06 de noviembre de 2024.- La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha generado incertidumbre en Europa. Su enfoque nacionalista y proteccionista preocupa a los líderes europeos, ya que podría intensificar las tensiones comerciales con un impuesto general del 10 % a las importaciones y aranceles específicos del 60 % para China, lo que afectaría directamente las exportaciones europeas y podría reducir el PIB en un 1,5 %. Francia, entre otros países de la Unión Europea, teme las implicaciones para sus cadenas de suministro y el impacto económico de estas políticas. El euro ya ha comenzado a resentirse, perdiendo alrededor del 2% frente al dólar, lo que refleja el nerviosismo ante la posibilidad de un mayor aislamiento económico de la UE.
Marine Le Pen, líder de la ultraderecha francesa, ha sido una de las primeras en reaccionar positivamente a la elección de Trump. Le Pen consideró que esta victoria obliga a Europa a “despertarse” y centrarse en sus propios intereses, algo que, en su opinión, el continente ha gestionado “bastante mal” hasta ahora. A su juicio, Europa debe asumir un papel más autónomo, especialmente en un contexto donde EE. UU. priorizará aún más sus propios intereses.
Este regreso de Trump también podría alimentar la ola ultraderechista que recorre Europa, con figuras como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, celebrando abiertamente el resultado electoral, y otros líderes populistas de la UE mostrándose complacidos con el triunfo del republicano.
En la UE, la victoria de Trump representa tanto una amenaza como una posible oportunidad para reforzar su autonomía estratégica. En un contexto de creciente incertidumbre global y con la guerra en Ucrania en pleno auge, los líderes europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz, han subrayado la necesidad de una Europa más fuerte que proteja sus intereses en un escenario internacional cada vez más polarizado. La relación con EE. UU. será más compleja en los próximos años, ya que Trump ya ha insinuado en el pasado la posibilidad de retirar a su país de la OTAN, lo que podría debilitar el apoyo militar y diplomático a Ucrania, una cuestión clave para la UE.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, también felicitó al republicano por su victoria, y aseguró que “su regreso a la Casa Blanca será una poderosa renovación del compromiso con la gran alianza entre Israel y Estados Unidos”. Este en el contexto del genocidio que Israel está haciendo en Gaza, donde más de 12 mil niños palestinos han muerto a causa de los bombardeos.
Además de las tensiones comerciales, los líderes europeos prevén un desafío en la relación con EE. UU. en temas de defensa. Trump ha mostrado un enfoque más aislacionista y proteccionista, lo que podría llevar a Europa a replantearse su papel en el ámbito internacional. Si bien algunos líderes como Emmanuel Macron han señalado su disposición a trabajar con Trump a pesar de sus diferencias, la situación global se complica, con la guerra en Oriente Próximo y una relación cada vez más cercana de Trump con figuras autoritarias como el presidente ruso Vladimir Putin. La victoria de Trump podría acelerar los planes de la UE para reforzar su propia defensa, especialmente frente a los vetos de países como Hungría, que ha sido un aliado cercano del magnate estadounidense.
La victoria de Trump, además, fortalecerá aún más los movimientos de ultraderecha en Europa. La presidenta Giorgia Meloni, de Italia, ya han expresado su apoyo al republicano, lo que podría crear un puente entre la UE y la nueva administración estadounidense. Sin embargo, la falta de inversión de Italia en defensa y las políticas de austeridad pueden dificultar la colaboración en temas clave. En general, la victoria de Trump podría traer consigo una reconfiguración de la política internacional y un reajuste de las prioridades en la UE, donde la cuestión de la seguridad y la autonomía estratégica cobrarán mayor relevancia en los próximos años.
NOTA: JULIO ASTILLERO https://julioastillero.com/la-victoria-de-trump-pone-a-europa-en-alerta-desata-preocupaciones-en-el-viejo-continente-por-tensiones-comerciales-y-geopoliticas/