El movimiento “La Resistencia” crece en Venezuela como una unidad de choque contra las fueras policiales durante las protestas, ¿el objetivo? destituir a Maduro.
“La Resistencia” es un movimiento conformado por decenas de estudiantes de una prestigiosa universidad en Caracas.
Tienen escudos, máscaras, antigás y capuchas. Así asisten a clase. No han abierto sus libros, ni conversado con sus maestros. Se reúnen algunas horas para organizarse antes de salir a las calles para protestar contra el actual gobierno de su país.
“No abandonamos los estudios, solo los alternamos con las manifestaciones. No podemos dejar al país a la deriva y encerrarnos en una burbuja. El Gobierno tiene dos salidas: una es por la vía democrática y otra por la fuerza”, comenta un alumno de Ciencias Políticas en El País.
“La Resistencia” nació con las protestas en contra de Nicolás Maduro en abril, después de que el Gobierno despojara al Parlamento de sus facultades, debido a una mayoría opositora, y que continúa en la convocatoria de una Asamblea Constituyente por parte del poder ejecutivo.
El grupo de choque actúa como fuerza ante los ataques de los militares y de la policía.
En “La Resistencia” no solamente hay estudiantes; también está conformada por profesionales, obreros, ex militares, desempleados y otros ciudadanos.
El Gobierno los ha clasificado como “terroristas”, y los opositores como “guerreros”.
Jorman Ortíz, quien es camarero en un restaurante de Caracas, renunció a sus estudios universitarios para ponerse en la línea de combate y luchar por la justicia que su país merece. “Cada quien pinta algo en su escudo. Yo puse una bandera de Venezuela en el mío, ya quemada y agujereada por los ataques de la policía”, comenta.
Aseguran que no están a merced de los opositores; en realidad no se identifican con los dirigentes de la oposición, ni están oficialmente a favor de alguna corriente política. ¿El propósito? Destituir a Maduro. Así afirma un alumno de Ingeniería Civil que combate a los militares en “La Resistencia” para servir a ese cometido.
“No es una guerra, porque nosotros no tenemos armas letales. Ellos nos disparan balas; nosotros lanzamos piedras. Ellos usan equipos antimotines; nosotros, escudos hechos de zinc o de madera. Nosotros buscamos proteger con nuestros escudos a la población; esquivamos o dispersamos las bombas lacrimógenas que disparan contra la gente”.
Durante las protestas en Venezuela ya han muerto más de cien personas, donde el promedio es de casi una víctima por día. Uno de los casos más comentados en los medios internacionales fue el de Fabián Urbina, de 17 años.
El ex comandante de la GNB, Antonio Benavides Torres, y el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Gustavo González, fueron citados en el ministerio público por presuntas violaciones a derechos humanos durante las protestas. Sin embargo, las citaciones fueron invalidadas por el Tribunal Supremo.
A “La Resistencia” se le atribuyen distintos asaltos a instituciones del Estado, así como los ataques a la báse aérea militar Francisco Miranda, también conocida como La Carlota.
El grupo de contraataque tiene como regla no acudir a hospitales o clínicas privadas si son heridos en protesta, debido a que se consideran objetivos de la policía del gobierno.
Así es como cuenta uno de los participantes, Alias Azul, de 19 años, que ha removido plomo de su cuerpo: “El resto lo tengo incrustado. No voy al médico porque después iré a la cárcel y será peor”. “Casi nunca nos identificamos porque somos perseguidos. Por eso duermo en casas de conocidos, en hoteles y en la calle. Cuando hay protestas siempre salgo a combatir”, asegura.
Un soldado de la GNB cuenta que fue sustituido hace aproximadamente dos años por “mala conducta”
“Me mandaron a marchar a favor del Gobierno, pero me negué y así me botaron”, comenta. Y no duda que “La Resistencia” pueda convertirse en un movimiento armado.
Incluso niños son parte del movimiento, aunque no son llevados a la línea de confrontación. Ellos apoyan en “tareas menores” como brindar agua a los adultos.
“La necesidad es lo que nos llevó hasta este punto. Maduro ha llevado al país a lo más bajo. Hemos perdido tanto, incluso el miedo”, afirma el ex militar.
Fuente: lasillarota.com