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La política, un circo; Veracruz, pueblo jodido

El Piñero

Luis Velázquez Barandal

Veracruz, 22 de julio de 2017 ESCALERAS: La política ha terminado en un circo. El reality-show en su capítulo estelar. Y por todos lados. Y ningún político se salva. Lo dijo el filósofo Javier Duarte cuando dejara el penal militar de Guatemala, camino a la extradición: “Que el show comience”.

Incluso, la defensa light que los Ministerios Públicos de la PGR hicieron en la primera audiencia penal a Duarte y que ha llevado a la mitad de la población y a la otra mitad a pensar que hacia el final del proceso el mundo terminarán pidiendo perdón al ex góber tuitero.

Más circo nunca antes pudo expresarse cuando el abogado de la Academia de Derecho, José Elías Romero Apis, comparara a Enrique Peña Nieto con José María Morelos, Venustiano Carranza y Benito Juárez, los santos inmaculados de la patria.

Circo, cuando por ejemplo, Ricardo Anaya, presidente del CEN del PAN de 39 años, le apodaban “El cerillo”, se reunió con los diputados del Parlamento Europeo, y les dijo que él significa la salvación de la patria… de cara a la elección presidencial del año entrante.

Circo, claro, con el desafuero de la ex diputada local, Eva Cadena, que todavía sigue luchando, pues ahora la llamada Comisión de Honestidad (¡vaya nombrecito!) y Justicia de MORENA vuelve a ratificar su exclusión, porque “utilizó el cargo público para reflejar su ambición por el dinero”.

Circo… cuando de pronto, zas, descubren, muchos años después, que un hermano del ex Papa, el Papa emérito, Benedicto Ratzinger, está involucrado en el abuso sexual de 547 niños alemanes, y que recuerda el perdón que el ex Sumo Pontífice otorgara al curita Marcelo Maciel Maciel, quien en su enfermedad sexual ultrajara a sus hijos.

Circo, cuando ahora que está en el poder político en Veracruz, siete panistas levantan la mano para ser candidatos al Senado de la república, y como son Pocahontas Indira, Julen Rementería, Joaquín Guzmán Avilés, Pepe Mancha, Víctor Serralde, Enrique Cambranis y Germán Yescas.

 

BARANDILLA: Circo… en su máxima expresión cuando Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac Murillo y María Georgina Domínguez Colio, presos en el penal de Pacho Viejo, se declaran ángeles de la pureza, luego de todo lo que hicieran en el duartazgo.

Circo, cuando cinco, seis académicos de la Universidad Veracruzana levantan la mano para ser candidatos a la rectoría, conscientes y seguros de que Sara Ladrón de Guevara está ultra contra súper amarrada.

Circo… cuando el CEN del PRI atribuye a la reforma energética de Peña Nieto el hallazgo de un yacimiento más de petróleo en el Golfo de México, con lo que, dice, “se fortalece la estrategia de abrir de abrir” Pemex a la inversión extranjera.

Circo, en que terminó la denuncia de la diputada Cinthya Lobato Calderón de que su homólogo, He Man Sergio Hernández, gasta el erario en “borracheras, drogas, mujeres y orgías”.

Circo… andar cacareando que la seguridad pública se ha restablecido en Veracruz con la Gendarmería, la Policía Federal, la Policía Militar, el CISEN y los marinos y los soldados, cuando el río de sangre y el valle de la muerte se disparan.

Circo, seguir culpando a Javier Duarte de todos los males de la caja de Pandora en el territorio jarocho, pues ya transcurrieron siete meses y 22 días y la yunicidad sigue en el limbo.

Circo… del secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez, cuando en el Congreso repitiera el viejo estribillo de que Fidel Herrera recibió doce millones de dólares de los Zetas y cuya versión original acreditan a Miguel Ángel Yunes Linares.

Circo… que mientras en América Latina siguen acusando a la empresa brasileña, Odebrecht, de la compra de políticos para sus negocios, y hasta un ex presidente de la república esté preso, en Veracruz, le concedieran durante 35 años el manejo del agua y que tan mal está otorgando el servicio del líquido, mientras el alcalde Ramón Poo Gil irá al Congreso, como si fuera empleado de la trasnacional, para su defensa.

 

CASCAJO: Circo, pedir que Duarte sea acusado de desaparición forzada por la muerte de diecinueve reporteros y fotógrafos en su sexenio.

Más circo cuando, por ejemplo, ha trascendido que el exfiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, y el Fiscal Jorge Wínckler Ortiz, se llevan muy bien, ligados por el maestro Marcos Even Torres Zamudio y hasta por el jefe de la policía federal, Camilo Juan Castagné, asesinado con dos compañeros más en el restaurante “La bamba”, en tanto la pobrecita diputada, Marijose Gamboa, sigue clamando justicia por los nueve meses internada en el penal de Tuxpan.

El show político sigue. Es una telenovela exitosa con muchos, demasiados capítulos.

Los pobres y los jodidos, jodidos y pobres están y seguirán. Y lo peor, con todo y Pocahontas Indira y Heidi Anilú, las máximas responsables del desarrollo social en Veracruz, ninguna lucecita alumbra el largo y agobiante túnel de la miseria. Miseria económica, miseria laboral, miseria educativa, miseria de salud, miseria de seguridad y miseria espiritual, pues hasta el legítimo derecho a soñar han perdido.

Lo único que por fortuna hace la vida más llevadera, soportable y respirable son los setenta años de Martha Chapa, los éxitos de Salma Hayek en Europa, las fotos de Ana de la Reguera en revista para hombres y el envidiable copetito de Donald Trump.

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