Sonia Sánchez Ballestero
México.- Investigadores de la Universidad de Bonn han hallado una sustancia en las hojas de esta común planta que frena la reacción asmática en ratones
El coralberry o baya de coral –ardisia crenata– podría servir, según un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine, para desarrollar un nuevo fármaco contra el asma. Esta planta, utilizada comúnmente como adorno navideño por sus llamativas bayas brillantes rojas, contiene en sus hojas una sustancia llamada FR900359, que es capaz de frenar casi completamente el estrechamiento de las vías respiratorias que se produce durante los procesos asmáticos.
La sustancia, que hasta ahora solo ha sido probada en ratones, tiene un efecto más duradero y presenta menos efectos secundarios que el medicamento actualmente más utilizado contra el asma, el salbutamol. El asma, que se caracteriza por una inflamación de los bronquios y provoca en los pacientes la falta de aire –disnea-, tos y sibilancia en el pecho al respirar, se produce cuando las proteínas Gq, controladoras del tono –dilatación o constricción- de las vías respiratorias, reaccionan ante un alérgeno externo al organismo y desencadenan la contracción de las vías. Los investigadores han descubierto que la sustancia FR es capaz de silenciar esa respuesta de las proteínas Gq en las vías respiratorias de cerdos y humanos ex vivo – tejidos biológicos en ambientes artificiales fuera del organismo- y en ratones in vivo. “Este nuevo compuesto frena a las proteínas Gq, las moléculas que señalan las células donde producirá la reacción”, explica Daniela Wenzel, líder del estudio.
“Cuando inhibimos la actividad de las proteínas Gq con FR900359 conseguimos un efecto mucho mayor que con otras sustancias”, explica Michaela Matthey, otra de las científicas que ha participado en la investigación. La utilización de esta sustancia apenas generó efectos secundarios porque actúa directamente sobre el tracto respiratorio y llega muy poca a la circulación sistémica – desde el ventrículo izquierdo del corazón hacia todas las partes del cuerpo, a excepción de los pulmones, y su vuelta a la aurícula derecha del corazón -, por lo que no influye en la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca.
Apenas se conocían los beneficios del coralberry
El coralberry, una planta nada exótica, ya que puede encontrarse en cualquier jardín, ha sido ignorada por la ciencia durante mucho tiempo hasta que, a los investigadores del Instituto de Biología Farmaceútica de la Universidad de Bonn, Alemania, lograron aislar la sustancia de sus hojas, FR900359, y se les ocurrió usarla como principio activo para la creación de un medicamento contra el asma.
Durante un ataque, los asmáticos sufren un estrechamiento de los bronquiolos, por lo que los tratamientos actuales actúan como broncodilatadores relajando la actividad muscular de los bronquiolos y reestableciendo así la respiración normal. El estudio ha demostrado que la sustancia FR900359 es muy eficaz para prevenir la contracción de los músculos bronquiales, “sin embargo, hasta ahora sólo hemos probado la sustancia en ratones asmáticos”, explica Wenzel. “Hemos sido capaces de evitar que los animales reaccionen a los alérgenos como los ácaros del polvo”, continúa la investigadora.
Todavía se desconoce si la sustancia es adecuada para su uso en personas, aunque los científicos han demostrado que las células musculares bronquiales y las vías respiratorias humanas han reaccionado igualmente bien en una placa petri. Sin embargo, son necesarias multitud de pruebas y años hasta su aplicación.