• En sus días libres tocaba puertas con políticos y empresarios, para juntar libretas, lápices y lapiceros, para después regalarlos a niños de escasos recursos.
Carlos Abad| El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- La limitación de nunca aprender a leer ni escribir, fueron superadas con un gran corazón lleno de nobleza y amor al prójimo. Esta es la historia de Gabriel Ruíz Valerio, el bombero que inició “GARU”, fundación que tenía por objetivo que los niños de escasos recursos en Tuxtepec, pudieran superarse en la vida.
Cómo toda persona, Gabriel soñaba desde niño con ayudar a su pueblo, y para él no había mejor forma de hacerlo, que mediante el cuerpo de bomberos, pero su objetivo estuvo a punto de ser truncado por los constantes ataques epilépticos que padecía, aunado a los pocos recursos económicos con los que contaba su familia, impidieron que él concluyera sus estudios, así que él sentía que debía hacer algo para que ningún niño se quedara sin aprender a leer y escribir.
A diferencia de los políticos, “Garu, gente cómo tú” no buscaba reflectores, bastaba tocar puertas con empresarios, funcionarios públicos y sociedad civil que tuvieran el mismo sueño que Gabriel, que la pobreza no fuera obstáculo para que ningún niño de Tuxtepec se quedara sin libretas, lápices o lapiceros para acudir a la escuela.
Así, en sus tiempos libres como bombero, Gabriel Ruíz Valerio juntaba hasta mil artículos escolares, que posteriormente entregaba en las colonias y comunidades de muy alta marginación, donde “de pilón” les regalaba juguetes, por qué él creía que la sonrisa de un niño era lo más valioso del mundo, por eso adjuntó una hormiga sonriente al logo de su fundación, como ejemplo de superación y trabajo en equipo.
“Gaby” como era conocido en la estación, laboró 23 años como bombero, aunque al principio sus condiciones no eran tan buenas, poco a poco mejoraron gracias al patronato que le pudo retribuir un salario de 9 mil pesos mensuales por arriesgar su vida.
Entre sus labores, apagaba incendios, rescataba animales oriundos de la región (osos hormigueros y boas) para reintegrarlos a su hábitat, ayudó a rescatar varios cuerpos en el colapso de parte de la estructura de la nueva catedral de Tuxtepec “la barca” y acudía a los llamados de enjambres de abejas que representaban un peligro cerca de algunos hogares, entre otros servicios.
Lamentablemente a dos días de cumplir 41 años, el bombero más querido de Tuxtepec, perdió la vida en el cumplimiento de su deber, dejando huérfanos a 3 hijos, y todo por un llamado de auxilio de un Volkswagen Sedán que se incendió en la carretera federal número 147, a la altura de la comunidad de la Reforma en el municipio de Tuxtepec, donde volcó la unidad, con saldo de 3 personas lesionadas y un bombero muerto.
Por su destacada labor en vida, Gabriel Ruíz Valerio fue despedido con honores por paramédicos, brigadas de rescate, sociedad civil y compañeros, quienes pasaron lista de ¡Presente! En la estación de bomberos, lugar donde se le rindió un merecido homenaje Post Mortem, entre lágrimas de todos los presentes y acompañado de la música de un mariachi, fue llevado a su última morada en el panteón “nuevo despertar”.