A medida que envejecemos, la presbicia o vista cansada se desarrolla de forma natural.
De acuerdo con el doctor José Nery Ordoñez Butrón, jefe de la Clínica de Optometría de la UNAM, FES Iztacala, esta afección se caracteriza por una disminución de la capacidad de enfoque del ojo y pérdida de nitidez en la visión.
La presbicia se debe a una pérdida de elasticidad del cristalino, la lente natural del ojo, y de los músculos ciliares.
El cristalino tiene la capacidad de acomodación, es decir, de enfocar los objetos en función de la distancia a la que se encuentran, podemos decir que es como el zoom de una cámara fotográfica,” señaló el especialista.
En la juventud, el cristalino es blando y flexible, por lo que los pequeños músculos dentro del ojo cambian fácilmente para enfocar objetos cercanos o lejanos; sin embargo, con el paso de los años éste pierde elasticidad, ocasionando diversas molestias oculares. Los síntomas más frecuentes son el dolor de cabeza, la necesidad de mantener objetos a cierta distancia para enfocarlos, así como la fatiga visual al leer de cerca.
Por fortuna, existen varios tipos de lentes para tratar este padecimiento, como los lentes bifocales, que permiten corregir la visión de lejos y de cerca; las lentes progresivas, cuya parte central tiene una graduación que abarca todas las distancias; o lentes ocupacionales, indicadas para personas que pasan mucho tiempo frente a la computadora.
Además de padecer presbicia, una persona puede tener envejecimiento del cristalino u otro tipo de condiciones oculares. Si sospechas que tienes vista cansada, solicita la valoración de un profesional de salud visual. Una opción es la Clínica de Optometría de la FES Iztacala de la UNAM.
con información de salud180.com