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La Amazonia ardiendo, ¿era plan de Bolsonaro? Un PowerPoint revela que probablemente sí

El Piñero


*En febrero de este año, los ministros Gustavo Bebianno (Secretaría General de la Presidencia), Ricardo Salles (Medio Ambiente) y Damares Alves (Mujer, Familia y Derechos Humanos) viajaron a Tiriós (Pará) para discutir con líderes locales la construcción de un puente sobre el Río Amazonas en la ciudad de Óbidos, una hidroeléctrica en Oriximiná y la extensión de la carretera BR-163 hasta la frontera de Surinam.

Durante la reunión, los ministros usaron una presentación PowerPoint que detallaba los trabajos anunciados por el Gobierno de Bolsonaro para la región que no dejan lugar para la interpretación. En la proyección, está claro que habitar la región amazónica es importante para que no se puedan desarrollar proyectos de preservación.

Por Manuella Libardi

Ciudad de México, 22 de agosto (OpenDemocracy).– El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, admitió este jueves que no tiene pruebas para acusar a las ONG’s por los incendios que devastan parte de la Amazonia, pero reiteró que ellas son las “mayores sospechosas” por el desastre causado por la sequía, las altas temperaturas y también por la deforestación.

“Pueden ser hacendados también, todo el mundo es sospechoso, pero la mayor sospecha viene de las ONG”, afirmó Bolsonaro a periodistas cuando salía del Palacio da Alvorada, la residencia presidencial.

Mientras que personajes de diversos ámbitos, como el actor Leonardo DiCaprio, y los cantantes Camila Cabello y J. Balvin se han unido al siguiente mensaje: “Es terrorífico pensar que el Amazonas, que es la selva tropical más grande del planeta generando el 20 por ciento del oxígeno de la Tierra, básicamente los pulmones del mundo, lleve quemándose 16 días y literalmente no haya medios de comunicación cubriendo la noticia. ¿Por qué?”.

Y justo este día, Open Democracy tuvo acceso a PowerPoints usados en una reunión de este año en Pará, entre miembros del Gobierno de Bolsonaro. Las diapositivas muestran que el Gobierno actual pretende utilizar el discurso de odio del Presidente para disminuir el poder de las minorías que viven en la región e implementar proyectos depredadores que podrían tener un impacto ambiental devastador para el Amazonas.

El Gobierno de Bolsonaro tiene como una de sus prioridades habitar la región amazónica para evitar la implementación de proyectos multilaterales de protección forestal, específicamente el proyecto llamado “Triple A”.

“Hay que implementar el Calha Norte sobre la cuenca del Amazonas e integrarlo al resto del territorio nacional, para hacer frente a las presiones internacionales por la implantación del proyecto denominado ‘Triple A’. Para ello, es necesaria la construcción de la hidroeléctrica del río Trombetas, el puente de Óbidos sobre el río Amazonas y la implementación de la carretera BR 163 hasta la frontera con Surinam”, dice una diapositiva de la presentación.

En febrero de este año, los ministros Gustavo Bebianno (Secretaría General de la Presidencia), Ricardo Salles (Medio Ambiente) y Damares Alves (Mujer, Familia y Derechos Humanos) viajaron a Tiriós (Pará) para discutir con líderes locales la construcción de un puente sobre el Río Amazonas en la ciudad de Óbidos, una hidroeléctrica en Oriximiná y la extensión de la carretera BR-163 hasta la frontera de Surinam.

Durante la reunión, los ministros usaron una presentación PowerPoint que detallaba los trabajos anunciados por el Gobierno de Bolsonaro para la región que no dejan lugar para la interpretación. En la proyección, está claro que habitar la región amazónica es importante para que no se puedan desarrollar proyectos de preservación.

La diapositiva es clara. La estrategia, antes de que se desarrollen los proyectos predatorios, empieza con el discurso. El discurso de odio de Bolsonaro ya indica que el plan está funcionando. El Amazonas está en llamas. Ha estado en llamas por tres semanas y ni siquiera los que viven en Brasil lo sabían. Gracias a los esfuerzos de las comunidades locales con la ayuda de las redes sociales, la realidad finalmente se está viralizando.

La reacción de los internautas no es sensacionalismo. Brasil tuvo 72 mil brotes de incendios sólo este año, la mitad de los cuales ocurren en el Amazonas. El Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) informó que sus datos satelitales mostraron un aumento de 84 por ciento durante el mismo periodo de 2018.

Atacar a Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) es parte de la estrategia del Gobierno de Bolsonaro para el Amazonas. Según otra diapositiva de la presentación gubernamental, existe actualmente una campaña globalista que “relativiza la Soberanía Nacional en la Cuenca Amazónica”, usando una combinación de presión internacional y también de lo que denomina “opresión psicológica” tanto externa como interna.

Esa campaña moviliza a ONG’s ambientalistas e indigenistas, además de los medios, para ejercer presiones diplomáticas y económicas. Implica también a las minorías indígenas y quilombolas para que actúen con el apoyo de instituciones públicas a nivel federal, estatal y municipal. El resultado de este movimiento, aseguran en la presentación, restringe “la libertad de acción del Gobierno”.

Por lo tanto, no es sorprendente que la respuesta de Bolsonaro a los incendios se presente en forma de un ataque contra las ONG. El miércoles, Bolsonaro dijo que creía que las organizaciones no gubernamentales podrían estar detrás de los incendios como una táctica para generar atención negativa para su Gobierno.

Bolsonaro no citó nombres de ONG y, cuando se le preguntó si tenía evidencia de las acusaciones, dijo que no había registros escritos de las sospechas. Según el presidente, las ONG pueden estar tomando represalias contra los recortes presupuestarios de su Gobierno. Su Gobierno recortó el 40 por ciento de las transferencias internacionales a organizaciones, dijo al salir del Palacio de la Alborada el miércoles.

“Entonces puede haber, sí, puede haber una acción criminal de estas ONG para llamar la atención contra mí, contra el Gobierno de Brasil”, afirmó Bolsonaro.

Por lo tanto, parte de la estrategia del Gobierno de burlar esa campaña globalista es devaluar la relevancia y las voces de las minorías que viven en la región y transformarlas en enemigos. Entre las tácticas citadas en el documento está la de redefinir los paradigmas del indigenismo, quilombolismo y ambientalismo a través de las lentes del liberalismo y conservadurismo basadas en las teorías realistas. Esas son, según una diapositiva, “las nuevas esperanzas para la Patria: ¡Brasil por encima de todo!”.

-Con información de EFE

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