Luis Velázquez | Malecón del Paseo
30 de junio de 2021
EMBARCADERO: La reportera y escritora Martha Gelhorn, 1908/1998, fue la tercera esposa de Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura… Ella publicó unos cincuenta libros, mientras Hemingway unos veinte… Ella cubrió montón de frentes bélicos, más, incluso, que Hemingway… Ella casó en dos ocasiones y Hemingway cuatro… Ella nunca tuvo hijos y Hemingway procreó dos con su primera esposa… Hemingway trascendió más porque era protagonista y siempre buscaba el escándalo… Ella, de bajo perfil, pero siempre vigente, incluso, hacia el final de sus días cuando tenía 90 años…
ROMPEOLAS: Entonces pidió a su editor la enviara a un nuevo frente bélico… Y el editor le negó la posibilidad argumentando que la revista andaba en aprietos económicos, pero en realidad, por la edad… Entonces, ella le dijo: “Todavía no estoy muerta… Iré, y pagaré mis gastos”… Y se echó la mochila al hombro con sus muditas de ropa y agarró camino… Bien afirmaba don Manuel Buendía, el columnista más importante del siglo XX… “Un minuto antes de morir el reportero ha de seguir escribiendo historias”… De los 50 libros de Gelhorn unos cuantos están traducidos al español y pueden adquirirse a través de las plataformas digitales…
ARRECIFES: En el ocaso de la vida, un reportero televisivo entrevistó a Martha Gelhorn… Y en una parte le pregunta sobre la influencia de Hemingway en su obra literaria y periodística… Gelhorn se le quedó mirando con furia serena y reposada y le dice… “Nunca fui pie de página de Hemingway… El su obra y yo la mía… Además, Hemingway se suicidó y treinta años después yo seguía escribiendo”… El diálogo está en el filme “Gelhorn y Hemingway”, interpretados por Nicole Kidman y Clin Oven, quizá, ambos, en los papeles estelares de sus vidas…
ESCOLLERAS: Juntos cubrieron varias guerras… La historia empezó cuando ambos eran enviados especiales en la guerra civil española… Después, terminarían juntos en la lucha de Mao Tse Tung y Choun-en-lai en China… En medio de las balas y los cañones en las ciudades, hospedados en el hotel, tiroteo sorpresivo, ellos se amaban con pasión y deseo volcánico, impetuoso, feroz, como si fuera la última ocasión en que estarían juntos… Nunca la guerra acabó con ellos y fue la guerra interna la que terminó por consumirlos…
PLAZOLETA: Por ejemplo, Hemingway era cien por ciento egoísta… Se iba a una boda quería llamaba la atención como si fuera el novio… Y a un bautizo, tomaba el papel del bebé… Y si a un velorio era el muerto… El machismo en su más alto decibel… Genio literario y reporteril, lleno de soberbia, nunca conoció la humildad… En nombre del amor, Gelhorn lo toleró… Pero llegó un momento cuando quedó saturada, agobiada, extenuada, y comenzó la distancia entre ellos…
Luego, se aceleraría porque Hemingway era infiel e indiscreto… En las borracheras se volvía más soberbio que nunca… Para vivir necesitaba ser visto y considerado “el centro del mundo”…
PALMERAS: Por esa misma razón, muchos amigos dejó Hemingway a la orilla del camino… Los dos más famosos, por ejemplo, Francis Scot Fittzgerald y John Dos Passos, y quienes tanto impulsaran su carrera literaria… Incluso, hasta le abrían puertas editoriales… Pero su egocentrismo era insólito, quizá, porque de niño su señora madre lo vestía de niña y con vestidito y con el pelo largo y caireles… Y nunca superó el trauma… Incluso, cuando hacía el amor y el sexo con sus parejas les pedía le llamaran con nombre de mujer… El macho derrotado en el tálamo…
