Por: Luis Velázquez
Veracruz, México.- Es la hora de las definiciones de la prensa en Veracruz. Está con Fidel Herrera Beltrán, el góberfogoso rojo, o está con Miguel Ángel Yunes Linares, el góber fogoso azul.
El fogoso rojo renunció en común acuerdo con Los Pinos al consulado en Barcelona para vivir en Veracruz y enfrentar al fogoso azul.
En medio, la prensa escrita, hablada y digital.
El lector verá si los medios cumplen con la sencilla tarea de contar la historia tal cual.
O si por el contrario, toman partido de un lado o del otro.
Ya por simpatía con Fidel o con Yunes.
Incluso, ya por convicción política y social.
Ya porque como siempre ha ocurrido sean financiados y se venda al mejor postor.
Ya porque le deban pendientes a uno o al otro.
Ya porque sus cabilderos políticos, sociales y económicos sean más efectivos.
Ya porque los tengan amarrados, incluso, arrodillados, y ni modo, favor con favor se paga.
Ya porque sean intimidados, azorados, doblados.
Ya, porque simple y llanamente, uno y otro sean noticia, y ni hablar, la furia volcánica entre los dos, actores políticos, venda periódicos y levante el rating.
Ya por el morbo.
Ya por el chismarajo.
Ya porque de orilla al Golfo de México, y por alguna razón geográfica, hidrológica, todos los porteños del mundo son chismosos por naturaleza.
Ya porque se trata de dos ex amigos que antes se estimaban y desde hace unos 20 años, o más, se odian… con odio jarocho, vaya, claro.
Ya porque uno fue priista y ahora es panista y el otro sigue militando en el PRI, y en todo caso, se trata de dos concepciones del poder, aun cuando AMLO habla de un
PRIAN.
El caso es que en la pasión desaforada del fogoso rojo y el fogoso azul, la prensa de Veracruz, y también uno que otra de la Ciudad de México, ha de definir su política editorial.
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Si vamos a la historia, la mayor parte de la prensa ha sido así:
En el sexenio 1992/98, por ejemplo, fue Chirinista.
En el sexenio 1998/2004, Alemanista.
En el 2004/2010, Fidelista.
En el 2010/16, Duartista.
Ahora, y mientras termina de ajustarse y reajustarse, Yunista.
Simple “cambio de piel” diría Carlos Fuentes en su novela.
Es decir, la prensa se ha movido según los santos y supremos intereses políticos, sociales y económicos, aun cuando, claro, económicas sería el vaso comunicante, el eje
rector, el epicentro de su filosofía mediática.
Y más, porque la mayoría vive del subsidio oficial.
Y más, porque muchos, muchísimos logran negocios adicionales con el gobernador en turno, el más conocido, obra pública.
Incluso, negocios editoriales, como por ejemplo, la impresión de propaganda y hasta de libros y papelería en sus imprentas comerciales.
Peor tantito: la mayoría depende tanto tantotanto del subsidio oficial que si de pronto, zas, les cierran la llave de la secretaría de Finanzas y Planeacion, digamos,
porque se están portando mal, en automático entran en crisis económica, incluso, hasta para pagar la nómina.
Y por eso, la docilidad y la servidumbre.
Ya se verá el camino que siguen.
De entrada, los dos fogosos pronunciarán la misma frase que Ronald Reagan solía decir en la Casa Blanca a los reporteros:
“¿Estás conmigo o estás contra mí?”.
Y tal definición dependerá, veinte y las malas, al billete fácil.
Y según “el sapo… será la pedrada”.
Como si fuera una subasta en tianguis popular.
Así ha ocurrido siempre y nada, absolutamente nada indica que las cosas hoy, de pronto, cambien y mejoren, digamos, para bien de la democracia, democracia que,
entre otras cositas, significa pensar en el bienestar social del millón de indígenas y de los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros.
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El fogoso azul está en el pandero y tiene todo el margen del mundo para operar con los medios.
El fogoso rojo es millonario y regresará a Veracruz “antes de fin de mes” con todo el apoyo federal para recuperar la plaza estatal, además de que bien podría cobrar
favores.
Y más, porque una parte sustancial de los magnates periodísticos se rigen con un principio universal como es “borrón y cuenta nueva”.
También, claro, con la enseñanza universal de que “muerto el rey viva el rey”.
Sólo que en el caso, y de ser así, y ante la elección de los 212 presidentes municipales, y el descalabro priista luego del 5 de junio, el fogoso rojo es el único que podría,
digamos, cimbrar las entrañas del fogoso azul y su partido.
Y al lado de los dos, y/o en todo caso, enfrente, la prensa… tomando partido.
Así tengan una baja y ridícula circulación y rating y sólo sean leídos y escuchados por las elites políticas riñendo por los cargos públicos y el erario, pues la mayoría
poblacional es ajena a tales pasiones, ambiciones y codicias.
Y es que ni modo de “curarse en salud” diciendo que a los indígenas de la sierra de Zongolica, por ejemplo, de Huayacocotla, o de Uxpanapa, les interesa y se ocupan y
preocupan del pleito entre Fidel y Miguel Ángel.
Les vale.
Y les vale porque nada significan para su bienestar social atrapados y sin salida en la jodidez.
Los políticos, todos, y más, mucho más, los encumbrados, los dueños del poder público, unas elites. Y la prensa, otra elite.
Unos cuantos (¿diez mil, veinte mil, treinta mil?) frente a los 8 millones de habitantes de Veracruz, seis de cada 10 de los cuales en la miseria y la pobreza como ha documentado el CONEVAL.
