Editorial | Piñadero
Tuxtepec, Oaxaca. – Para todos los gobiernos el desempleo es uno de los grandes retos a vencer y en Tuxtepec el alcalde Irineo Molina trabaja para que se garanticen, se paguen bien y se traduzcan en beneficio para las familias que tanto lo anhelan. Quien diga lo contrario, estaría mintiendo.
Habrá que reconocer que Irineo está combatiendo el desempleo, ese que ha orillado a miles de tuxtepecanos a buscar el progreso fuera de la “Tierra del Bienestar”, a sabiendas de los peligros que hoy se traducen en infortunios, como el de los hermanos Édgar y Carlos Mendoza que murieron intentando cruzar el desierto de Arizona para alcanzar el “sueño americano” en los Estados Unidos.
Conocedor de la preocupante situación que prevalece en la segunda ciudad más importante del estado, Irineo no solo ha buscado la manera de que los trabajos relativos a su administración se faciliten a las familias de Tuxtepec sino también a aquellas que provienen de municipios vecinos, tal y como el presidente Obrador lo hace llevando programas federales a países como El Salvador, Guatemala y Honduras.
Por eso en el Ayuntamiento Municipal se puede ver trabajando a funcionarios provenientes de municipios como Loma Bonita, Valle Nacional y Chiltepec, de donde es originario el alcalde. Y aunque han existido inconformidades por relegar a Tuxtepecanos, la política “Molinista” se mantiene y sigue abriendo más espacios, incluso para su familia, sí, su familia.
Y aquí es donde el discurso se quiebra, donde se expone ante el pueblo que, lejos de buscar el bienestar, se prioriza y se engorda el patrimonio familiar, donde las hermanas, sin cargos públicos, cobran ejerciendo el poder, realizando actividades administrativas y construyendo un padrón electoral que sirva para futuras misiones políticas de su hermano Irineo.
Son Amalia y Griselda Molina Espinoza a quienes se les observa desempeñando tareas gubernamentales sin saber qué servicios prestan y cuánto cobran por ellos. No hay que ser analista ni avezado en cuestiones políticas para saber que lo que florece es muy parecido al nepotismo, la gloria familiar que goza de las bondades del dinero público y que quita el pan a otras familias que verdaderamente lo necesitan.
Apenas este viernes fueron sorprendidas entregando despensas a cambio de credenciales de elector. Y lo hicieron frente al palacio municipal, junto a su hermano Irineo y regidores, realizando, pues, una fina operación electoral disfrazada de celebración del “Día del Taxista”.
Mientras Irineo se lanza con reglamento en mano contra aquellos que viven de la pepena, su nepotismo alcanza “la plenitud del pinche poder”. Mientras Obrador dice haber hecho de lado a su familia para gobernar, Irineo ha ordenado a sus hermanas operar los recursos públicos. Mientras muchos tuxtepecanos se siguen yendo de la “Tierra del Bienestar”, Irineo consolida su patrimonio familiar, su transformación económica, política y social.
“Tiempos de Bienestar Familiar”