Redacción El Piñero
Oaxaca, México.- Esta es la cruda realidad hospitalaria en la Primavera Oaxaqueña: el Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso, ubicado en la colonia Reforma de Oaxaca Capital, ha vuelto a ser el epicentro de la preocupación ciudadana. Esta vez, la mirada crítica se centra en los elevadores, cuyo colapso ha dejado al personal de salud enfrentándose a un desafío vertical sin precedentes.
Y es que los camilleros, lejos de realizar su labor de manera eficiente, ahora se ven forzados a realizar un auténtico maratón escalonado con pacientes a cuestas. La carencia funcional de los elevadores ha convertido cada traslado en un acto de riesgo, desafiando las leyes de la gravedad y poniendo a prueba la resistencia física de quienes se encuentran al servicio de la salud.
Las denuncias revelan que incluso el único elevador que aún operaba ha sucumbido ante la presión, dejando a la institución con una maquinaria vertical totalmente inoperante. El caos se instala entre los pasillos del hospital, donde las camillas se deslizan por las escaleras como si fueran trampolines en una exhibición circense, en lugar de medios seguros para el traslado de pacientes.
Los pacientes, ya enfrentando sus propias batallas de salud, ahora se encuentran en una especie de montaña rusa imprevista, subiendo y bajando escalones con el incierto compás de las averías técnicas. La pregunta que resuena en la mente de muchos es: ¿hasta cuándo durará esta travesía vertical?
El Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso se enfrenta ahora a una crisis de elevadores que va más allá de las piezas mecánicas desgastadas. Es un reflejo de las carencias estructurales que ponen en entredicho la capacidad del sistema de salud para afrontar los retos más básicos, elevando el peligro al mismo nivel que la urgencia médica.