Redacción El Piñero
Primero. Una llamada anónima alertó el hallazgo de una fosa clandestina con restos humanos en su interior, en un predio ubicado a un costado del boulevard Sostenes Bravo.
Segundo. La policía se movilizó y confirmó la localización de la fosa.
Tercero. Las fuerzas de seguridad robustecieron el operativo y en el lugar se concentraron más de diez patrullas con policías que celosamente resguardaron el área.
Cuarto. Personal de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y criminalistas descombraron el área y en el interior de la fosa hallaron una sábana blanca que cubría restos que expulsaban fétidos olores.
Cinco. Luego de quitar la sábana, se descubrió que eran los restos de un perro de tamaño considerable el que fue enterrado clandestinamente y que generó que todo el aparato policíaco atendiera la situación.