Jaime GUERRERO | El Piñero
Este jueves, la jueza Teresa Quevedo Sánchez, dictó sentencias individuales por la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu Cruz y por cuyo crimen fue encontrada culpable la ex presidenta de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, sin embargo, el delito fue reclasificado y de enfrentar una pena de hasta 60 años, la ex edil, sólo pasará como cuatro años dos meses en prisión.
Por la mañana, durante la conferencia matutina que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, exhibió las intenciones de la jueza a cargo del caso de la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu.
Claudia Uruchurtu es una activista que, documentó y denunció una serie de malversaciones de recursos y abusos de autoridad de Lizbeth Victoria Huerta y posterior a una protesta frente a palacio municipal, fue desaparecida por órdenes de la munícipe morenista. Desde entonces la familia sigue sin conocer su paradero.
Por ese crimen, la tarde de este jueves, la jueza Quevedo Sánchez dictó una sentencia de 60 años de cárcel para Juan Antonio Hernández Martínez, escolta de la edil, en su calidad de autor material.
En su calidad de participes del crimen, Nelci Yanet Vásquez Jiménez y Rolando Aquino Barrita fueron condenados a 40 años de cárcel cada uno.
Sin embargo, la jueza decidió reclasificar el crimen de Victoria Huerta y en lugar de considerarla participa de la desaparición forzada, fue sentenciada por el delito de obstrucción en la búsqueda de Claudia, que se castiga con una pena de dos a cuatro años de prisión.
“Es claro que tanto la jueza Ma. Teresa Quevedo Sánchez como el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, Eduardo Pinacho Sánchez, han sucumbido a otros intereses y han desvirtuado, una vez más, el significado de la justicia y la verdad. Seguiremos luchando a través de los recursos legales a los cuales tenemos derecho”, señaló la familia Uruchurtu Cruz tras conocer la sentencia.
En un comunicado, la familia de la activista, recalcó que la prioridad sigue siendo encontrar a Claudia.
Para ello, seguirán trabajando con las instituciones, darán seguimiento a las denuncias hechas por Claudia que han resultado en una serie de auditorías y sanciones consecuentes por la corrupción en la administración del municipio de Asuncion Nochixtlan durante el periodo que Lizbeth Victoria Huerta fue edil del municipio.
La mejor forma de mantener viva la lucha de Claudia es la continuidad de su labor, ahora todas somos defensoras de derechos humanos y vamos contra la corrupción e impunidad, todas somos Claudia, destacó la familia.
De paso, agradecieron a todos y todas quienes los han acompañado en y en solidaridad seguiran trabajando con los colectivos y colectivas peleando por verdad y justicia en Oaxaca.
Los consanguíneos de Uruchurtu, hicieron una mención especial a las autoridades federales que han conocido del caso, al Presidente López Obrador, le reconocieron su determinación por combatir la corrupción e impunidad en el país. “Hasta que la justicia se haga costumbre”.
“Para los perpetradores, no impedirán que la lucha de Claudia termine, se ha sembrado una semilla y estamos seguras que habrán más Claudias, en Nochixtlán, Oaxaca y en el mundo”, plasmaron en el comunicado.
Por la mañana, Mejía Berdeja, exhibió las intenciones de la jueza a cargo del caso de la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu.
El funcionario señaló que intentaba cambiar el delito de desaparición forzada a desaparición de personas, para reducir la condena a la exedil morenista.
Antes de la sentencia, la familia de Claudia ya había denunciado las intenciones de la jueza, quien aplazó la audiencia por dos ocasiones.
Además, previamente la familia había expresado su temor de que existieran intromisiones políticas en el caso, lo anterior dado que Lizbeth Victoria Huerta es cercana al actual gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, a quien acusaron de personalmente negar que Claudia fuera víctima de desaparición forzada.