Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz. 20 de julio de 2017 ESCALERAS: Miguel Ángel es la patria chica. Encarna a Veracruz. Sueña, incluso, con ser la patria grandota. El país, vaya. Impulsivo, colérico, volcánico, impaciente, demoledor, severo, terco, implacable, desencajado ante, digamos, los pillos y ladrones, peleador callejero, fajador de cantina, bravo y bravucón, sísmico.
Miguel ángel anuncia el hombre nuevo de Veracruz que nuevos son, qué caray, los hombres cada seis años.
Pero en su caso, el hombre nuevo (y que también anunciaran Carlos Marx, Federico Engels, Tomás Moro, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Francisco Madero y José Vasconcelos, entre otros, y hasta Adolf Hitler con la raza pura) pasa por la hoguera pública.
Por ejemplo, la guerra sin cuartel contra las pillerías de sus antecesores, tanto Javier Duarte como Fidel Herrera Beltrán.
Y si lucha contra ellos en una feroz y agobiante estrategia penal significa que él mismo y los suyos, su gabinete legal y ampliado (ya despidió a cuatro) son ángeles de la pureza “a prueba de bomba”.
Los duartistas pillos, y ellos, los yunistas los más honestos de Veracruz en un país estrangulado por la corrupción política.
Tanto que, por ejemplo, declaró la guerra a “El peje” y hasta anunció (sin cumplir por ahora) que publicaría el expediente negro de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, de igual manera cuando como un loquito anunció ene número de veces que el primero de diciembre, 2016, revelaría una noticia bomba que estremecería y cimbraría al país.
Pero, bueno, ya lo dijo Vicente Fox, el presidente dispone y los otros descomponen.
Con todo, Miguel Ángel sigue cacareando el hombre nuevo, tanto que cada vez se parece a “El peje” con su república amorosa y que si uno y otro perdieran Los Pinos y la gubernatura bien podrían dedicarse a predicar la Atalaya.
BANDARILLA: AMLO dice, por ejemplo, que “lo que hoy se necesita es justicia, no venganza”.
Y Miguel Ángel ha preconizado que con tantos duartistas en el penal de Pacho Viejo (más los que están en la lista negra con denuncias penales, 67 en total) sólo están aplicando la justicia, y en ningún momento la venganza.
“El peje” habla que si llega a Los Pinos “no habrá represalias o persecución para nadie” de aquellos que en el imaginario social ha llamado “la mafia del poder” desde Carlos Salinas y Vicente Fox hasta empresarios “de cuello blanco” como les ha dicho.
Miguel Ángel, por el contrario, ha precisado que a nadie persigue, pues de por medio hay denuncias penales contra las pillerías del duartazgo y sólo está cumpliendo, además de una promesa de campaña, una legítima demanda social y que incluye, entre otras cositas, que los duartistas “devuelvan el dinero robado”.
AMLO dice que cuando esté en Los Pinos “ni odio ni perdón”, incluso, hasta cacarea en su discurso repetitivo la amnistía para todos.
Y en contraparte, desde el primer discurso como gobernador, Miguel Ángel ha precisado que ni odia ni perdona, porque en el caso se trata de expedientes judiciales y allá que la Fiscalía (su Fiscalía) aplique la ley.
“El peje” atrás de su hombre nuevo. Miguel Ángel, soñando con el suyo.
Y si Vasconcelos, por ejemplo, murió en el frente de batalla anunciando, como Jesús, “la raza cósmica”, AMLO alcanzará su utopía cuando entre a Los Pinos y Miguel Ángel cuando el primogénito se siente en la silla de gobernador que ahora ocupa.
El paraíso para uno y otro, sin que lo anterior signifique que el hombre nuevo ha sido creado.
Hombres nuevos serán ellos. Sólo ellos.
CASCAJO: Bendito sea el Señor, Buda, Alá, Mahoma, Jesús (el que sea), que por ahora Miguel Ángel sueña.
Pero por desgracia, siete y meses y veinte días después, ninguno de los 6 de cada diez habitantes de Veracruz declarados pobres, miserables, jodidos, desempleados y subempleados con salarios de hambre pueden soñar con un mundo utópico.
Tampoco pueden soñar los miles de migrantes de Veracruz en los campos agrícolas (en realidad campos de explotación) en el Valle de San Quintín y en Estados Unidos.
Ni las miles de trabajadoras sexuales que venden su cuerpo para llevar el itacate a casa y que han perfilado a Veracruz como el productor y exportador número de cortesanas en el resto del país.
Vaya, inverosímil: en los casi ocho meses de la yunicidad, la secretaría de Educación ha sido incapaz de pactar con los sindicatos magisteriales para que los profes trabajen la semana completa en las regiones indígenas, pues siguen impartiendo clases en las regiones étnicas sólo del día martes al jueves e impartiendo clases de nueve a doce horas, incluida media hora de recreo.
La realidad está clara:
La yunicidad lucha por alcanzar a plenitud “el orgullo de mi nepotismo” y el destino social de la población precaria le vale, de igual manera como nunca, jamás, le valió a Javier Duarte.
Y todavía en son de mofa, la secretaria de Desarrollo Social, Pocahontas Indira, se viste de indita y se pone sus pestañas postizas y se va Mixtla de Altamirano y lleva una estufa SEDESOL y se pone a echar tortillas delante de las mujeres y se toma sonriente la fotografía para las redes sociales y los medios impresos.
Peores, claro, eran Alberto Silva y Jorge Carvallo y Marcelo Montiel Montiel cuando entre los tres anunciaron que sacarían de la miseria a tres millones de indígenas en el duartazgo.
Los únicos que salieron de pobres fueron ellos.
El hombre nuevo sólo está concebido para las elites políticas.
Los jodidos, dijo Marcelo Montiel en la SEDESOL, “están jodidos… porque quieren”.