Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Vidas paralelas, pero lejanas
Entre Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Cuitláhuac García Jiménez (CGJ) hay vidas paralelas.
Nunca, sin embargo, se juntarán, incluso, todo indica, pudieran distanciarse… por más y más que CGJ habla de su Papá AMLO… que todo lo resuelve o puede.
El presidente de la república, por ejemplo, a los 65 años, tiene una vida intensa, y el gobernador, a los 51 que cumplirá este año se está formando. Su único antecedente es la curul federal.
AMLO tiene una agenda pública y que incluso, todos los días marca y enmarca. CGJ se mueve por el día con día.
AMLO va creciendo en popularidad y simpatía social. El periódico Reforma le daba la semana anterior un 90 por ciento de aceptación. En la percepción social, CGJ tiene la siguiente imagen. Le llaman “El flaco y el gordo”, “Los dos chiflados”, para referirse a él y a su secretario General de Gobierno, a quien, de paso, peores apodos le han endilgado en once semanas.
DOS. AMLO, incluyente. Cuitláhuac, excluyente
Con todo y el ex priista Manuel Bartlett Díaz, CFE, y el expanista Germán Martínez, IMSS, AMLO tiene un gabinete legal de primera. Figuras con trayectoria. CGJ, la mayor parte, sin oficio, experiencia, biografía pública, fogueos en el campo de batalla política y social, mañas. La improvisación, pues.
En la agenda de AMLO está el país. Primero, el combate a la pobreza. Y segundo, el combate a la corrupción. Y por ningún momento, los suelta. Incluso, llevado al lenguaje popular, “me canso ganso”. La agenda de CGJ se ha centrado en la destitución del Fiscal, vista ya como un hazmerreír nacional en la mirada del diputado satanizado de MORENA, José Magdaleno Rosales Torres.
Con AMLO, prohibido formar tribus y hordas. Con CGJ, las hordas en el primer plano, desbocadas. Unos encumbrados, por ejemplo, pretendiendo descarrilar a los otros para quedarse con la silla. Caso más indicativo, el diputado José Manuel Pozos Castro, ex priista y ex panista y ex perredista, con Juan Javier Gómez Cazarín, el titular de la Junta de Coordinación Política.
AMLO, incluyente. CGJ, excluyente. Caso, el diputado Amado Cruz Malpica, el político de izquierda en Veracruz, junto con Manuel Huerta Ladrón de Guevara, con más experiencia, formación, sensibilidad, fogueo y relaciones, vida propia, independiente. Capital político fuera de serie. Pero, bueno, dice el chamán, a veces cuando los celos entran, y más los celos políticos, las virtudes se vuelven defectos.
TRES. Vidas que se alejarán
AMLO, anunciando obra pública en el país. CGJ, cacareando los programas sociales de AMLO. ¡Ah!, y de paso, cortando listones de callecitas reencarpetadas.
AMLO, dando juego al gabinete legal. Incluso, los invita a las ruedas de prensa matutinas. La mayor parte del gabinete de CGJ, en el limbo. Sabrá el viejito del pueblo si existen. Unos, pocos, aletean, sin mayor trascendencia. Quizá, carecen de agenda. Acaso, vivan en gerundio, planeando, digamos, el futuro
AMLO, dando manotazos. Cesó a la modista encumbrada como funcionaria en el CONACYT. Y el chairo nombrado subdirector, mejor renunció. CGJ, permitiendo, incluso, que desde adentro, su ejército naufrague. Incluso, descarrile. Caso, el fracaso de los diputados locales de MORENA para tumbar al fiscal. Caso, el destrampe verbal del secretario de Gobierno. Caso, José Magdaleno Rosales con Juan Javier Gómez Cazarín y “El dos de palacio”.
AMLO, por un lado. CGJ, por otro. Vidas paralelas que conforme camine el sexenio se alejarán.
Los diputados locales de la izquierda, haciéndose tontos con la iniciativa de ley para la revocación del mandato que AMLO ya tiene en la cancha.