Ciudad de México.- El Gran Premio de Eifel fue testigo de la victoria número 91 de Lewis Hamilton, por lo que finalmente ha empatado a Michael Schumacher con 90 victorias en la Fórmula 1. Además, el destino decidió que fuera en Alemania, tierra que vio nacer a Schumacher, donde el británico llegara a dicho récord para que Mick le entregara el casco de su padre como reconocimiento.
Sin rival en la pista, hace ya mucho tiempo que Hamilton sólo pelea contra la historia. A sus 35 años, Lewis tiene en su poder la mayoría de los récords de la F1. Le falta un Mundial para alcanzar los siete de Schumacher, pero ya ha superado al alemán en otros registros: el piloto con más poles, el que más veces ha subido al podio… su colección de récords es inagotable.
¿Suficiente como para ser reconocido por todos como el mejor de la historia? ¿Sería capaz de ganar casi la mitad de las carreras en las que participó o el título con cuatro equipos diferentes como hizo Fangio? ¿Tiene más mérito lo logrado por Senna compitiendo con otro genio como Prost?
Comparar épocas y pilotos siempre tiene un punto de injusticia. Ni las temporadas eran tan largas ni la F1 es hoy la misma, pero los logros de Hamilton no encuentran comparación. Y el inglés, sin nadie que le haga sombra a la vista, aún parece tener cuerda para rato. La leyenda no ha terminado.
Con información de Marca Claro
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