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México (EFE).- Más de 15.1 millones de mexicanos, la mitad de los asalariados, no ganan lo suficiente para comprar una canasta básica para su familia porque «hay empleos que son fábricas de pobreza», denunció este lunes la asociación civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Al publicar el reporte del Observatorio de Trabajo Digno, la organización informó que 78% de los trabajadores mexicanos, 25.5 millones, no tiene un empleo «digno», lo que incluye un salario suficiente, seguridad laboral, días de descanso, libertad de asociación y acceso a servicios de salud y seguridad social.
Aunque reconoció que hay una tendencia global de precarización en el empleo, Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, advirtió que estas características de indignidad laboral son particulares a México, donde se «puede trabajar y ser pobre».
«Totalmente deplorable, indigna (la situación). Yo creo que lo que muestran estos datos es que, así, el trabajo no es una puerta para salir de la pobreza. Y eso es muy grave porque si no es el trabajo la forma de salir de la pobreza, ¿entonces cómo?», argumentó Gómez en rueda de prensa.
En México, hay 52.4 millones de mexicanos que viven en pobreza, un 41.9 % del total de la población, según los últimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), actualizados en 2018.
Al asumir el poder en diciembre pasado, con el lema «primero los pobres», el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció subir el salario mínimo, garantizar el acceso universal a la salud, fomentar la libertad sindical y programas sociales para combatir el desempleo juvenil y transferir efectivo a personas de bajos ingresos.
Gómez consideró que hay avances en el nuevo gobierno, con la reciente aprobación del Instituto de Salud para el Bienestar, que busca la cobertura universal, y con la reforma laboral, que pretende afianzar la democracia sindical y establecer nuevos mecanismos de justicia laboral.
Aun así, advirtió como desafíos que el 43% de los trabajadores carecen de seguridad social, 53% no cuentan con un contrato estable y 87% no están afiliados a algún sindicato.
«Estamos en el peor de los mundos: los trabajadores indefensos, los trabajadores con bajos salarios y sin seguridad social», manifestó.
Para afrontar el problema, la asociación propone endurecer el combate a los mecanismos ilegales de subcontratación, conocidos como «outsourcing», e incrementar el salario mínimo, expuso María Ayala, responsable de Investigación y Datos de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Ayala aplaudió que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), conformada por gobierno, empresas y sindicatos, subió este año el salario mínimo general de 88.36 pesos diarios (4.6 dólares) a 102.68 pesos diarios (5.4 dólares), un alza mayor a la del 10.4% del año anterior.
«Sin embargo, la Constitución lo dice y también la lógica general, que el salario mínimo no debería alcanzar para una persona, sino para una familia. Entonces, lo que estamos proponiendo, es que el aumento al salario mínimo sea gradual y suba 30 pesos (1.57 dólares) ya mismo», señaló.
Pese a recalcar que solo hay regiones con «malas» condiciones y otras con «peores», la investigadora indicó que los estados norteños de Chihuahua, Baja California y Baja California Sur son los que presentan los indicadores más avanzados.
En contraste, comentó, las entidades del sur y el sureste del país presentan mayor rezago y, además, mayor proporción de pobreza.
«Eso nos da un poco más la luz sobre dónde está el problema. La pobreza y el trabajo están directamente correlacionados», aseveró.
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