Luis Velázquez Malecón del Paseo
31 de enero de 2018
EMBARCADERO: Hay una felicidad que nunca podrá comprarse con dinero… Y que está abierta a todos… Es la felicidad, por ejemplo, que viene de mirar y admirar y sentir y gozar la noche, las estrellas, las luces refulgentes, los ruidos del silencio, la luna, las nubes congeladas, el viento tibio y frío, el aire, el cielo y la tierra, la lluvia y las tonalidades del cielo, pues un color hay, digamos, a las 10 de la noche y otro a las 2, 3 de la mañana y otro a las 5, a las 6, cuando las tímidas luces del día comienzan a disipar la noche… De entrada, la felicidad proviene de la maravilla de la noche y el cielo cuando, lógico, el ser humano se siente un puntito minúsculo en la inmensidad, digamos como una gotita de agua a la mitad del océano… Y al mismo tiempo, la noche como un gran misterio de la creación y que unos científicos atribuyen al Ser Todopoderoso del relato bíblico, cuando Dios creó en seis días el mundo y el séptimo, fatigado, se puso a descansar… Se ignora si el lector habrá mirado y admirado la noche durante una hora, dos horas, tres horas, pero bien valdría la pena el intento… Por cierto, Walt Whitman, el más grande poeta norteamericano y del mundo, cuenta en sus crónicas periodísticas que mirar la noche a medianoche significaba una tarea diaria, porque alcanzaba la felicidad total…
ROMPEOLAS: Albert Camus, el escritor francés, fue muy pobre… A los 2 años de edad perdió a su padre en la guerra… Su madre era analfabeta y se ganaba la vida como trabajadora doméstica de casa en casa… Salía de casa muy temprano y regresaba hacia la noche… Vivían en un departamento de un edificio donde sólo existía un baño en cada piso para todos… En medio de aquella miseria, Camus dice que encontró la felicidad en la playa de su pueblo, cuando a la orilla del mar se reunían con los amigos a jugar fútbol y béisbol… Pero más aún, a disfrutar el cielo y la tierra, el mar y la playa, el vuelo de las gaviotas clavándose en el mar para picotear los pescados saltarines… Muchos años después cuando obtuviera el Premio Nobel de Literatura, Camus dijo que en sus casi cuarenta años vividos seguía recordando los años de su infancia pobre como los más felices… En la primaria, un maestro le prestaba libros y llegó a leer toda la biblioteca del profe, y la lectura de libros era otra causa de su felicidad…
ASTILLEROS: En el relato bíblico dicen que muchos hombres alcanzan la felicidad cohabitando con los amigos, quienes reunidos todos alrededor del fogón como en las tribus indígenas y/o en el café como las tribus urbanas, la felicidad es plena… Pero…, pero más, mucho más felicidad se logra, dice el relato, cuando la misma alegría con los amigos es la alegría en la familia, los padres, la esposa, los hijos, los hermanos, los sobrinos, etcétera… El caso es que la felicidad es la permanente y constante búsqueda del ser humano… Himmler, el asesino de Adolf Hitler, se quitaba los zapatos cuando llegaba a casa en la madrugada para evitar que con el ruido de la suela despertara a los pajaritos que tenía su esposa… Atila fue feliz cuando declaró cónsul a su caballo Incitatus… Goyo Cárdenas, el asesino serial preso en la cárcel de Lecumberri en la Ciudad de México, era feliz matando mujeres… El médico deportivo de Estados Unidos, condenado a 170 años de cárcel, era feliz ultrajando a ciento setenta niñas y jóvenes en la escuela donde impartía clases, incluso, hasta niñas de 8 años de edad… Javier Duarte ha alcanzado la dicha plena en el Reclusorio Norte jugando a las cartas con un chino con quien se entiende con señas y risitas según crónica en El Universal…
ARRECIFES: Hay políticos que son felices cada vez que desvían recursos públicos, porque, además, pobrecitos, creen merecerlo… Otros políticos son más felices cuando se alían con los carteles y carteles y forman un bloque común, incluso, hasta para desaparecer personas incómodas… Otros políticos son felices otorgando cargos públicos, además de otros privilegios, a sus barbies… Otros más son felices teniendo 4, 5 teléfonos celulares que descuelgan como en un tendedero en la mesa del restaurante pendientes del primero que suene… Otros más son felices ejerciendo el llamado derecho de pernada, como por ejemplo, Rafael Leónides Trujillo, el dictador de la República Dominicana durante 33 años, en que seducía hasta las esposas de su gabinete legal y ampliado… Con un ejército de corifeos, vasallos, bufones y reinis a su lado, que todos los días los halagan, los políticos encumbrados se vuelven los hombres más felices del planeta… Con todo, y de acuerdo con el sicólogo, lo peor del mundo es lograr, digamos, una sensación placentera a costa del dolor y el sufrimiento de otros…
PLAZOLETA: Nadie, dice el viejito del pueblo, vino al mundo para ser infeliz, con todo y que de acuerdo con los astros, los nacidos en Piscis tienen la alta misión de hacer felices a los demás… Tal cual, conforme se alcanza el uso de la razón (dicen que a los 7 años de edad), cada persona, decía Amado Nervo, el famoso poeta de “La amada inmóvil”, es “el arquitecto de su propio destino”… Y es que teniendo todo alrededor para ser felices, la vida suele irse construyendo alrededor de los ejes del mal, digamos, los males del espíritu, los peores males de la caja de Pandora, como son la soberbia, la codicia, la ambición desmedida sin escrúpulos, la envidia, la intriga, el chisme, la ingratitud, la deslealtad, la traición, los celos, los arrebatos y las pasiones desaforadas llegándose a transgredir la ley y el orden social… Y, entonces, allá cada quien con el infierno que solito se ha creado y multiplicado… Pero cuando tal fuera, entonces, quedan la noche, el cielo, las estrellas, la luna y los ruidos del silencio para descubrir la felicidad absoluta… Y por supuesto, la lectura de un libro, una sinfonía de Mozart, la sonrisa de un niño, la mirada de una mujer, el abrazo amoroso y la nostalgia…