Luis Velázquez | Escenarios
06 de mayo de 2021
UNO. Cárdenas y AMLO
López Obrador es una revoltura de héroes patrióticos. Quiere, sueña, parecerse a Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas.
Pero a quien más se parece es a Cárdenas, o está más cerca, dice el historiador Lorenzo Meyer, padre del secretario de Desarrollo Urbano de la 4T.
Y, bueno, hay muchas coincidencias y semejanzas, pero también, disonancias, como por ejemplo, a diferencia del Tata, López Obrador es terco, tozudo, obstinado y necio, como él mismo se ha definido y como, en todo caso, también lo fue Cárdenas, entre otros asuntitos, por su firmeza en la expropiación petrolera pues tenía en contra a parte del gabinete.
DOS. La fuerza presidencial
El Colegio de México, con don Daniel Cosío Villegas de director general, publicó la Historia de la Revolución Mexicana, un total de veintitrés tomos donde participaron más de treinta historiadores y escritores.
Un libro se llama “los días del presidente Cárdenas”, escrito por Luis González, el maestro, entre tantos otros, de Enrique Krauze, el historiador tan cuestionado y evidenciado por la 4T.
El libro inicia con un epígrafe que retrata a López Obrador de manera concreta, precisa y maciza, frase pronunciada por Lázaro Cárdenas en 1934 en su discurso de toma de posesión:
“Una sola fuerza política debe sobresalir: la del Presidente de la República”.
TRES. De pueblo en pueblo
Desde las primeras páginas está la analogía entre Cárdenas y López Obrador. Por ejemplo:
Cárdenas anduvo de “pueblo en pueblo para informarse de los decires del vecindario y ejercer cada una de las funciones de cada uno de los burócratas”.
Igual, López Obrador.
CUATRO. Mañaneras de Cárdenas
En el discurso de toma de posesión, Cárdenas anunció que “estableceré una hora fija diariamente para que, mediante el radio o un hilo telegráfico directo a las dependencias presidenciales, me dirijan los ciudadanos o las agrupaciones sus quejas, sus necesidades, sus conflictos”.
López Obrador con sus mañaneras.
Cárdenas “no quiso gobernar con sus colegas (los militares) ni tampoco con los viejos” y “se rodeó de jóvenes ambiciosos, trabajadores y sin los arrestos destructivos de la generación revolucionaria”.
López Obrador, con su gabinete donde una parte, cierto, son y fueron viejos, pues varios se han ido. Y otra parte, jóvenes. Y otra, mujeres.
CINCO. Sabiduría popular
Cárdenas habló en su debut presidencial de “los nuevos adanes o evas y para quienes tuvo fórmulas de felicidad”.
López Obrador, igual, igualito, con el ejército incalculable de pobres, declarados Siervos de la Nación, a muchos de los cuales encumbrara como diputados por la vía de “La tómbola”, para lo que basta jugar a la rueda de la fortuna y sacarse el premio mayor de la Lotería Nacional Política o el Melate político.
Desde un principio, Cárdenas recurrió a frases populacheras para definir el estilo personal de ejercer el poder y gobernar. Una de las primeras frases fue la siguiente. “Todos parejos o todos chipotudos”.
SEIS. El Tata Lázaro
Desde el inicio, Cárdenas se manifestó como “el padre de los pobres”. El Tata Lázaro. El Vasco (de Quiroga) Cárdenas… “que como primer regalo les entregaría la administración municipal… la más pequeña de nuestras administraciones políticas, pero también la mejor, aprender a mandar o a no dejarse mandar”.
Igual, igualito que López Obrador.
A Cárdenas llamaban la Esfinge de Jiquilpan porque era enigmático en la tarea de gobernar.
Durante mucho tiempo, López Obrador fue llamado “El rayito de esperanza” por los jodidos.
Los jodidos de Cárdenas. Los jodidos de López Obrador.