Luis Velázquez | Malecón del Paseo
EMBARCADERO: El presidente Mao Tse Tung está “en la plenitud del pinche poder” en China… Es el jefe máximo, el héroe, el tlatoani, el dios terrenal… Es ya un hombre grande, mayor, y su capacidad sexual y erótica ha disminuido… Pero las mujeres lo acosan, pues como dijera Henry Kissinger, el secretario de Estado de Richard Nixon como presidente de Estados Unidos, hay mujeres a quienes encanta y fascina el olor a poder… Y hay una fila interminable, insólita, inverosímil, de mujeres soñando con una tardecita, una nochecita, en la alcoba de Mao…
ROMPEOLAS: Cada semana su secretario particular enlista a unas cincuenta mujeres… Jóvenes, de veinte años de edad promedio, muchas vírgenes… También, más grandecitas… Incluso, casadas… Mao es el héroe… Entonces, Mao habla con uno de sus médicos particulares, el doctor Li Zhisui, y le plantea el problema en que se encuentra, pues ni modo de quedar en ridículo… La primera acción del doctor es reducir la lista de 50 mujeres a diez por semana… Y la segunda, Mao pide a su médico de mayor confianza anime y reanime su vida con inyecciones, hierbas, brebajes, pócimas, incluso, brujería y hasta sesiones espiritistas para convocar a los médiums…
ARRECIFES: Así, Mao cumple con dignidad y como hombre… Su médico personal calcula que cada semana, Mao tenía relaciones amatorias, mejor dicho, sexuales, con diez mujeres… Es decir, cuarenta al mes… Es decir, 480 (cuatrocientas mujeres) cada año… Y como es lógico y natural, con ninguna profundiza… Es sexo, puro sexo, pasión erótica, tentaciones carnales, nada de amor, nada de cariño, nada de afecto… Y su doctor, rezando incluso a su dios para que las pócimas surtieran efecto, pues de lo contrario, hasta su vida peligraba…
ESCOLLERAS: La historia está contada en un libro fascinante llamado “La vida privada del presidente Mao”… Lo escribió su doctor, Li Zhisui, pero únicamente fue publicado hacia el año 1994, pues de lo contrario, estaba en peligro… Incluso, a la muerte de Mao, Zhisui debió migrar de China a Estados Unidos como medida de seguridad, pues el ajuste de cuentas alcanzó el decibel más alto de rudeza, saña y barbarie…
PLAZOLETA: La historia privada de Mao, hombre de poder y con poder, poder inmenso, total y absoluto, es la historia de miles de hombres (y mujeres también) del poder… Por ejemplo, en América Latina, el dictador de la República Dominicana, Rafael Leónides Trujillo, alardeaba que había tenido relaciones con mil mujeres y cuya lista llevaba en una libretita, pues su altivez y soberbia y machismo alcanzaba decibeles extraordinarios… Trujillo ejercía el derecho de pernada y cortejaba hasta el cansancio y el agotamiento a las esposas e hijas de los funcionarios públicos de
su gabinete legal y ampliado… La última vez fue cuando acosó y sedujo a la esposa de uno de sus escoltas y quien se vengó y lo mató…
PALMERAS: En los días que caminan, el cronista y escritor, Ricardo Ravelo Galo está releyendo “La vida privada del presidente Mao”… El libro se lo obsequió don Julio Scherer García cuando era director general del semanario Proceso y Ravelo, uno de los periodistas estrellas… Fue aquel un acto generoso de Scherer luego de que Ravelo le había regalado la colección completa de los libros de Ernest Hemingway, comprados en Cuba, y encuadernados a todo lujo, pues era uno de los autores preferidos y de cabecera de don Julio…