- Reportero agredido
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: En Córdoba ha surgido un nuevo cacicazgo, lleno de violencia urbana. La presidenta municipal, panista, está obsesionada con liquidar al periódico “El Mundo” y desde un principio lo rafagueó. Ahora, a su causa, se ha unida la directora de Desarrollo Social del Ayuntamiento. La última expresión fue el acoso, la intimidación y la agresión a uno de sus reporteros, Noé Carrillo.
Nadie quisiera que al colega, ni tampoco a los demás trabajadores de “El Mundo” les diera, siquiera, vaya, un ataque de caspa, porque entonces, los presuntos culpables serían la alcaldesa Leticia López Landero y su directora. Paulina Abella García.
Pero al mismo tiempo, sería grave, nocivo, fatídico que el gremio reporteril de Veracruz siguiera llenándose de agravios, desaparecidos, secuestrados y trabajadores asesinados como fue en el sexenio de Javier Duarte con diecinueve crímenes de periodistas y tres desaparecidos y el bienio azul con cinco reporteros ejecutados.
Y, lo peor, que este cacicazgo esté encarnado por una generación panista en el poder edilicio, pues significaría que con tal objetivo buscaron el poder municipal, es decir para desahogar sus demonios interiores.
Y más cuando Veracruz ha sido ubicado en el mundo, luego de Siria, como “el peor rincón” del planeta para el ejercicio periodístico.
Bastaría referir que al momento, ocho años después, en todos los casos de los reporteros desaparecidos y asesinados la impunidad se ha instaurado.
Ningún asesino físico, tampoco intelectual, ha sido detenido, ni menos, mucho menos, llevado a proceso penal.
Por eso quizá, la cacica de Córdoba, Leticia López, y parte de los suyos, agrede a “El Mundo” como si fuera la dueña única y absoluta de Córdoba.
Simple y llanamente la alcaldesa se ha atrevido a lo que nunca, jamás, en dos años, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Y aun cuando ambos forman parte del mismo partido, el PAN, Yunes ha dejado en libertad a su presidenta municipal para hacer y deshacer.
En otros tiempos priistas bastaba un manotazo del jefe máximo para reorientar el camino.
PASAMANOS: El agravio fue tras la conclusión de una audiencia en los juzgados ubicados en el penal de “La Toma”, en Amatlán, Veracruz.
Lo relata la nota publicada en “El Mundo”:
“Luego de cubrir en el juzgado la audiencia a la que se citó a Carlos “N”, en el caso de agresión en agosto pasado contra Jorge San Martín Muguira, el reportero Roberto Noé Carrillo Molina se retiraba del lugar, cuando fue alcanzado por el procesado, justamente a quien se le acusa por el uso de violencia.
Carlos “N” reclamó y amagó con agredir a Noé Carrillo por presuntamente tomarle fotografías, lo que el reportero negó, pues indicó que por orden legal, en esas instalaciones no es permitido tomar gráficas, además de que no pueden violar la presunción de inocencia del procesado y finalmente porque no se las había pedido su medio, pues sólo acudió a la cobertura de la audiencia.
A la discusión se sumaron la funcionaria municipal Paulina Abella y su esposo, Carlos Guraieb Argudín, además de dos abogados y escoltas de la familia; fue ahí que Paulina y Carlos también reclamaron al reportero por un supuesto acoso y le exigieron que les diera su teléfono celular, a lo que éste se negó.
“Guraieb padre me quiso quitar el teléfono, pero yo me lo puse en la bolsa de atrás, me rodearon, yo me resguardé el teléfono con las dos manos. Ellos se enojaron y el abogado empezó a grabar y me dijo que iban a denunciar por difamación”, explicó el periodista con 13 años de experiencia profesional.
Al no conseguir quitarle el teléfono, Carlos Guraieb Argudín trató de provocar varias veces al comunicador empujándolo con el hombro y al no conseguirlo, el también empresario optó por lanzarle un escupitajo a la cara.
En ese momento se acercan elementos de la policía estatal adscritos a la zona de juzgados para preguntar que cuál era el problema; Carrillo Molina les indica sobre la reciente agresión y se identifica como reportero de El Mundo y es cuando cesan el acoso de los demás.
Carrillo subrayó que pese a las amenazas de los Guraieb Abella de que no tomara fotos, ellos y sus abogados en todo momento tomaron fotos y video, una de las cuales usaron en el portal digital del periódico, del que también la funcionaria municipal es propietaria, para difamarlo.
El periodista indicó que antes de retirarse, Paulina Abella le gritó al reportero que era la última vez que le tomaba una foto, porque de lo contrario procedería, señalando a sus escoltas.
Noé Carrillo indicó que acudirá a las instancias legales y hace responsable a la familia Guraieb Abella de cualquier agresión contra él o su familia”.
CORREDORES: Al momento, resulta indicativo y significativo el silencio de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas que tan pronta suele estar en casos parecidos.
Quizá se deba a que la alcaldesa es panista.
Acaso a que la directora de Desarrollo Social del Ayuntamiento es hija del dueño de un periódico en Córdoba y se abstienen, digamos, de “meterse en la pata de los caballos”, sin tomar partido, ajá.
Quizá, porque ya van de salida con la yunicidad y el fuego libertario se les acabó.
Acaso, porque están en el otro lado de la cancha periodística.
Pero los agravios de la presidenta municipal a “El Mundo” son ya viejos y de continuar así, y de cara a los tres años y meses faltantes, nada fácil será que la sangre corra en Córdoba.
El bombardeo nuclear empezó cuando la alcaldesa ordenó a sus inspectores de comercio bloquearan la circulación de “El Mundo”, amenazando, incluso, con la cárcel, a todos quienes vendieran el periódico.
Después, la alcaldesa ordenó retirar la estatua del fundador de “El Mundo”, el maestro, filósofo y literato, Othón Arróniz, de un parque público.
Luego, el discurso panista agresivo en contra del diario diciendo, ajá, que la habían intentado cohechar.
Entonces, en el periódico “El buen tono” tomaron partido y entró la directora de Desarrollo Social.
Un hijo de Paulina Abella García, por ejemplo, golpeó a un empresario.
El hijo de Abella compareció en La Toma.
Y la agresión en contra del reportero Noé Carrillo alcanzó los titulares.
Se insiste:
El tsunami de violencia ha alcanzado dimensiones superiores y nada bueno puede esperarse en la política de la alcaldesa contra “El Mundo”, pues si antes fue contra la circulación del medio, y luego contra el fundador del periódico, y después contra la integridad moral del diario, ahora ha transmutado a los reporteros.
Estaríamos, entonces, ante una mente desquiciada, llena de odio y rencor, el par de sentimientos con que en Córdoba se está ejerciendo el poder.
Y más luego de que la cacica alcaldesa impuso a su hija de candidata a diputada local por el PAN y fue derrotada en las urnas.
BALAUSTRES: La yunicidad ya se va y la presidenta municipal tiene por delante tres años más para hacer y deshacer y crecer, digamos, en su cacicazgo.
El gobernador a partir del 1 de diciembre será el morenista Cuitláhuac García Jiménez y en la LXV Legislatura los diputados locales de MORENA y AMLO serán veintinueve, más los que vayan sumándose de otros partidos políticos.
Ya se verá, entonces, si permiten y toleran que la alcaldesa siga haciendo de las suyas o desde el Congreso hay una reconvención para evitar peores circunstancias.
Pero más aún, para evitar que la violencia contra la prensa siga multiplicándose y tarde o temprano se lamenten los hechos cuando ya sea demasiado tarde.
Por menos, mucho menos, en el duartazgo y en el bienio azul fueron asesinados otros reporteros y desaparecidos otros más.
Lo peor es que la presidenta municipal se crea y sienta propietaria del poder absoluto por encima de las instituciones y por encima de la ley y la justicia y el Estado de Derecho y el buen gobierno.
Y más allá de lo peor, que nadie la detenga ni la frene.
El ciudadano común que todos los días vive con sencillez descobijado ante los abusos y excesos del poder político y público.
¡Vaya Veracruz!
