En la picota, ley antiaborto
Luis Velázquez
Veracruz, México.- Uno. Marijose Gamboa, excomulgada
Ángel Aguirre Rivero, gobernador de Guerrero, quiso crear la ley aborto y de pronto, zas, bastó una amenaza de excomunión de las elites eclesiásticas y le dio miedo achicharrarse en el infierno y reculó.
Javier Duarte también dio marcha atrás con la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.
Ahora, la diputada Marijose Gamboa le vale la posible excomunión porque “gracias a Dios es atea” (igual que Ignacio Ramírez, “El nigromante”) y el primer jab lo asestó al corazón católico cuando interpuso la iniciativa de ley para legalizar las bodas de los gays y lesbianas y que, bueno, ahí iría caminando en la LXIV Legislatura.
Pero, osada y temeraria, convencida de sus principios, ideales, utopías y sueños, ha sonado otra vez los tambores de guerra y se fue a la yugular del arzobispo Hipólito Reyes Larios, y su vocero, el sacerdote José Manuel Suazo Reyes, y les ha dicho hasta de lo que morirán.
Uno y otro, dijo, “sin calidad moral” para evidenciar al gobierno azul de Veracruz, porque en su momento sirvieron a Javier Duarte y Fidel Herrera Beltrán.
De hecho y derecho, la diputada había mostrado el puño cuando semanas anteriores caminó al lado del cura José Alejandro Solalinde Guerra, a quien el 90 por ciento de los obispos y arzobispo de Veracruz han satanizado y tratado con desdén, menosprecio y desprecio.
Nada fácil será que la excomulguen, pero como decía el ex abad de la Basílica de Guadalupe, Schulenberg, ni el indito Juan Diego ni la Virgen de Guadalupe existieron, pues fueron un invento.
Y si en esas estamos, tampoco existe el infierno y sabrá el chamán si el cielo, donde se premian a pecadores y justos.
Marijose reventó cuando la elite eclesiástica llamó serviles a los diputados que desean despenalizar el aborto que tanto condenara Javier Duarte.
“No tienen autoridad moral” les dijo la señora diputada que estuviera presa nueve meses porque Duarte quiso así tener contenta a su Barbie, Anilú Ingram Vallines, la que ahora sueña brincar desde la Sedesol al Senado de la República, gracias, claro, a MAO.
Dos. La diputada incómoda
Marijose es la diputada incómoda del panismo. Y, claro, de la LXIV Legislatura.
Más polémica y controvertida, incluso, que Cinthya Lobato Calderón, quien destapara la cloaca de He Man Sergio Hernández Hernández de que gasta el erario en “borracheras, drogas, mujeres y orgías”, y de pronto, zas, el silencio, porque nunca dio seguimiento a su exposición legislativa y mediática ni tampoco interpuso una denuncia penal, simple y llanamente, por tratarse de dinero público.
Así, todos calladitos, apostando a que la memoria colectiva, tan frágil que es, olvide el asunto de estos señoritos que, incluso, sueñan ya con reelegirse.
Por eso, Marijose se fue a la yugular del Arzobispo y su vocero.
A: “Pintaban las iglesias de rojo” para tener contento a Fidel Herrera, tiempo aquel cuando, por ejemplo (también con Javier Duarte) fueron concesionados más y más RVOE para campus en una universidad privada ligada a Reyes Larios.
B: “Fueron cómplices de Fidel y Duarte, además de sumisos, porque nunca denunciaron los atropellos que cometían contra la población”.
Nadie, al momento, ha puesto “el índice en la llaga purulenta” de las cúpulas religiosas como Gamboa Torales.
Y desde luego, ha trazado una raya.
Ella anuncia que ante los embarazos y el aborto está de acuerdo en proteger los derechos de las mujeres y en desacuerdo, claro, con los médicos que intentan encarcelar una mujer por aplicarse un legrado.
Y como es natural, la iglesia se puso rabiosa. Es su vieja lucha.
Más aún: la iglesia sueña con reproducir el modelito político y religioso del tiempo de la Reforma de Benito Juárez (y desde Miguel Hidalgo y José María Morelos) cuando las elites eran inmensamente ricas, pues hasta casas de empeño usufructuaban y prestaban dinero con altos réditos.
Tres. Marijose quedará solita…
Marijose Gamboa dijo que agradecía “la apertura del coordinador de la banca” (He Man Sergio Hernández, el antiguo carga-maletas de Pepe Mancha) para que cada diputado (del PAN) vote para derogar la ley antiaborto como considere” se lo dictan sus principios, valores, ideas, ideales, compromisos, órdenes superiores e intereses políticos.
Okey.
Pero…, todo mundo sabe que Marijose tendría libertad para votar, en tanto al mismo tiempo He Man inclinará la balanza por donde dispongan los jefes, incluso, “para echar montón” a la diputada incómoda y dejarla solita en la sesión parlamentaria, pues ni modo que Yunilandia se enfrente a la iglesia.
Y más ahora cuando de cara al 2018 la necesita para cumplir “el orgullo de mi nepotismo”.
Incluso, Marijose sería envuelta por la aplanadora azul y amarilla y uno que otro diputado afín a He Man, quizá, en el caso de los hombres, con una invitación a una orgía con alcohol, drogas y cortesanas.
Nada fácil será que pronto, “antes de que el gallo cante tres veces”, las iglesias sean pintadas de azul y Marijose decida irse a vivir al planeta Marte y/o como los marinos “al fondo del mar/ porque ya no se puede vivir en la tierra”.
El chamán dice que la ley antiaborto seguirá vigente en Yunilandia y todo lo que está pasando es un circo y una telenovela.