Chicago, EE.UU.- El joven hombre se ve agazapado en un rincón con las manos y el cuello atados con ligas anaranjadas y su boca tapada con una gruesa cinta adhesiva.
Dos hombres le cortan las mangas de la camisa con cuchillos y toman turnos golpeándolo, cacheteándolo y pisándole la cabeza. También le cortan el pelo y parte del cuero cabelludo hasta que sangra.
Durante el abuso, los hombres le gritan, se ríen, hacen bromas, fuman y escuchan música, mientras la víctima permanece sentada en el suelo, inmóvil.
Toda esta tortura, un video de 30 minutos, es trasmitida “en vivo” por Facebook, en lo que la policía de Chicago, Estados Unidos, catalogó de un hecho “repugnante”.
La víctima del asalto tiene “necesidades especiales”, según las autoridades y cuatro personas, dos hombres y dos mujeres han sido arrestadas.
Este jueves, fiscales en Chicago presentaron cargos contra los cuatro sospechosos de crimen de odio, agresiones agravadas y ataque agravado con un arma mortal.
Fueron identificados como Jordan Hill, Tesfaye Cooper, Brittany Covington, los tres de 18 años, y Tanishia Covington, de 25.
Contra los blancos y Trump
Durante el video, se puede escuchar a los atacantes gritar vituperios contra la gente blanca y contra el presidente electo Donald Trump.
“Le hace a uno pensar que podría llevar a unos individuos a tratar a alguien así”, expresó el superintendente de la Policía de Chicago, Eddie Johnson, en una rueda de prensa trasmitida por Twitter.
“He sido un policía durante 28 años y he visto cosas que uno no debería ver en la vida pero todavía me sorprende que siga viendo lo que no debiera”.
La policía dice que la víctima, de raza blanca, y cuyo nombre no ha sido divulgado, era conocido de uno de los atacantes y que pudo haber estado secuestrado hasta 48 horas antes del asalto.
Se informa que el joven ya fue dado de alta del hospital, después de quedar traumatizado por el ataque.
En la rueda de prensa, altos oficiales elogiaron la pronta respuesta de los uniformados para rescatar a la víctima.
“Brutal desfachatez”
Lo que es más impactante del video, aparte de su horrorosa y desenfadada brutalidad, es su desfachatez, comenta el corresponsal de la BBC en EE.UU., James Cook.
Image copyright Getty Images Image caption Los agentes de policía fueron elogiados por su pronta respuesta al incidente.
Fue una trasmisión en vivo de 30 minutos que muestra a un grupo de jóvenes bebiendo, fumando y riendo mientras su petrificada víctima, atada y amordazada, se repliega atemorizada en la esquina de la habitación.
En otros videos publicados online, el joven es golpeado, obligado a beber de un retrete y forzado, a punta de cuchillo, a decir “Amo a la gente negra”.
El comandante de la policía Kevin Duffin dijo que se estaría investigando si un crimen de odio ocurrió.
“Son jóvenes adultos y tomaron una decisión estúpida”, expresó, al tiempo que hizo referencia al lenguaje utilizado por los atacantes y que sería investigado para “determinar si es sincero o simplemente un despotrique delirante y estúpido”, dijo.
El incidente ocurrió el martes en un apartamento el la zona occidental de Chicago, informó la policía, que luego encontró a la víctima deambulando por las calles en un estado de desorientación y angustia tras el asalto.
Image copyright Getty Images Image caption Los ciudadanos de Chicago marcharon el 31 de diciembre en conmemoración de las casi 800 víctimas de la violencia en esa ciudad, en 2016.
Después respondieron a informes de un asalto cerca de donde encontraron a la víctima y descubrieron evidencia de violencia y daños a la propiedad.
La policía dice que la víctima había sido reportada como una persona perdida de alto riesgo y que dos hombres y dos mujeres se encuentran detenidos.
El corresponsal de la BBC, James Cook, informa que, a pesar que el incidente es impactante, la violencia pandillera es muy común en Chicago, donde se registraron 762 asesinatos el año pasado, más que en Nueva York y Los Ángeles combinadas.
Violencia rampante
El mismo martes, un jurado condenó a varios cabecillas de la temida “súper pandilla” los Hobos, acusados de imponer un imperio del miedo para mantener un vasto negocio de drogas.
En una ciudad donde las pandillas y la violencia con armas de fuego han plagado a la población durante décadas, los Hobos estaban en una clase separada.
Aterrorizaron las comunidades con amenazas, secuestros, torturas y robos, utilizando en sus ataques potentes armas de fuego.
En una ocasión abrieron fuego contra una víctima frente a una guardería, otra en una fiesta callejera de un vecindario y dos más frente a una casa fúnebre.
Tras un largo juicio de 15 semanas y cientos de testimonios, seis miembros de los Hobos fueron encontrados culpables de asociación delictuosa, un cargo que puede ser de cadena perpetua.
El proceso se desenvolvió en medio de la creciente violencia en las calles de Chicago, una realidad que se volvió tema de la elección presidencial en EE.UU.
En sus discursos y tuits, Donald Trump resaltó el hecho que el aumento del crimen y la división racial está sucediendo en la ciudad donde el presidente Barack Obama trabajó como activista y luego como senador.
Pero, dice James Cook, el presidente electo ahora enfrentará el desafío mayor de convertir sus críticas palabras en acciones prácticas.
La violencia que se ha apoderado de las calles de Chicago