Redacción El Piñero
Oaxaca, Oax.- Convertir el Río Atoyac en basurero a cielo abierto se ha vuelto un negocio muy rentable para sindicatos que operan con impunidad en la Ciudad de Oaxaca, que pasan sobre la autoridad y dañan este afluente que agoniza y no existe un programa para su rescate.
A siete meses del cierre del basurero intermunicipal de Zaachila que funcionó durante 42 años, las autoridades municipales de Oaxaca de Juárez no pudieron resolver el problema para la capital.
Mientras que la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) se apoderaron de un espacio en el Río Atoyac para poner su basurero clandestino, frente al mercado de madera de la Central de Abastos.
Dicho basurero causa una contaminación brutal no sólo al Río Atoyac, en diversas ocasiones ha sufrido incendio provocados contaminando el aire que respiran los capitalinos.
El negocio por este basurero irregular es jugoso porque los sindicatos cobran cuota por cada camioneta particular que acude a depositar su basura, aunque sean de otros municipios conurbados a la capital.
Mientras que, la ciudadanía solamente tiene las consecuencias de la falta de mano dura del presidente municipal morenista, Francisco Martínez Nery, que es muy permisivo con estas violentas organizaciones.
Tampoco se puede negar que nosotros como ciudadanos también hemos tenido la culpa en contaminar y no cuidar este río que cruza toda la región de los Valles Centrales, donde hace 30 años cientos de familias acudían a tener momentos recreativos.
Veremos si con la nueva planta tratadora de residuos sólidos propuesta por el actual gobierno de Salomón Jara Cruz, se da solución a este problema de la basura en la zona metropolitana.