• Cayó el capo de historias negras y con rastros palmarios de sangre.
Por: Roberto POLO| La raya
Oaxaca, México.- El 28 de febrero, en el estado de Chiapas, fue detenido José Hernández, alias “El Chepe” y/o “El Bigotes”, identificado como el líder de uno de los principales grupos generadores de violencia en el amplio corredor fronterizo de Oaxaca y Veracruz.
Su captura, a decir de la Fiscalía General del Estado (FGE), era uno de los objetivos prioritarios de los gobiernos estatal y federal. Y pudo consumarse gracias a las labores de inteligencia que llevó a cabo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) encabezada por Raúl Ernesto Salcedo en coordinación con el Grupo para la Construcción de la Paz del Gobierno Federal.
Para nadie es un secreto que “El Chepe” y/o “El Bigotes” es un capo al que se le atribuyen historias negras con rastros palmarios de sangre. Según la biografía popular, su vida pública se traducía en vendettas y lucha atroz por el control del territorio cuenqueño. Y hay quienes refieren que en el marco de esta guerra, enfrentó y mató a dos de sus hermanos: Ariel y Leonardo Hernández, alias “El Brujo” y/o “El Doc”.
Todas las leyendas urbanas que existen sobre “El Chepe” y/o “El Bigotes” dibujan cuadros de aguda violencia, un escenario insólito y alarmante para una ciudad como Tuxtepec que la hizo su principal feudo y en donde, en los últimos tres años, se han registrado más de 480 ejecuciones, una verdadera carnicería humana.
Información de fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno sostienen, por ejemplo, que José Hernández mantenía determinado control en varios municipios de la Cuenca del Papaloapan, principalmente en Tuxtepec, Chiltepec, Jalapa de Díaz, San Pedro Ixcatlán y parte de la región Cañada en donde contaba con una estructura de poder sólida.
No obstante, en los últimos años salieron al paso nuevos grupos criminales que le disputaron el territorio, los cuales fueron debilitando su organización, a tal grado de restarle vasto dominio y obligándolo a huir para evadir todos los frentes de asedio. Sin embargo, para su buena suerte, fue atrapado por el ente más benevolente que le pudo haber tocado, el Estado, garante de su seguridad y de su vida.
Hasta el momento, “El Chepe” y/o “El Bigotes” está detenido solo por su probable responsabilidad en el homicidio calificado de una persona identificada como J. A. C, ocurrido en la ciudad de Oaxaca en febrero de 2018. Y se prevé que en lo subsecuente, la Fiscalía le finque más responsabilidades, algo que habrá que esperar..
De entrada, la fuerza del Estado se notó. Y 16 días después de la reunión “cumbre” entre los gobernadores de Oaxaca y Veracruz, los resultados se dieron. Por el lado oaxaqueño, bastó la captura de “El Chepe” y/o “El Bigotes”. Y por el lado veracruzano, se abatió a un presunto líder de la delincuencia organizada que operaba en Playa Vicente, identificado como “El Pelón”.
Por cierto, ante el significativo golpe del Estado ningún presidente municipal se ha pronunciado. Y en Tuxtepec, por ejemplo, el que parece ser el éxito policíaco sexenal, por la captura de José Hernández, se optó por el silencio.