Lo que le queda al Partido Verde luego de la jornada electoral del domingo son 23 curules en el Congreso de Chiapas y 28 municipios en esa entidad, revelan las cifras del PREP. No obstante, aunque no alcanzó el 3 por ciento legal a nivel federal, mantendrá su registro por ganar más del 4 por ciento en la elección de los nuevos integrantes del Congreso de la Unión.
Analistas políticos aseguraron que a este partido –sin posturas medio ambientales y que en su momento negoció con el PAN (en 2000) y luego con el PRI (en 2012)–, esta vez no le funcionó su estrategia de “oportunismo”. No obstante, conservará curules, acceso a medios y recursos públicos, que es “lo que le interesa”.
Ciudad de México (SinEmbargo).– El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) estuvo a un tris de perder su registro como partido y con ello los recursos públicos de los que se beneficia, de acuerdo con las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). En 2018, año de elección federal, recibió más de 578 millones de pesos.
“A ellos lo que les interesa es el dinero público que reciben por tener un partido público con registro”, aseguró el analista político Enrique Toussaint. “Son partidos rémora que necesitan estar comiendo y que sus poquitos diputados se conviertan en recursos y apoyos económicos”.
En la elección federal, en la que fue en coalición con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y apoyó al candidato José Antonio Meade Kuribreña, obtuvo más de 822 mil votos, equivalentes al 1.80 por ciento de la preferencia, menos del 3 por ciento requerido legalmente. No obstante, se salvó de quedar fuera del mapa político porque en los comicios para renovar el Senado de la República ganó más de 1 millón 900 mil votos, 4.42 por ciento, y en Diputados logró poco más de 2 millones de votos, o 4.7 por ciento.
“Está librando el umbral mínimo”, dijo el politólogo Javier Martín Reyes, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Sus cálculos basados en el PREP exponen que el Verde tendría 16 espacios en Diputados de mayoría relativa y proporcional, y siete en el Senado, pero aclaró que son tentativos y pueden variar un poco con los resultados oficiales. “Es un partido que se ha logrado mantener de distintas formas a lo largo de la historia de la democracia en México”, afirmó.
Aunque los partidos Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES) se perfilan para perder su registro a nivel federal por no lograr el 3 por ciento, derivado de su participación y victoria en las elecciones del 1 de julio, tendrán presencia por tres años en las cámaras federales. Luego los candidatos electos pueden pasarse a otros partidos o no tener. El PES, con agenda conservadora-cristiana, tendrá más fuerza política que el Verde, ya que contaría con 55 diputados y siete senadores de mayoría relativa, aunque no gozarán del reparto de plurinominales. Panal solo contaría con 2 diputados y un senador.
“Desde 1997 han habido partidos políticos que han perdido su registro. Que no alcanzan el mínimo [antes era del 2 por ciento] es algo completamente normal en una democracia constitucional. Por ejemplo, el Partido Popular Socialista, México Posible, el Partido Social Demócrata…”, determinó Reyes, quien agregó que la coalición Morena-PT-PES tendrán mayoría simple en el Congreso, pero no así la calificada que es la que permite hacer reformas constitucionales.
Arturo Escobar y Vega y Jorge Emilio González, dos líderes del Partido Verde Ecologista de México, que es visto por analistas político como un modelo de negocios familiar. Foto: Cuartoscuro.
En las elecciones federales, las entidades que más votaron por el Partido Verde fueron Chiapas (178 mil votos), Guanajuato (52 mil votos) y Jalisco (47 mil votos), dice el PREP.
Durante este periodo electoral en que el Verde marcó diferencia con el PRI y rompió alianzas tradicionales a nivel local, también perdió su único bastión en Chiapas y en la Ciudad de México la candidata Mariana Boy quedó en tercer lugar pese a llenar de propaganda el transporte público.
Su única victoria fue ganarle al PRI el segundo lugar en el emblemático estado sureño, donde obtuvo 28 municipios de los 124 que lo conforman, pero se quedó sin distritos. Entre los ayuntamientos ganados figuran Palenque, Chiapa de Corzo, Tonalá y Villaflores.
“La elección de 2018 para el Partido Verde es una especie de tormenta perfecta”, aseguró el analista político Enrique Toussaint. El 2015, evocó, “los dejó muy golpeados” porque fue el partido más sancionado con millones de pesos mediante multas. Se saltó la ley electoral a través de la entrega de tarjetas Premium, pago para tuits de influencers en veda electoral y otros actos. Ante ello, ciudadanos demandaron quitarle su registro. Pero no sucedió y continuó con sus actos “demagógicos” y provocó la muerte de animales tras el cierre de circos.
La politóloga Marcela Bravo Ahuja dijo que el Partido Verde sufre “grandes contradicciones” internas y en estas elecciones no lo salvó su tradicional política “oportunista”, que había jugado con el PAN, con el PRI o solo, según le convenía.
EL PARTIDO DEL NEGOCIO
Luego de esta jornada, en los próximos años el Partido Verde corre el riesgo de dejar de existir por lo que van a buscar, si no refundarlo, saltar a otros partidos y buscar negociar con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, el Presidente electo, prevén los especialistas consultados.
El analista político Enrique Toussaint destacó que el Partido Verde, conformado por el dirigente Carlos Alberto Puentes Salas, el legislador Jorge Emilio González Martínez –conocido como el “Niño Verde” y quien es sobrino de Víctor González “Dr. Simi”– y el legislador Arturo Escobar y Vega, “es la cúspide del modelo de negocios” que ha explicado la sobre vivencia de muchos partidos políticos en México. En su caso, abogó por los intereses de la televisión con la “telebancada”.
En el partido también militan la Senadora y empresaria Ninfa Salinas Sada (Grupo Dragón, energías renovables), hija del magnate Ricardo Salinas (TV Azteca), así como el Senador Pablo Escudero Morales, yerno del priista Manlio Fabio Beltrones.
“El Verde se convirtió en un consejo de administración de negocios más que un partido con ideología porque no responde ni a los principios del medio ambiente y ha sido muy criticado por los partidos verde en el mundo. Es controlado por una familia [del Dr. Simi] que lo que hacía en cada proceso electoral era agitar la indignación con propuestas marcadamente demagógicas, como cadena perpetua y la pena de muerte, el regalo de medicinas”, expuso Toussaint.
En el 2000, negoció con el PAN y se fueron en “Alianza por el Cambio” con el candidato electo, Vicente Fox Quesada. Sin embargo, “El Niño Verde” rompió con ellos porque no recibieron ningún cargo relevante en el gabinete.
Posteriormente se convirtió en “funcional” para el PRI al brindarle en promedio un voto duro de un 2 por ciento y ser parte de su techo de votos.
“Pero cuando se cae el proyecto de Peña Nieto y empieza a ser repudiado en términos nacionales, se llevó por las patas al Verde”, afirmó Toussaint.
Roberto Albores Gleason, candidato a Gobernador del PRI en Chiapas, y José Antonio Meade Kuribreña, candidato a la Presidencia por la coalición “Todos por México”, encabezada por el tricolor, conversan con el Gobernador chiapaneco Manuel Velasco Coello durante la pasada campaña electoral. Foto: Cuartoscuro.
SE QUEDA SIN CHIAPAS
El Partido Verde se debe despedir del único estado que gobernaba en el país: Chiapas. El estado líder en pobreza había sido administrado previamente por el PRI y en 2000-2012 estuvo bajo la gestión del PRD.
A mediados del año pasado, previo a que se iniciara el proceso electoral, el PVEM coqueteó con el entonces “Frente por México” y amagó también con ir solo en la elección de 2018.
Fueron 22 diputados federales y 58 presidentes municipales de Chiapas, los que firmaron un despegado de prensa en el que sostenían que ante los resultados del partido en la elección de 2015, también podrían lograr ese éxito “a nivel nacional para ir por sí mismo en 2018 a conquistar y convencer a las ciudadanas y ciudadanos de cada uno de los 32 estados de la República”. El partido del tucán solo ha ido una vez a la contienda presidencial con un candidato propio: Jorge González Torres, su fundador, en 1994.
Y previamente, el Senador Pablo Escudero Morales había dicho que “la lealtad que debe tener el Partido Verde con los mexicanos y no con otros partidos políticos”. Los analistas consideraron que la intención del desplegado era encarecer su apoyo al PRI y al final decidieron no abandonar al tricolor.
“Perder Chiapas es un duro golpe para el Partido Verde, pero eso no necesariamente implica que vayan a desaparecer. Es muy posible que sigan manteniendo una votación que les permita seguir teniendo el 3 por ciento en la siguiente elección. La fuerza que hoy tiene ahí no es menor”, afirmó el politólogo Javier Reyes del CIDE.
Este 2018, el candidato verde Fernando Castellanos Cal y Mayor obtuvo un 22 por ciento de la preferencia (más de 382 mil votos), poco más que el priista Roberto Albores Gleason (20.18 por ciento). Pero el candidato Rutilio Escandón de “Juntos haremos historia” ganó con más de 697 mil votos, el 40 por ciento, de acuerdo con el instituto electoral local.
El Gobernador verde Manuel Velasco Coello, que se vendió como un político joven y renovador, ganó en 2012 con 1 millón 343 mil 980 votos. Su carrera política empezó como Diputado y Senador.
“Habían logrado consolidar una red clientelar en Chiapas. Tenía mucha gente afiliada por el gobierno de Manuel Velasco, pero no lograron competir en esta elección. La perdieron por muchos puntos frente a Morena”, dijo Enrique Toussaint. “Lo que representa [su pérdida en Chiapas] es su camino hacia la extinción”.
La académica Marcela Bravo destacó que parte del Partido Verde se escindió y se pasó a Morena. El mismo Gobernador Manuel Velasco emanado de sus filas apoya ese partido, dijo, así como su abuelo priista Manuel Velasco Suárez, Gobernador de Chiapas de 1970 a 1976.
La rémora Verde casi pierde el registro: si el PRI se hundió, su socio rasca sobras del fondo