que Carlos Salinas reconoció al Vaticano como un Estado soberano, autónomo e independiente, todo es posible.
CASCAJO: En las iglesias del sur de Veracruz los presbíteros levantan firmas para la consulta popular sobre el aborto.
Desde la homilía, en cada misa los sacerdotes convocan a los feligreses a expresarse, dando línea, por supuesto.
En el secreto de la confesión, una advertencia (con todo y penitencia) ha de ser que todos los pecados serán perdonados si votan por la consulta y si votan a favor ganarán indulgencias para entrar al reino de los cielos.
El chamán, que es tan escéptico, dice que las iniciativas de ley en el Congreso local serán archivadas. Ningún futuro les mira. La iglesia ya ganó la partida, pues ni modo de enfrentar a Dios.
La diputada de MORENA con sus seguidores ya podrá resignarse con su penalización del aborto y la legisladora del PAN y sus fans también ha de marcha atrás con su matrimonio igualitario.
Así, por un lado, Veracruz seguirá encabezando en el país el liderazgo en adolescentes embarazadas y en abortos clandestinos, y por el otro, las parejas homosexuales seguirán casándose en la Ciudad de México e interponiendo amparos en la Suprema Corte de Justicia de la nación para ver si ganan y pueden casarse en su pueblo jarocho.
Y más en el caso del PAN… que ha sido un partido político ligado a la iglesia.
Por eso, incluso, cuando el Foxismo, el secretario de Gobernación, José María Abascal, instaló una imagen de la Virgen de Guadalupe afuera de su despacho en el palacio de Bucareli y cada que llegaba y se retira de su oficina se detenía para persignarse, rezar unas oraciones y checar si la veladora estaba prendida.
Y Vicente Fox, por el contrario, inició el sexenio cargando el estandarte de la Virgen de Guadalupe, igual como el padre Miguel Hidalgo inició la guerra de Independencia.