Jaime GUERRERO
Oaxaca.-Cerca de 45 jornaleros migrantes de Oaxaca vivían en condiciones de esclavización en Rancho Constitución, ubicado en Baja California. Las personas se encontraban hacinadas en insalubres cuartos de lámina, con una paga mínima de 4 pesos por bote de y sin seguridad social.
Por las condiciones infrahumanas solicitaron a la parte patronal mejorar la paga, pero además de la negativa recibieron amenazas e insultos.
En la víspera, vía telefónica, denunciaron que con engaños fueron trasladados de San Quintín hacia Ciudad Constitución en donde trabajaban por cuatro pesos la recolección por bote de frutos y verduras , la mitad de lo que en promedio se gana por estas actividades agrícolas.
“Nos dijeron que fuéramos a quejarnos, pero no nos animamos porque los patrones tienen dinero y tienen comprada a la autoridad, no nos van a hacer caso. Estos ranchos no tienen ni condiciones ni seguro, entonces no nos van a hacer caso y nos arriesgamos a que nos maten”, indicó en el anonimato una de las personas afectadas.
A través de fotografías probaron las condiciones ínfimas en las que vivían en galeras con colchones viejos, en algunos casos empotrados sobre cajas de plásticos sólo para no estar a ras de piso. En otros casos las habitaciones sólo son carpas y paredes armadas de huacales de madera y recubierta por plástico. Los sanitarios son baños portátiles carentes de toda higiene.
Tras el llamado a las autoridades en Oaxaca para que intervinieran y regresar a San Quintín, ya que debido a la falta de recursos no pueden pagar el traslado, el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, no intervino, justificando que no solicitaron el apoyo de manera formal y correspondía al Servicio Estatal de Empleo.
Actualmente, los jornaleros agrícolas, ya radican en San Quintín, al tomar la propia decisión de abandonar los campos agrícolas de Rancho Constitución.
En común que mujeres, hombres y hasta niños y niñas que viajan a los campos de cultivo como jornaleros se encuentran en riesgo constante debido a que ahora las empresas están reclutando sin la supervisión de las autoridades debido a la desaparición del programa Jornaleros Agrícolas.
Cada año, en promedio 2 mil jornaleros agrícolas de origen oaxaqueño viajan al norte del país a los campos de cultivo. Con los recortes realizados por el gobierno federal, ya no cuentan con recursos para para su traslado ni para enfrentar los primeros días de trabajo en tanto llega la primera paga.