08 de agosto de 2024.– En 2019, la Ciudad de México fue testigo de un triple asesinato que conmocionó a la sociedad y dio origen a una controversia judicial. Berenice Alanís, quien fuera esposa del empresario Jacobo Quesada, fue acusada de ser la autora intelectual del crimen que acabó con la vida de su esposo y sus dos hijastros. A pesar de las críticas y defensas que surgieron en su favor, los medios la bautizaron como la “Viuda Negra”, un apodo que, según activistas, influyó negativamente en el proceso judicial.
Berenice Alanís conoció a Jacobo Quesada en 2003, cuando trabajaba como empleada doméstica para él. Con el tiempo, su relación laboral se transformó en un romance que culminó en matrimonio. Quesada, un empresario hidalguense con una fortuna valorada en 400 millones de pesos, sospechó años después que Alanís le era infiel, lo que lo llevó a sacarla de su testamento. Esta decisión supuestamente motivó a Alanís a orquestar el asesinato de Quesada y sus hijos el 5 de abril de 2019 en el gimnasio familiar ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Horas después del crimen, Alanís fue detenida, pero fue liberada debido a errores en el proceso de aprehensión. Durante los tres años siguientes, logró evadir a la justicia, huyendo a distintos lugares de México y presuntamente utilizando la fortuna de Quesada para mantenerse fuera del alcance de las autoridades. Finalmente, en julio de 2022, fue capturada en un hotel de lujo en Acapulco y trasladada al penal de Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México.
El caso de Berenice Alanís generó una fuerte polémica, no solo por los crímenes que se le imputaron, sino también por la forma en que fue tratada mediáticamente. Activistas y grupos sociales criticaron el apodo de “Viuda Negra”, argumentando que este sobrenombre, junto con la cobertura sensacionalista del caso, influyó negativamente en las decisiones judiciales. Marea Verde México y otros colectivos señalaron que no existían pruebas contundentes en su contra y que el manejo del caso estuvo plagado de irregularidades, lo que llevó a una jueza a desechar varias pruebas por considerarlas improcedentes.
La familia del empresario, por su parte, siempre la responsabilizó directamente del asesinato, ofreciendo incluso recompensas para quien pudiera ayudar en su captura. Sin embargo, defensores de Alanís argumentaron que su encarcelamiento fue producto de una campaña mediática que la presentó como culpable sin un juicio justo.
Por : Julio Astillero