Luis Velázquez | Escenarios
10 de mayo de 2021
UNO. Lázaro Cárdenas y Fidel Herrera
En el verano del año 2006, Fidel Herrera Beltrán reprodujo la misma escena aquella cuando en el año 1935, el presidente Lázaro Cárdenas del Río convocó al gabinete legal y ante la fuerza del Callismo exigió la renuncia a todos, entre otras cositas, para despedir a los secretarios ambiguos y quedarse con el equipo químicamente cardenista.
Al día siguiente, Cárdenas destituyó a los gobernadores callistas del país. Y a los jefes militares de cada región geográfica.
DOS. Calambre fidelista
En el transcurso de la semana, los diputados federales callistas se convirtieron como por arte de magia en cardenistas furibundos.
Incluso, la prensa callista sufrió una transformación radical y de pronto, toda era cardenista.
Semanas después, el presidente Cárdenas agarró camino hacia el interior del país y durante un mes, aprox., recorrió la mitad de la nación, tan quitado de la pena.
Para entonces, hacia el segundo año del sexenio, Fidel Herrera estaba harto de algunos secretarios del gabinete legal.
Entre ellos, los secretarios de Educación, Víctor Arredondo Álvarez. Desarrollo Agropecuario, Juan García. Y de Salud, el doctor Jon Rementería.
TRES. Lealtad a prueba
Fidel dijo al gabinete:
–¿Son leales a mi gobierno?
Y cuando todos contestaron en coro que sí, entonces, Fidel reviró:
–Quiero saber si cuento con la lealtad de ustedes. Ahorita la secretaria les entregara una hoja en blanco a cada uno y un lapicero y me escriben y firman su renuncia.
Todos, el gabinete legal, el primero y segundo y tercero y cuarto círculo del poder se miraron entre sí. Unos, cara a cara. Otros, de soslayo, con el rabo del ojo.
CUATRO. Duarte conocía la jugada…
El único que sabía el trasfondo de las cosas era Javier Duarte, secretario de Finanzas y Planeación.
A su lado estaba un secretario amigo y quien le preguntó qué onda.
–Tu firma, le dijo Duarte. Firma ya para que seamos los primeros en entregar la renuncia y quedemos como los más leales.
Duarte fue el primero entregando la renuncia, pero al mismo tiempo, sonreía. Se sentía seguro. Por ejemplo, usufructuaba la amistad “a prueba de bomba” de la esposa e hijos de Fidel.
CINCO. Ajustar cuentas
Fue un calambre fidelista de un gran nivel. Entre otras cositas, porque puso a cada secretario en su lugar. Segundo, porque el góber precioso mostró la firmeza con que ejercía el poder en el Veracruz “de un solo hombre”.
Tercero, porque algunos secretarios andaban cluecos soñando con mundos inasibles, incluso, pensando ya tan pronto en la sucesión.
SEIS. Manotazo de la 4T
Oficio político de Lázaro Cárdenas, oficio político de Fidel Herrera Beltrán, chuchas cuereras fogueados en el campo de batalla.
El par de antecedentes documentan el manotazo necesario en la 4T que el góber precioso necesitaría asestar.
Por ejemplo, el pleito entre los secretarios General de Gobierno y de Educación soñando con la candidatura de MORENA a gobernador en el año 2024.
Los excesos y abusos del poder del coordinador de la bancada de MORENA en la LXV Legislatura, tan documentados, entre otros, por el diario digital alcalorpolítico.
El chorizo de la Contralora gritoneando que interpusieron 196 denuncias penales contra antecesores por el presunto desvío de fondos públicos, pero sin que ninguno aterrice en la Fiscalía General.
La demanda de los Colectivos y ONG para buscar a los desaparecidos y procurar justicia por los feminicidios, todo indica, nunca escuchada en la Fiscalía General.
Lázaro Cárdenas y Fidel Herrera marcando la pauta en el estilo trascendente de ejercer el poder.