Para viajar con la diabetes en la maleta basta recordar que es imprescindible continuar con el control de la enfermedad durante los días festivos y tener en cuenta algunos detalles para evitar sustos y complicaciones.
Tanto si tiene diabetes, como si va de viaje con una persona que padezca la patología, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se recomienda preparar todo con tiempo para disfrutar de la salud durante el periodo vacacional y considerar los siguientes aspectos:
Clima
El verano es una época calurosa en la mayoría de los destinos turísticos habituales. Por eso es importante recordar que la humedad y la temperatura puede afectar, a nivel fisiológico, en el proceso de absorción de la insulina y, por otro lado, al estado de la insulina en sí. Así que es necesario mantener las dosis refrigeradas en neveras o carteras de frío y evitar exponerla a temperaturas extremas.
Además, será importante protegerse del sol con cremas solares e impedir la deshidratación, ingiriendo líquidos de forma regular, sobre todo agua.
Transportes
Los viajes pueden suponer cierto estrés y alterar los niveles de glucosa en sangre, por lo que es preciso hacer una buena planificación en los traslados, intentando en la medida de lo posible evitar lo siguiente:
- Permanecer demasiado tiempo sentado, para que no se produzcan subidas de azúcar.
- Traslados que puedan inducir al mareo, puesto que los vómitos pueden generar hipoglucemias.
- Almacenar la medicación en una maleta poco accesible.
Pero sea cual sea el medio de transporte elegido, siempre será preferible incluir los siguientes elementos en un bolso o maleta de mano: insulina, glucómetro, lancetas, tiras reactivas, medicación oral, etc. Esto puede ser un reto si el viaje se realiza en avión, por lo que se recomienda solicitar un informe médico acreditando la necesidad de llevar estos medicamentos y aparatos, en caso de que la persona sea portadora de bomba de insulina.
Si es un viaje de larga duración donde se sirve la comida, es preferible consultar con antelación el tipo de menúpara asegurar una alternativa saludable y apta. Y si esto no es posible o el viaje se hace en coche, la mejor opción será llevar algo de comida propia que cumpla con las necesidades nutricionales individuales.
Alimentación
En cuanto a la dieta, la primera recomendación de los expertos es que se asemeje lo máximo posible a la dieta habitual, tanto en su composición como en las horas de comida. En algunos establecimientos pueden tener menús adaptados a personas con diabetes, pero como esto no siempre será posible, lo conveniente son los menús saludables y platos compuestos por verduras y hortalizas frescas o cocinadas de forma saludable. Además, para asegurar una alimentación que permita un buen control de los niveles de glucosas en sangre, se debe conocer bien el contenido en carbohidratos de los alimentos y prestar atención a su etiquetado. En cuanto a las bebidas, el agua debe ser siempre la primera opción, pero también se pueden elegir alternativas como el café, infusiones o bebidas light.
Por último, se deben vigilar las posibles hipoglucemias y, en caso de producirse, es bueno tener a mano alimentarios ricos en hidratos de carbono de absorción rápida, como geles de glucosa y otros de absorción lenta, como galletas y tostadas.
Medicación
Unas dos o tres semanas antes de salir de viaje, es conveniente concertar una cita con el médico, por si considerara necesario realizar algún cambio en la medicación, algo que es habitual en viajes que implican cambios de horarios. Este profesional médico será también el encargado de elaborar un documento explicativo sobre los medicamentos que debe transportarse en el equipaje de mano, para evitar problemas en los controles.
Además, se recomienda llevar siempre más medicación de la que se necesite para, en la medida de lo posible, no tener que comprarla en el extranjero donde la concentración de insulina puede ser diferente a la habitual.
Y en caso de tener contratado un seguro médico, es importante consultar qué tipo de servicio está incluido en caso de emergencia fuera del país o, incluso, si por la clase de viaje se recomienda la contratación de un seguro exclusivo de viaje.
Ejercicio físico
En vacaciones es normal realizar más actividad física de la habitual. Por lo tanto, es importante vigilar de forma más regular los niveles de glucosa en sangre, para evitar posibles hipoglucemias. También se debe prestar atención a las zonas de inyección, según la actividad física, ya que la insulina inyectada en el muslo se asimilará con mayor rapidez si se realizan actividades como correr o montar en bicicleta; en estos casos, será más recomendable pincharla en el brazo.
Por último, no hay que olvidarse de los pies, sobre todo para las personas que tienen riesgo de sufrir pie diabético. Por eso es importante contar con un equipamiento óptimo, utilizando un buen calzado y manteniendo los pies bien limpios e hidratados.
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