Diputada contra diputada
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: La diputada Marijose Gamboa Torales ya apretó el botón nuclear en la LXV Legislatura. Ha sido en contra de la bancada de las otras bancadas. Les ha llamado autoritarios. Totalitarios. Antidemocráticos. Gandallas. Abusivos. Y hasta Club de Tobi.
Primero, porque con 25 mujeres legisladoras y 25 hombres diputados, el equilibrio, pues, dejaron fuera de la Mesa Directiva a las mujeres. Y quedó integrada con tres hombres, al frente de ellos, por cierto, José Manuel Pozos Castro, cuya identidad ideológica es la siguiente: militó en el PRI, en el PRD, en el PAN y ahora en MORENA, ¡vaya respeto que merece!
Segundo, porque los Morenos se adueñaron de la mayoría de las Comisiones Legislativas y en donde impusieron, mayoría simple que son, a dos y tres diputados, con lo que avasallan por completo a la hora de la votación.
Tercero, porque la representatividad política se vino por los suelos.
Cuarto, porque los diputados de la izquierda “se han tendido al piso” del gobernador electo y con lo que el Poder Legislativo de Veracruz pierde autonomía e independencia, y que, bueno, con todo, en el Congreso de la Unión tanto la Cámara de Diputados como Senadores están ejerciendo su dignidad constitucional.
Incluso, hasta el coordinador de la bancada de los Senadores, el morenista Ricardo Monreal, ha salido, digamos, rejego, en todo caso, independiente y autónomo, al presidente electo, en otros tiempos cercanos, cercanísimos, con el Peñismo por ejemplo, el gurú, el tlatoani, el tótem, “el país de un solo hombre”.
Así, la LXV Legislatura de Veracruz está condenada a perder el contrapeso dichoso de que se ufanan los constitucionalistas.
“A sus órdenes, señor”, parece ser la consigna en los próximos tres años de la LXV Legislatura con los diputados de la izquierda, la izquierda delirante, al jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
Y parte, claro, de los otros diputados.
PASAMANOS: Según la diputada Gamboa Torales, bronca y bragada, en el Congreso se ha instaurado “de manera oficial una ley Mordaza”.
A: La diputada del PVEM, Andrea Guadalupe Yunes, “violentó el marco normativo del Congreso para una comparecencia alejada de los lineamientos establecidos en el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso”.
B: Andrea Yunes impidió la intervención de Gamboa Torales cuando la exposición del secretario de Salud de la yunicidad, Irán Suárez Villa.
Incluso, Yunes Yunes con el autoritarismo por delante con la siguiente frase bíblica, dueña, parece, del Palacio Legislativo:
“Esta es mi presidencia. Esta es mi comisión. Y yo la llevaré como yo lo tenga adecuado”.
Tan pronto, la legisladora del PVEM (el verde Manuel Velasco Coello “tirado al piso” de AMO, el presidente electo) ya cambió su mirada social de la vida.
Y de la plaza en el ISSSTE donde renunciara (otorgada, parece, cuando Miguel Ángel Yunes Linares era director del ISSSTE en el Felipismo) a “Conscripta de la patria” (así llamaban a los diputados en la antigua Grecia), dueña del día y de la noche.
“Mi presidencia. Mi comisión”.
CORREDORES: Marijose Gamboa vislumbró el cambio en su colega diputada presidenta de la Comisión de Salud como un vaso comunicante del régimen autoritario que los Morenos desean instalar, o han instalado, en el Congreso.
Las reglas básicas de la democracia, dijo, se han ultrajado.
Y más, cuando de acuerdo con el politólogo Carlos Ronzón Verónica, los diputados del PRI (Érika Ayala, Jorge Moreno Puga y Juan Carlos Molina Palacios) y del PVEM (Andrea Yunes) terminarán “tendidos al piso de MORENA”… “antes de que el gallo cante tres veces”.
Es más, su profecía se cumplió pronto, rápido y expedito, cuando Érika Ayala le dijo a Marijose Gamboa en sesión anterior:
“¿Y ustedes qué ofrecen?”.
Se ignora si la dirigente cenopista y sindical de la COBAEV, exsenadora de la república, estaría pensando en la compañía constructora que, se afirma, tiene con sus hermanos, con vientos favorables en el duartazgo y el fidelismo, se ignora si también en la yunicidad.
Pero, bueno, lo decía le priista Carlos Vasconcelos cuando fue diputado local:
“Todos llegan al Congreso, primero, para relacionarse y amarrar puentes con miras al siguiente cargo público.
Segundo, para lograr canonjías y privilegios.
Y tercero, para hacer negocios prontos y expeditos”.
Entonces, renunció y heredó la curul a su hermano putativo, Armando López Contreras, dueño, a su vez, de una compañía constructora con sus hermanos.
BALAUSTRES: Marijose Gamboa pertenece a la bancada panista. El PAN es el partido político más odiado por los Morenos y los Morenos remisos. Y toda vez que Miguel Ángel Yunes Linares es panista y es gobernador, entonces, MORENA, con Cuitláhuac García Jiménez, anexos, conexos y similares, se encargarán de demoler en la arena pública todo lo que huela a panismo.
Incluso, los diputados de la izquierda ya tienen órdenes concretas y específicas:
Una: La caída de Jorge Wínckler como Fiscal General.
Y si cae Wínckler, en automático caerán el Fiscal Anticorrupción, el profe Marcos Even Torres Zamudio, y el Fiscal de los Desaparecidos, Eduardo Coronel junior.
Dos: La revisión de las Cuentas Públicas de la yunicidad en el año 2017, en que desde la LXIV Legislatura fueron absueltos.
Tres: La revisión de las Cuentas Públicas de un montón de presidentes municipales que desde la anterior Legislatura también fueron absueltos.
Cuatro: La revisión de las Cuentas Públicas del año 2017 y 2018 de todas y cada una de las secretarías del gabinete legal y ampliado de la yunicidad.
Cinco: El juicio político y hasta proceso penal a Pepe Mancha, ex presidente del CDE del PAN, por el tráfico de influencias y el conflicto de intereses con sus negocios (lícitos dijo el senador Julen Rementería del Puerto) en varias secretarías, entre ellas, la de Infraestructura y Obra Pública.
En el Congreso anterior, los panista vivieron luna de miel, y ahora, ni modo, con el cambio de estafeta, de la derecha a la izquierda, a remar contracorriente los próximos tres años, el primero que va corriendo.
Por eso, la frase bíblica de la diputada del PVEM:
Mi Presidencia. Mi Comisión. Mi Congreso. Mi Palacio Legislativo. Mi Veracruz. Mis pobres.
Bien dice el adagio popular de que con el poder público aflora la identidad real de las elites políticas.
Y eso de “cortarse las venas por los pobres” es puro rollo y chorizo.
Y más cuando en el poder se enfrenta mujeres, pues, dice la profecía, el peor enemigo de una mujer política es otra mujer política.