En 2013, la constructora de capital español Grupo Aldesa, parte del consorcio constructor del Paso Exprés de Cuernavaca, dijo a sus accionistas que el próximo año iniciaba “una importante etapa de inversiones destinadas a grandes proyectos públicos” en México.
Textualmente la constructora presumió: “El Grupo se ha convertido en una referencia en el desarrollo de infraestructuras, consiguiendo en solo seis años estar presente, a través de sus obras, en veinte estados del país. Si bien 2013 ha sido un año marcado por la demora en las licitaciones, entre los hechos relevantes cabe citar la firme evolución de la contratación en el área de carreteras, donde destaca la construcción y explotación de la Autopista Siglo XXI, una de las obras más importantes licitadas por la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) en los últimos años, y la fuerte apuesta por el desarrollo de proyectos energéticos, consiguiendo entrar en el mercado de generación”.
A más de 4 años de este reporte, Grupo Aldesa, que dirige Alejandro Fernández Ruiz, ha logrado contratos de obra pública federal por 9 mil 334 millones de pesos durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cifra que casi triplica los 3 mil 800 millones que obtuvo en el gobierno de Felipe Calderón.
Los contratos, en todos los casos, han sido por licitación pública, a excepción de uno que le otorgó Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe) para estabilizar un tramo de la carretera escénica Tijuana-Ensenada, obra que colapsó en 2013 por una falla geológica, según explicó la SCT.
De los 21 contratos obtenidos en la presente administración, 14 fueron otorgados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la SCT, de acuerdo con información del portal Compranet.
Aunque el gobierno federal ha sido el principal cliente del Grupo, no es el único. También han ganado contratos con gobiernos locales como el de la Ciudad de México, que le asignó la ampliación de la Línea 12 del Metro y la construcción del Centro de Transferencia Modal (Cetram) de Chapultepec.
También ha construido hoteles en Baja California Sur y la Riviera Maya, y ha participado en la construcción de edificios corporativos en la capital del país.
Aunque la obra pública parece ser su fuerte, la constructora también tiene presencia en el mercado de generación de energía. En junio de 2014, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) le autorizó a su subsidiaria Aldesa Energías Renovables, la instalación de un parque eólico en Yucatán, con 30 aerogeneradores. De acuerdo con el permiso otorgado, la central debió iniciar operaciones en febrero del año pasado.
Los cálculos no le fallan a la constructora
En 2013, la facturación neta de Grupo Aldesa se dividía a la mitad entre los mercados internacionales y el español con un porcentaje 56-44, respectivamente. Tres años después el porcentaje cambio a 80-20, en números cerrados.
En ese periodo, el volumen del negocio de la constructora en México pasó de 268.5 a 476.3 millones de euros y la participación de los contratos que obtuvieron las filiales mexicanas de Aldesa en la facturación total del grupo pasó de 34.9 al 56.2%, de acuerdo con los reportes anuales de la compañía.
El mercado mexicano representó por si solo más de la mitad de los ingresos de la constructora española durante el año pasado.
Para 2017, el panorama no ha cambiado. El primer reporte trimestral de la empresa dice que México mantiene prácticamente el mismo porcentaje en la facturación neta en ese periodo, y representa 81% de sus ganancias (EBITDA).
En este año, la constructora tiene registrado al menos un contrato con el gobierno federal, el que le otorgó Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México para la construcción de la Torre de Control del nuevo aeropuerto, por 1 mil 242 millones de pesos.