Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- En este triste capítulo de nuestra realidad, Juan Pablo Chávez Zavaleta, Coordinador Jurídico del Comité Regional de Derechos Humanos Mahatma Gandhi, levanta su voz para denunciar la persistencia de casos de violaciones sexuales que aquejan a nuestras mujeres. Más desgarrador aún, señala que la mayoría de estos actos atroces se perpetran contra menores de edad, y en gran parte de ellos, por aquellos que deberían ser sus protectores: sus propios familiares.
Chávez Zavaleta compartió sus reflexiones con el periodista Sergio Vázquez del medio Tvbus desde la asociación que representa y desde el Ministerio Público, donde lamenta la existencia de denuncias que, en demasiadas ocasiones, son ignoradas o desvirtuadas en su proceso. La triste realidad que nos relata revela la vulnerabilidad de nuestras mujeres y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Durante el año 2023, en este distrito, se tuvo conocimiento de ocho dolorosos casos de violación sexual. Un número alarmante, donde destaca el municipio de Jalapa de Díaz como uno de los epicentros de tan horrendo delito. Más impactante aún es el dato compartido por Chávez Zavaleta: en el 86% de estos casos, la mujer fue víctima de un familiar cercano, desde el padre hasta el primo o algún vecino. Un oscuro panorama que se refleja también en las estadísticas del Centro de Rehabilitación Social de Tuxtepec, donde el 85% de los reclusos ingresaron por violación cometida contra la prima, la tía, la hermana o, lo que es más abominable, la hija.
Este cruel flagelo no distingue ni respeta usos y costumbres. En comunidades regidas por prácticas arcaicas, como la venta de hijas para contraer matrimonio, la vulnerabilidad de las mujeres se ve exacerbada, permitiendo que el comprador, a menudo de mayor edad, perpetre abusos.
Chávez Zavaleta hace un llamado urgente a la conciencia ciudadana, instando a la población a involucrarse más en estas situaciones. La empatía, señala, ha sido escasa hacia quienes han sufrido agresiones sexuales, y la lucha contra este flagelo solo cobra fuerza cuando toca de cerca. Un llamado a prevenir, a actuar antes de que el sufrimiento llegue a nuestros hogares.
Para contrarrestar esta oscura realidad, el Coordinador Jurídico propone un antídoto: una verdadera comunicación familiar. En un mundo donde las redes sociales amplifican la violencia de género, donde los agresores se escudan detrás de perfiles en línea, la unidad familiar emerge como un bastión esencial para prevenir la tragedia.