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La cultura Buchona

El Piñero

Staff / Blog del Narco

CDMX.- Buchones y narcojuniors. Escuchar cualquiera de estos dos términos nos remiten a imágenes de armas con cachas o cañones recubiertos de oro.

Mujeres de cuerpos voluptuosos vistiendo costosas prendas de diseñador; jóvenes con portando relojes de costos impensables; fajos de billetes, mansiones, vehículos blindados, animales exóticos, droga, Decir buchón o narcojunior remite a la opulencia y la exageración; a la ostentación desmedida de la riqueza y, de alguna forma, del poder.

Lucía Elena Acosta Ugalde, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM), realiza un análisis de la estética del narco, en un texto publicado en Multidisciplina, revista de la FES Acatlán, En su texto, Acosta Ugalde retoma parte del análisis que Omar Rincón, profesor de la Universidad de los Andes (Bogotá) y director del proyecto Fesmedia de la Fundación Friedrich Ebert, realizó sobre el caso colombiano.

Al respecto, Rincón explica cómo el narco ha trascendido la dimensión de un negocio legal, para permear el ámbito de lo estético y cultural.

“Lo narco no es sólo un tráfico o un negocio; es también una estética, que cruza y se imbrica con la cultura y la historia de Colombia y que hoy se manifiesta en la música, en la televisión, en el lenguaje y en la arquitectura. Hay una narcoestética ostentosa, exagerada, grandilocuente, de autos caros, siliconas y fincas, en la que las mujeres hermosas se mezclan con la virgen y con la madre”.

Al respecto, la profesora de la FES Acatlán explica que la narcoestética “puede referirse a una arista de las culturas populares en el mundo. No es propiamente el mal gusto, sino otra estética, común entre las comunidades desposeídas que se asoman a la modernidad y sólo han encontrado en el dinero la posibilidad de existir en el mundo”.

Sobre la excesiva ostentación de la narcoestética –que se ve reflejada en las imágenes que buchones y narcojuniors comparten en redes sociales-, Acosta Ugalde refiere:

“Hablamos de una cultura en que todo vale para ascender económicamente. En ese escenario, ¿de qué sirve tener si no es para exhibirlo, ostentarlo, presumirlo?”.

 

La narcoestética, de acuerdo con el colombiano Rincón, “Está hecha de la exageración, formada por lo grande, lo ruidoso, lo estridente; una estética de objetos y arquitectura; escapulario y virgen; música a toda hora y a todo volumen, narco, toyota plateada, exhibicionismo del dinero. En síntesis, la obstinación de la abundancia, el gran volumen, la ostentación de los objetos(…) El poder de ostentar”. Se trata de una estética hecha del collage entre budas, porcelanas chinas, estatuas de mármol, muebles tipo Luis XV, pinturas fosforescentes, la pasión por las antigüedades. Señala Jean Baudrillard en ‘El sistema de los objetos ‘cuando un habitante de los suburbios aspira a la clase media superior, compra antigüedades, símbolo de una posición social a la que da acceso una fortuna reciente”.

Sobre los buchones, Acosta Ugalde explica que ellos han creado su propia narcoestética.

El término buchón se comenzó a utilizar en Sinaloa para designar a las personas que “bajaban de la sierra con dinero que habían obtenido de la venta de droga, llegaban a las cantinas y pedían el whiskey Buchanan´s, pero lo pronunciaban tal y como lo leían. Por esa mala pronunciación se les dio el apodo de buchón”.

Visten de manera extravagante, ropas de marcas muy costosas, y accesorios muy llamativos.

La profesora Acosta concluye al respecto que “Los buchones han creado su propia corriente cultural y se identifican por escuchar música norteña. Es otro ángulo de la narcoestética”.

Y finaliza señalando que “El fenómeno de la narcoestética tiene múltiples aristas. Como bien se señala, la idea no es satanizar ni minimizar una práctica cultural muy específica.

Se pretende mostrar una aproximación a los estereotipos, la apropiación simbólica y la creación estética de un fenómeno que nos circunda en una gran variedad de ámbitos”

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