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La Karime de Catemaco

El Piñero

•María Luisa Domínguez Bucio es presidenta del DIF y esposa de Jorge Alberto González Azamar, quien en su administración pagó fuertes sumas a una tienda propiedad de la familia de su cónyuge
•Al puro estilo de Karime Macías, Catemaco le paga a Ramón Bucio, hermano de la mamá de la primera dama y excandidata perdedora del Partido Nueva Alianza en las pasadas elecciones a la alcaldía
•El ORFIS expone que Ramón Bucio recibió 500 mil pesos para abastecer despensas y no hay constancia que las mismas hayan sido entregadas a los beneficiarios
•El municipio salió con más de 40 MDP de presunto daño patrimonial por obras infladas, obras pagadas y abandonadas y obras pagadas que no operan

 

Ignacio Carvajal

blog.expediente.mx

La Cuenta Pública 2016 evidencia no sólo los abusos del alcalde de Catemaco, Jorge Alberto González Azamar, sino también los de la ex candidata de Nueva Alianza, su esposa, y presidenta del DIF municipal, María Luisa Domínguez Bucio.
Al amparo de la protección de Vicente Benítez, aspiró el tránsfuga Jorge Alberto González Azamar en convertirse en el monarca de Los Tuxtlas. Prepotente, rodeado siempre de guardias, impulsó a su esposa, María Luisa Domínguez Bucio, por la candidatura de Nueva Alianza en las pasadas elecciones municipales para reemplazarlo en el cargo, pero perdió.
Ello consta en la observación FM-032/2016/037 ADM del ORFIS a Catemaco referente a la compra de despensas y el pago de becas de las que no se tiene constancia que hayan llegado a sus beneficiarios.
Ahí se expresa que uno de los proveedores beneficiarios por la compra de despensas fue Ramón Bucio Marín, tío de la primera Dama y ex candidata del Turquesa. Ramón Bucio Marín es hermano de la madre de la Primera Dama, María Luisa Bucio Marín, y todos están relacionados con la cadena de tiendas El Rodeo, quedando en relieve el conflicto de intereses.
La mencionada cadena de comercios de mayor éxito en esa zona, fue fundada años atrás por el finado Santigo Bucio Martínez, quien perdiera la vida durante un secuestro en 2011.
Con la llegada de González Azamar a la alcaldía por enésima ocasión, las tiendas de la familia Bucio comenzaron a crecer más que conforman una fuerte cadena comercial de abasto de abarrotes en Los Tuxtlas. Al frente de ellas están los tíos de la primera Dama, Santiago, Carlos, Guadalupe, Evelio y Ramón, éste último es el mencionado en la Cuenta Pública 2016 junto a otros proveedores.
La última fue inaugurada en agosto del 2016, al corte de listón se dan cita como invitados especiales la primera dama y el alcalde de Catemaco.
En la cuenta Pública de Catemaco consta que Ramón Bucio Marín recibió en 2016 dos pagos, uno por 400 mil y otro por 100 mil pesos para abastecer de despensas al ayuntamiento bajo el concepto de “Despensas estímulo para la educación básica”, de las cuales el ORFIS no encontró “evidencia de que hayan sido recibidas por los beneficiarios”.
La asignación de estos contratos para el abasto de despensas, además, se efectuó de manera directa, pues el ente fiscalizado dividió el medio millón de peso en dos ministraciones, una por 400 y otra por 100 mil pesos, así rehuyó al proceso de licitación simplificada, que aplica de 500 mil pesos en adelante.
En el proceso de solventación, dice el ORFIS, el municipio alega que el papeleo para sustentar la entrega de esas despensas, se perdió con el incendio al palacio municipal del 11 de noviembre de 2016, al que manifestantes le prendieron fuego por el secuestro del sacerdote José Luis Sánchez Ruiz, quien hasta ese momento era conocido por sus sermones críticos al gobierno de Javier Duarte de Ochoa y a los corruptos de la región, entre ellos el Presidente Municipal.
Sin embargo, pese a que el ORFIS admite la actas notariadas que dan fe del siniestro, acota que deben enviar “un inventario de expedientes detallando su contenido, que en su caso quedó afectado o inservible” por el incendio, de lo contrario el señalamiento persiste y puede convertirse en daño patrimonial.
Personas consultadas en Catemaco por este reportero expresan que la cantidad entregada por el Presidente González Azamar a sus tíos políticos no es relevante, ya que pueden ser varios millones los destinados por el ayuntamiento a las tiendas El Rodeo para el abasto de las despensas; en este caso opinan que el ORFIS sólo encontró la punta de la madeja de uno de los grandes negocios de la pareja que se apresta a dejar el poder.
Y es que ambos están unidos a otro personaje de la historia contemporánea de la corrupción en Veracruz, Vicente Benítez, actualmente protegido por el fuero en la Cámara de Diputados, pero con una cauda de malos manejos que vienen desde la Secretaría de Finanzas y la de Educación, conocida su fortuna y bienes en Costa Rica, y bajo sospecha de estar colaborando con la nueva administración para no ser perseguido.
En la Cuenta Pública actual, hay varios millones de pesos señalados como presunto daño al paso de Vicente Benítez en la SEV, quien es la misma persona que da todo el apoyo al alcalde de Catemaco para imponer a su esposa como aspirante de Nueva Alianza a la Presidencia Municipal.

OBRAS INFLADAS

La administración de González Azamar suma un presunto daño patrimonial por $40,087,014.24, ubicándose entre los cinco municipios con más señalamientos de posibles saqueos al erario.
En lo documentado por el ORFIS destacan obras terminadas, pagadas, pero con mala operación; obras pagadas, pero a medias; obras abandonadas, y casi en todas las obras revisadas, trabajos inflados y “sobreprecios exagerados”.
Con el Centro de Desarrollo Comunitario, que registra posible daño por 817 mil millones de pesos de aportaciones del gobierno federal. La misma, casualmente, fue inaugurada por Azamar González, su esposa, y el diputado Vicente Benítez.
En la región los pobladores expresan que ese centro es un elefante blanco, ya que sólo fue empleada para la foto. El documento del ORFIS indica que en la supervisión en sitio, los auditores la encuentran “sin terminar y abandonada” y sin fuerza de trabajo. En el análisis a los costos del último recurso invertido, se encuentran sobre precios, por ejemplo, una red de ETHERNET con jack RJ45 categoría 5, con un costo normal de 594 pesos en el mercado, el municipio la reportó pagada por 16 mil 637, y así otros siete conceptos más en donde hay exageración de los precios pagados por el ayuntamiento.
Otro ejemplo es la observación FM-032/2016/034 DAÑ, ya que el alcalde ordenó pagarle, sin licitar, a una empresa la cantidad de 815 mil pesos para el “desarrollo de Software para Instalación de Página Web”. Además de que no hay datos de la empresa que recibió ese pago, “no existe evidencia de la instalación y funcionamiento del software de conformidad con el contrato celebrado”.
En general, hay sobre costos y mala operación en todas las obras revisadas, tales como ampliación de la red de energía eléctrica en la calle Girasol y Nogales colonia el El Paraíso II ($1,382,149.19); rehabilitación del camino rural el Águila-Campo Miguel Alemán km 0+000 al 9+580, en colonia El Águila ($2,682,749.86); ampliación de red de drenaje sanitario calle Los Pinos, Framboyanes, San Isidro y el Amate de colonia Los Pinos ($2,870,587.26)…
Más ampliación de drenaje sanitario en colonia Antorchista, localidad Catemaco ($1,753,653.42); construcción de tanque de almacenamiento de agua potable en Zapoapan de Cabañas ($1,116,065.62); construcción de parque recreativo Las Araucarias ($2,306,764.26).

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