Luis Velázquez /Escenarios
04 de junio de 2018
UNO. Karime, la polémica
La pasión desbocada y huracanada del momento se llama Karime Macías.
La mitad de la población de Veracruz y la otra mitad (y quizá del país) a favor y en contra.
Incluso, hasta AMLO y su bodoque jarocho se han metido en el huracán como si la palabra de ellos fuera homilía categórica.
Y más ahora cuando la Fiscalía la ha declarado prófugo de la justicia, y aun cuando la Interpol (organización Internacional de Policía Criminal) la puede buscar en 190 países, se han concentrado en unos ocho, incluida la Gran Bretaña, de su preferencia.
Karime, de la gloria al infierno.
Nada, ni un sexenio completo, ni un día, vaya, de mayor esplendor en el duartazgo, justifica los días y noches de pesadilla que ahora vive y padece Karime y sus hijos y su familia.
Más allá de considerarse inocente, víctima, digamos, de la yunicidad, de por medio hay una denuncia penal, y de la misma Fiscalía, en su contra, y mientras la ley se aplica, a huir se ha dicho.
Y lo peor, el gobernador Yunes ha rechazado cualquier tipo de negociación política para evitar la cacería de Karime.
DOS. Yunes, el implacable
Veracruz ha tenido 75 gobernadores desde el primero, 1824/1825, con Guadalupe Victoria.
Y nunca un jefe del Poder Ejecutivo en funciones ha procedido en contra de la esposa de un antecesor.
Y en el caso de un gobernador en funciones en contra de un ex gobernador, y hasta donde se sabe si bien sabe, cuando menos, en el siglo XX, sólo Miguel Ángel Yunes Linares ocupa el primero y único lugar.
Al momento, lleva tres antecesores presos.
El primero, Dante Delgado. El segundo, Javier Duarte. Y el tercero, Flavino Ríos.
Ahora, se ha vuelto el primero en proceder en contra de una esposa.
La Interpol, a petición de la Procuraduría General de Justicia de la República, PGR, visto bueno del presidente tlatoani, Enrique Peña Nieto, sigue la pista a Karime para ser detenida, extraditada y puesta a disposición de las autoridades locales.
Hasta un libro, “Merezco abundancia” de Isabel Arvide y Claudia Guerrero, ha sido publicado sobre su tiempo en el palacio de Xalapa.
“El gran escape”, o “Tiempo de desdén”, podría llamarse un segundo libro sobre Karime, pues desde la orden de aprehensión el 27 de mayo la realidad social y política se ha vuelto más importante que la ficción más intensa y ardiente.
TRES. Karime, en el centro del vértigo
Veracruz se ha fracturado una vez más. El caso Karime, en el centro del vértigo.
En el siglo pasado, y de acuerdo con la cultura priista, las esposas de los políticos eran intocables por más y más ilícitos que cometieran, incluso, hasta co-gobernando con sus maridos, la fuerza real atrás del poder.
También en el siglo anterior eran intocables el presidente de la república, los soldados y los marinos y la Virgencita de Guadalupe.
Ahora, no obstante, y digamos en nombre de la democracia subyacente en la vida cotidiana, los presidentes y los gobernadores, y el Ejército y la Marina, y las esposas de los políticos encumbrados son tocables, y sujetos, claro, más que al escrutinio público, a un proceso penal.
Tan es así que hay varios ex gobernadores presos como Javier Duarte, Roberto Borge, Eugenio Flores Hernández, Tomás Yarrington, Guillermo Padrés, Andrés Granier y Mario Villanueva, entre otros.
Pero nunca, jamás, la esposa de un ex gobernador ha sido puesta en la picota.
Claro, en Quintana Roo, la madre de Roberto Borge se amparó la semana anterior pues la lumbre le ha llegado.
La esposa de Mario Villanueva, ex gobernador de Quintana Roo, nunca fue tocada.
La esposa de Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla, es candidata del PAN, PRD y MC a la silla embrujada del palacio que antes usufructuara el marido.
El hijo del panista Guillermo Padrés, ex de Sonora, estuvo preso un ratito pero fue liberado y nadie ya se ha metido con él.
Karime Macías, la primera esposa de un ex gobernador en el camino al infierno.
¡Ay, el tiempo sexenal cuando las elites priistas y sociales le rendían culto y pleitesía!
CUATRO. “Nadie escarmienta en cabeza propia”
La historia está llena de historias de corrupción.
Pero como dice el proverbio, “nadie escarmienta en cabeza propia”.
En Karime se reproduce, por ejemplo, la historia de la madre de Anastacio Somoza, cuyo padre también fue presidente y dictador de Nicaragua.
El día cuando el Ejército Sandinista ganó la guerra a Somoza su madre estaba de compras en Estados Unidos y le avisaron que se quedara en Washington, pues su hijo había sido derrocado.
Entonces, la mama lanzó la siguiente pregunta bíblica:
“¿Pues qué Nicaragua no era nuestra?”.
Karime, igual que Javier Duarte, y parte de los duartistas, confundieron al gobierno de Veracruz con una gigantesca hacienda porfirista, con todo y capataces y campesinos, indígenas, obreros y el derecho de pernada.
Incluso, acusada del presunto desvío de 1112 millones de pesos en el DIF estatal, en la conseja popular se antoja poco el daño patrimonial, pero, bueno, y por ahora, ha sido suficiente para dictar la orden de aprehensión y solicitar a la PGR la ayuda internacional de la Interpol.
Ya pueden sus encendidos defensores seguir empujando la carreta.
Luego del juicio del pueblo, el proceso penal está en la cancha.