Redacción El Piñero
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El reciente sorteo realizado por el Senado para definir el futuro del Poder Judicial ha dejado a la mayoría de los jueces y magistrados con sentimientos de duelo, coraje e incertidumbre. Este proceso, que afectará a los magistrados a partir de 2025, se desarrolla en un contexto social donde han sido acusados de corrupción, nepotismo y protección a la delincuencia.
Julia María del Carmen García González, magistrada del Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa en el Estado de México, cuya plaza fue sorteada para la elección de 2025, expresó que esta situación es la materialización de los constantes ataques que el expresidente Andrés Manuel López Obrador lanzaba durante sus conferencias matutinas, especialmente cuando su gobierno enfrentaba resoluciones contrarias a sus intereses.
“Siempre hemos trabajado al margen de los partidos políticos. No nos importa de qué partido provenga el Ejecutivo o el Legislativo; si advertíamos un acto violatorio de derechos, se anulaba, que es lo que corresponde a nuestra función. No es que tengamos un tema personal con López Obrador, pero cuando dejan de ser oposición y se convierten en gobierno, dejan de tener a quién echarle la culpa y nos volvemos en el enemigo del sexenio”, comentó la magistrada en entrevista con Proceso.
García González señaló que el mensaje que ha llegado a la población es que el Poder Judicial es corrupto y que su labor es ineficaz. “Cada vez que se mencionaba esto, no hubo una sola denuncia con pruebas de corrupción. Todo quedó en retórica, y la corrupción que se atribuía a nosotros era por el sentido de nuestras sentencias, que no les gustaban”, agregó.
La magistrada criticó los ataques no jurídicos a sus decisiones, subrayando que las sentencias deben ser impugnadas a través de los recursos legales establecidos. Este sorteo ha dejado en el aire el futuro de muchos en el Poder Judicial, que ahora se enfrenta a un panorama incierto.