Luis Velázquez Diario de un reportero
27 de abril de 2019
DOMINGO
Reporteros en un motel
La política de Comunicación Social del sexenio de AMLO es así, a tono, digamos, con la austeridad republicana y la pobreza franciscana:
El domingo 21 en la noche, los reporteros de la fuente presidencial fueron hospedados en un motel que al mismo tiempo es hotel. Está ubicado en la avenida Primero de Mayo de la ciudad de Veracruz.
La mitad de las instalaciones es hotel. Y la otra mitad, motel.
El primer hallazgo o descubrimiento fue que tenían disponibles cuatro canales pornos para dormir arrullados con los quejidos humanos y gritos estentóreos.
Además, y como siempre para quizá combatir a los pillos y ladrones, el control de la tele amarrado con un cable.
Se ignora si fueron hospedados en un motel porque de acuerdo con el nuevo estilo de gobernar y ejercer el poder, cada medio paga (y desde hace rato) los gastos de su enviado especial.
En tanto, y como dijo un reportero, el presidente de la república y su gabinete legal se hospedaron en un hotel fifí.
Y ni hablar, la vida es así, luego del cochinero del ex presidente priista, Enrique Peña Nieto.
LUNES
Mariscada a orilla del mar
A las 5 de la mañana del lunes 21, los reporteros fueron citados para estar listos y bañaditos para asistir, primero, pendientes, a la junta diaria que el presidente tiene con su gabinete para dar seguimiento a la ola de violencia en el país.
Y más, para cuando entonces, la matanza de Minatitlán (13 muertos, entre ellos, un bebé y 5 mujeres, una de ellas, estudiante de la Universidad del Valle de México, campus Puebla) estaba en la prensa internacional como el peor infierno de Veracruz en la era AMLO y Cuitláhuac.
Hacia las 7 de la mañana estaban instalados en el auditorio del Centro Naval para la conferencia de prensa mañanera.
Entonces, el desayuno fue el siguiente:
Una medianoche, un café y una canilla.
El desayuno fue con cargo a la Cuarta Transformación del País.
El día anterior, domingo 21 habían comido marisquitos (camarones al coco) y solo, solo, solo, una cervecita (un cuartito, ampolletitas le llaman, por persona) en la Escuela Naval de Antón Lizardo, a la orilla del Golfo de México, en un restaurante de lujo, en tanto los reporteros locales fueron enviados en un autobús de la Marina al centro urbano de la ciudad de Veracruz.
A comer, claro, en sus casas.
La austeridad republicana y la pobreza franciscana, ya se sabe.
MARTES
Vocero fifí
Algunos reporteros quedaron atónitos, sorprendidos.
Por ejemplo: mientras ellos fueron levantados a las 4 de la madrugada para estar pendientes de AMLO, la secretaria de Gobernación llegó a la conferencia de prensa mañana hacia las 7:20 horas, aproximadamente.
¡Ah!, pero el director de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, Iván Luna, se paseó en Antón Lizardo el día anterior arregladito como un fifí, sabadaba, con lentes oscuros, sin saludar a nadie.
Y es que antes, mucho antes, el vocero solía acercarse a los trabajadores de la información y saludarlos.
Ahora, sin embargo, encaramado en el poder sexenal, poder efímero, tan efímero que suele terminarse en el penal de Pacho Viejo (ya van dos voceros de Miguel Alemán Velasco a Miguel Ángel Yunes Linares), el vocero espera que los reporteros, fotógrafos y camarógrafos lo saluden.
A veces, algunos. Otros, sin embargo, conservan la distancia de que hablaba Daniel Cosío Villegas ante el Príncipe, y ni siquiera de lejos el saludito, digamos, institucional.
MIÉRCOLES
Faraónico tiempo priista
¡Vaya el tiempo aquel del priismo!
La fuente presidencial, instalada en el mejor hotel.
La sala de prensa, con edecanes sabrosas y suculentas… a las órdenes.
Y como decía Pericles Namorado Urrutia, ex procurador de Justicia de Veracruz y ex diputado local y federal y ex alcalde tuxpeño, “si el festín ha de ser de carne y licor… que sea en abundancia”.
Whiskazos para todos, y en abundancia.
Y en la nochecita, fiestecita en un antro con un ejército de cortesanas.
Además, un sobrecito a nombre del gobernador con buen billetito en la bolsa de la camisa o la guayabera para gastos extras.
Y publicidad oficial del gobierno local para destacar la gira del presidente en la entidad federativa y en donde, claro, el góber fuera citado, hasta con foto privilegiada en portada.
Una vez, José López Portillo presidente, gira en Guadalajara, el vocero del gobernador se escondió cuando los reporteros, todos en el antro, acompañados de damitas, debían pagar la cuenta.
Nunca apareció. Entonces, los reporteros se cooperaron entre sí, incluso, hasta dejando sus relojes, para cubrir el pendiente.
Y al mismo tiempo, se pusieron de acuerdo para inventar unas declaraciones en contra del gobernador y que publicadas en todos los diarios a 8 columnas, imposible desmentir porque todos traían la nota.
JUEVES
El gurú, el tlatoani
El Príncipe es el Príncipe.
Y así gire su filosofía discursiva alrededor de las frases populares, célebres y bíblicas (“Me canso, ganso, ya me colmaron el plato, la calumnia cuando no mancha tizna, tengo miedo, pero no soy cobarde; vamos a cortar el copete de los privilegios, no soy rehén de nadie, conozco a la prensa fifí aunque se disfracen, etcétera), es el Príncipe y cualquier declaración merece la portada, a veces, a 8 columnas, incluso, cuando su dedito dice lo que dice…
Por eso, el frenesí y la euforia reporteril local para tomarse una foto con el presidente luego de la conferencia de prensa mañanera, luchando cada quien para abrirse paso a codazos y posar a su lado, incluso, encaramando casi casi la quijada en su hombro.
Es más, hay magnates periodísticos que viajan ex profeso a la tierra prometida donde AMLO llega nomás para saludarlo y estar presente y de paso, quizá, solicitarle algún pendiente, digamos, en nombre de la antigua relación amical.
VIERNES
Maicear a la prensa
Cosas de la vida, mejor dicho, de la pobreza franciscana:
Según los reporteros de la fuente en Xalapa crearon nueva elite periodista. Les llaman “Los wincklerioristas”, la conjunción del apellido Wínckler y la descripción de un trabajador de la información, para referirse a quienes “tiran incienso” al Fiscal y, claro, revientan ruedas de prensa incómodas.
Digamos, el mismo fenómeno político, social y comunicativo del tiempo de Javier Duarte con su “Cartel de Palacio”, en que figuraban el grupito de columnistas afines llevados al paraíso por la primera vocera duartiana.
El Fiscal también reproduce la filosofía de Porfirio Díaz Mori de maicear a la prensa.
Por ejemplo, de acuerdo con las versiones hay un cabildero mediático por ahí que a nombre del Fiscal maicea a uno que otro diarista.
Y si el reportero resiste entonces pronuncia su frase bíblica para convencer:
“No te pelees con el billete” les dice que dicen por ahí quienes han sido invitados al paraíso winckleriano.
Quizá tendrá razón, pues muchos años antes, en el siglo pasado, César “El tlacuache” Garizurieta, decía que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Por eso quizá, el secretario de Seguridad Pública tiene de igual manera sus cabilderos pidiendo una tregua a uno que otro medio para minimizar, olvidar mejor dicho, que Veracruz chorrea secuestros, desapariciones, asesinatos y fosas clandestinas.
La comunicación social del gobierno en sus diferentes niveles y decibeles. El estilo personal de ejercer el poder y gobernar, ajá.