Luis Velázquez /Malecón del Paseo
15 de enero de 2018
EMBARCADERO: ¡Pobres de las mujeres en México (y en el mundo)!… El machismo y la xenofobia y la segregación alcanzan dimensiones insospechadas… Por ejemplo, el Colegio Nacional, que aglutina, digamos, a “la inteligencia” del país (académicos, intelectuales, escritores, politólogos, sociólogos, antropólogos, científicos, científicos sociales, etcétera) ha tenido en su vida a ciento tres hombres y sólo, únicamente cuatro mujeres… Y eso que significan las mentes más lúcidas y brillantes (ajá) de la nación… Una vez más, entonces, queda demostrado que tener maestrías y doctorados, incluso, en universidades extranjeras, las más prestigiadas del mundo, en ningún momento te hace mejor persona, y que constituye el más alto título que ha de buscar siempre el ser humano… Tanto racismo hay en el Colegio Nacional que en la plataforma “Change.org” hay un movimiento para crear el Colegio Nacional de Mujeres, a tono, digamos, con el Instituto de la Mujer y/o las fundaciones para las mujeres… Está firmado, entre otras, por Elena Poniatowska y la exmagistrada Olga Sánchez Cordero, quien -por cierto- fue destapada por Andrés Manuel López Obrador como secretaria de Gobernación en caso de ganar en las urnas el boleto a Los Pinos…
ROMPEOLAS: De nada, entonces, valió la lucha libertaria de doña Josefa Ortiz de Domínguez en la guerra por la Independencia para que el honorable Colegio Nacional se abriera (y desde muchos años atrás) a las mujeres… Tampoco las miles de Adelitas que caminaron al lado de Pancho Villa en la revolución… Ni menos, mucho menos, las veintinueve esposas que tuviera Villa y con quienes solía casarse en la madrugada luego de una batalla y con las que procreara veintiocho hijos… Ni las mujeres que cada noche dormían con Emiliano Zapata, quien, de ñapa, entrara a la historia como un coleccionista de mujeres, bueno que era para la falda y la enagua… En el Colegio Nacional sólo han reproducido el famoso Club de Tobi del siglo pasado, la famosa caricatura tan consagrada en la historieta universal… Ahora, hacia el mes de febrero (el mes del amor, ajá), los machos del Colegio Nacional pondrán en la mesa la admisión de mujeres para modernizarse y ver si la mayoría está de acuerdo con sepultar “en el archivo de la historia” la discriminación y la sociedad machista y patriarcal que los ha caracterizado… Y lo peor, sin que ninguno de sus miembros se abriera a la pluralidad social y política y educativa y cultural dominante en el país y en el mundo… ¡Vaya misóginos!…
ASTILLEROS: De acuerdo con la estadística oficial hay en el país ciento veinte millones de mexicanos… Y de cada 10 mexicanos, seis son mujeres… Por eso, Enrique Peña Nieto lanzó, antes que el Colegio Nacional (y eso que el presidente sólo lee tres libros al año) la llamada “cuota de género que obliga a cada partido lanzar mujeres como candidatas en la mitad de los cargos públicos a disputarse en las urnas… El primero de julio, por ejemplo, estarán en la picota electoral 629 cargos federales, desde el presidente de la república hasta 500 diputados federales, más 129 senadores de la república… Más nueve gobernadores, más los diputados locales en cada entidad federativa… Y cada partido está obligado a postular a mujeres y hombres por partes iguales, de lo contrario, el Instituto Nacional Electoral sacará la guillotina y habrán de meter reversa… Quizá por eso mismo, y hasta apenas, apenitas ahora, el Colegio Nacional sopesa (¡vaya maravilla!) abrirse a las mujeres para ver si muchos años después hace justicia a la chilena Gabriela Magistral, quien fue la primer latinoamericana (entre mujeres y hombres) en ganar el Premio Nobel de Literatura y quien, por cierto, viviera en la hacienda de “El Lencero” de Xalapa…
ARRECIFES: El periódico “El Universal” (que espera la demanda por daño moral anunciada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares) puso en el carril mediático el tema del Colegio de México… El escritor Juan Villoro reconoció, por ejemplo, que “tenemos una sociedad absolutamente machista y patriarcal… Prácticamente todas las instituciones están dominadas por hombres”… Dijo que la UNAM, por ejemplo, nunca, jamás, ha tenido una rectora al frente… Y desde tal mirada, la Universidad Veracruzana con la doctora Sara Ladrón de Guevara es la primera en el país, de igual manera como, por ejemplo, en el sexenio de José López Portillo, Rosa Luz Alegría fue la primera secretaria de Estado y en el sexenio de Miguel de la Madrid, la poetisa Graciela Álvarez fue la primera gobernadora en la nación… Por eso, quizá, Juan Villoro dice que la marginación de las mujeres “es oprobioso. Es una cosa intolerable. Y esto se tiene que revertir”…
PLAZOLETA: Juan Villoro dice que la tendencia xenófoba tiene que cambiar… Y si hay posibilidades de cambiar “es como preguntarse qué tan fácil se puede cambiar la realidad” (Alida Piñón, El Universal, 10 de enero, 2017)… Y es que la mujer ha de tener espacios de equidad en todos lados… Por ejemplo, su gran lucha para decidir sobre su cuerpo y en donde se le han atravesado con mucha, demasiada fuerza política y social y religiosa tanto las elites eclesiásticas como las organizaciones llamadas de “Pro vida”, a tal grado que doblegan a los gobernadores y Congresos locales para descarrilar la legislación sobre el aborto, el matrimonio gay y la adopción de niños por parte de parejas de la diversidad sexual… Pero más allá del tema espinoso anterior, la mayoría de las empresas pagan sueldos más, mucho más bajos a las mujeres que hacen el mismo trabajo, y con más productividad y más creatividad y más responsabilidad que los hombres… Y si los gobernadores y alcaldes que llegan al poder privilegian a los hombres en cargos públicos, bastaría referir que en el gobierno de Veracruz hay más de seis mil mujeres burócratas con posgrados, incluso doctorados en universidades extranjeras, totalmente relegadas, sin una oportunidad laboral y profesional, social y política… El colmo imperdonable es que en el Colegio Nacional, la llamada inteligencia pura, los mejores de los mejores del país, ajá, el Club de Tobi domina y predomina… ¡Vaya posibilidad para la dignificación de la mujer!…