Redacción / El Piñero.-
Patricia García, empleado doméstica por 15 años, dejó de laborar en la casa de quien se considera “La Patrona” de Felipe Reyes Álvarez, diputado federal plurinominal (de esos que ganan sin haber hecho ningún trabajo de promoción) sin pago justo de prestaciones e incluso difmando su nombre.
Alejandra Barrales, la ahora presindenta del PRD, quien hasta hace poco habia escondido una mansión ubicada en Miami, y que a su vez, el gobierno americano habia embargado, ahora lleva a cabo una de las peores bajezas que puede hacer alguien que se ostente como “patrón”; acusar sin fundamento a su empleada de robo y aparte, despedirla sin pago justificado de sus prestaciones.
Alejandra Barrales, inició sus empleos como sobrecargo de lineas de aviación (antiguamente se les llamaba azafatas) y póco a poco empezó a esclar la cúspide política.
Inició como secretaria de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, Diputada local en la Ciudad de México en dos ocasiones, Secretaria en el Gobierno de Michoacán, presidenta del PRD en el entonces DF, Secretaria de Turismo con Marcelo Ebrard, de Educación con el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y Senadora.
Patricia García relata los hechos de manera adusta y concreta, sin adornos, sin pretensiones, como quien recuerda el momento mas amargo de su vida.
“Ese día comencé a trabajar normalmente y me pidió que subiera a la recámara porque le iba a dar unas cosas a su hermana… me preguntó que si dónde estaba lo que estaba en esa maleta… ‘veme diciendo dónde está lo que estaba en esa maleta porque si no ya te está esperando la Policía afuera’.
“Le dije ‘yo no sé nada que había en esa maleta’… sólo Dios y ella porque yo nunca supe que tenía esa maleta; de hecho de lo pesada que estaba ni la movía, yo nunca moví esa maleta”, relató la señora con 32 años de experiencia como trabajadora doméstica.
“Después de eso me dijo que me llevarían a mi casa y el chofer buscaría lo que tenía esa maleta; yo le dije que fuéramos, que no era una ladrona y se lo había demostrado desde hacía 15 años cuando era sobrecargo y llegaba a la casa preguntando qué había de comer… al final no quiso y me pidió que terminara mi trabajo a lo cual me negué y luego el chofer me dejó en un sitio de taxis”, recordó García Fuentes.
Por el tiempo que laboró en la casa de Barrales, le tocó a esa ama de llaves ser testigo mudo del ascenso al poder de Alejandra Barrales; desde ser una sencilla sobrecargo que jalaba su maletita de ropa hasta empezar a ambicionar cada vez mas dinero.
“Perfumes, ropas y zaptos caros,joyas y maquillajes que costarain una fortuna, nada de eso me robé en los 15 años que trabaje con la señora Barrales”, comenta Doña Patricía.
García aseguró que en su experiencia laboral no le había pasado algo así con alguno de sus patrones, con quienes guarda una relación de respeto y cordialidad. Incluso, a la fecha, con quienes la recomendaron con Barrales.
“Me callé mucho tiempo por miedo, por miedo de no decir nada… por sus influencias a lo mejor me metía a la cárcel; ahora veo los videos que promueve y me enojo pues son puras mentiras, nada de lo que dice es verdad, ni ayuda a las mujeres ni a nadie, ella no es así, no ayuda a nadie.
“Yo veía como le llegaban peticiones de gente humilde, anciana y rompía las cartas y las tiraba… yo vi muchas cosas, pero por respeto a la casa me quedo callada. Alejandra es una mala mujer”, sentencia García.