- Contenida de emoción, narra su experiencia tras el sismo de 8.2 grados que la dejó sin vivienda pero con agradecimiento por mantener con vida a toda su familia.
Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca.- Minutos antes de la media noche, doña Luz Elena González Martínez, vecina de Santa Cruz Tagolaba de Santo Domingo Tehuantepec, dormía al lado de su hija de tres años y su esposo cuando la tierra se empezó a sacudir, se levantó esperando que pronto pasara, pero no fue así, la sacudida fue aumentando de intensidad, “Nos abrazamos y encomendamos a Dios, pensamos que esa noche iba a ser la última que nos íbamos a ver” relata.
Fueron segundos muy intensos, –narra Luz Elena conteniendo el llanto– mi esposo cargó a mi hija y nos colocamos bajo uno de los muros de la casa, todo comenzó a caerse, la alacena, los trastes, otros muebles, no teníamos para dónde movernos, nos quedamos quietos esperando que terminara aquel sismo que después supimos fue de 8.2 grados.
Dedicada a la elaboración de trajes regionales, resplandores y planchado de olanes, doña Elena comenta que a sus 43 años no había vivido una experiencia tan difícil como la de aquel 7 de septiembre.
“Lo primero que hicimos fue salir a la calle, ahí se encontraban la mayoría de los vecinos, muchos de ellos aterrados sin concebir lo sucedido, así pasaron las horas hasta que nos sorprendió el amanecer seguido de más réplicas”, platica González Martínez, vecina del Barrio de Santa Cruz Tagolaba.
“Esa misma mañana, llegó personal del Ayuntamiento, nos preguntaron cómo estábamos y si podían pasar a supervisar los daños, dijeron que ese mismo día pondrían un módulo en el Palacio Municipal, para que los afectados fueran a reportar los daños de sus viviendas” comenta doña Luz Elena.
Unos días después, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), pasaría a censar las casas y a proporcionar un folio, el cual presentarían los afectados el día que BENSEFI recorriera las calles para hacer entrega de los subsidios.
“Hoy me entregaron la tarjeta con el apoyo para la reconstrucción de mi casa que sufrió daños con pérdida total; no hay que perder la fe, tenemos que salir adelante con el apoyo que nos entrega el Gobierno Federal”.
“Es importante reconocer la coordinación que hizo el Ayuntamiento en con el Gobierno del Estado y Federal, hoy Dios nos da la oportunidad de vivir para contar nuestra vivencia después del sismo de 8.2 grados del 7 de septiembre”, Concluyó doña Luz Elena González Martínez.