La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, encabezada por Rosario Robles desde hace un par de años, es el lugar ideal para que los allegados a la funcionaria vivan del presupuesto gracias a la etérea figura de las “asesorías”. Así, personas que antes trabajaron con ella en la Sedesol y también sus amigos, operadores políticos, militantes priistas, estudiantes o hijos de viejos políticos del régimen, le han costado al erario más de 500 millones de pesos del año pasado a la fecha.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con la más absoluta discrecionalidad, Rosario Robles Berlanga ha formado una legión de “asesores” en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a un costo que en su primer año de gestión rebasó los 369 millones de pesos.
Y lo hizo mediante miles de contratos de “prestadores de servicios profesionales”, que la Oficialía Mayor, a cargo de Emilio Zebadúa González, otorgó a particulares en la modalidad de adjudicación directa.
Entre los beneficiarios de estos contratos destacan numerosas personas que laboraron a las órdenes de Robles en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) entre 2013 y 2015. Pero también aparecen amigos de la funcionaria, operadores políticos y militantes priistas, estudiantes, hijos de políticos e incluso un exdirector del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Algunos de ellos obtuvieron remuneraciones particularmente jugosas: en el primer semestre de 2017, por ejemplo, al menos 217 tenían un ingreso superior a 32 mil 500 pesos mensuales –un monto equiparable al salario de un subdirector en la Sedatu–, mientras 40 cobraron más de 60 mil pesos mensuales.
Es el caso de Ramón Sosamontes Herreramoro, aliado fiel y operador político de Robles desde hace años.
A principios de esta década ambos fueron marcados por sus relaciones con el polémico empresario Carlos Ahumada Kurtz: Robles fue acusada de beneficiar al empresario –con quien sostenía una relación amorosa– desde el gobierno del Distrito Federal y Sosamontes fue videograbado mientras entregaba al argentino una maleta con un millón de dólares.
Los escándalos los obligaron a renunciar a su militancia en el PRD en 2004 y, al integrar el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto a principios de 2013, Robles reclutó a Sosamontes como jefe de oficina.