Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: En la plaza Lerdo, también llamada plaza Regina Martínez, de Xalapa, los reporteros pusieron y encendieron 24 veladoras el martes 31de julio para recordar al mismo número de trabajadores de la información asesinados en el duartazgo y en la yunicidad.
Una de las veladoras era para recordar al fotógrafo Rubén Espinoza, corresponsal de Proceso en Veracruz, al cumplirse tres años de su crimen, acontecido el mismo día cuando en la Ciudad de México, en la colonia Narvarte, fueron asesinadas la activista Nadia Vera Pérez, estudiante de la facultad de Sociología de la UV, y tres mujeres más.
Uno de los peores feminicidios en el altiplano.
3 años después, por vez primera los colegas pusieron en la cancha política, social y mediática el nombre de Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, preso en el penal de Pacho Viejo, acusado, entre otros delitos, de desaparición forzada.
La periodista y activista Norma Trujillo Báez, del Colectivo Voz Alterna, laureado en Europa, dijo que la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México ha dejado intacto tal camino.
Y recordó que, en su momento, Rubén Espinoza, además de que estaba amenazado de muerte por Javier Duarte, encaró a Bermúdez para que dejara de criminalizar a los medios.
Y, bueno, es un vaso comunicante en medio de la pasmosa impunidad que desde entonces domina la realidad adversa.
PASAMANOS: Por fortuna, el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, ha garantizado que esclarecerá “hasta sus últimas consecuencias”, es decir, tanto la búsqueda de los asesinos físicos como intelectuales, el crimen de los 19 reporteros con Javier Duarte y los 5 con el gobernador Yunes.
Pero como todavía faltan 4 meses para el cambio de estafeta, entonces, los reporteros de Xalapa siguen agotando la posibilidad sin perder el ánimo, el optimismo, la confianza y la fe.
Y más cuando ha quedado comprobado que en el duartazgo, por ejemplo, donde Arturo Bermúdez fue un secretario ultra contra súper poderoso, la alianza entre los políticos, los jefes policiacos, los policías y los carteles y cartelitos concurrió para desaparecer personas, incluso, hasta de los retenes instalados por las policías en las carreteras de norte a sur y de este a oeste.
Además, la fama pública de que arrojaban los cadáveres, entre otros lugares, a la barranca de la muerte “La aurora”, en el municipio de Emiliano Zapata.
Además, la fama pública según el Solecito de que la Academia de Policía estaría sembrada de fosas clandestinas.
Además, cosa juzgada, de que el cementerio particular de “Colinas de Santa Fe” era compartido por la secretaría de Seguridad Pública y los malandros.
Y, bueno, con 19 reporteros asesinados en el sexenio anterior, más los tres desaparecidos, el peor infierno pudo vivirse.
Por eso mismo, las ONG de periodistas nacionales y foráneas aseguraron que Veracruz “era el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”.
CORREDORES: tres años después queda claro el fracaso, mejor dicho, la negligencia de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México para resolver el crimen de Rubén Espinoza y Nadia Vera y las tres mujeres en un departamento de la colonia Narvarte.
Y al mismo tiempo, está manifiesta la felicidad de Miguel Ángel Mancera, ex jefe de Gobierno en la Ciudad de México, quien no obstante su palabra de investigar el múltiple homicidio, jamás cumplió, y por el contrario, y luego de un acuerdo político está listo para asumir la curul en el Senado de la República.
Se trató, entonces, “de uno de los crímenes más violentos y de una de las investigaciones más desaseadas que marcaron a la administración mancerista”. (Proceso 2178, Sara Pantoja).
Tres años después “nos siguen diciendo que todas las líneas (de investigación) están abiertas” ha dicho Leopoldo Maldonado, subdirector regional de Artículo 19 y representante legal de la familia del fotógrafo Rubén Espinoza.
Por eso, y ante el grave riesgo (de hecho y derecho en que va quedando) de la impunidad, el Colectivo Voz Alterna de la señora Norma Trujillo Báez, reportera de La Jornada-Veracruz, es tan puntilloso.
Falta explorar, ha dicho, la huella de Arturo Bermúdez Zurita.
BALAUSTRES: Hay muchos, demasiados, excesivos pendientes en materia de justicia para los trabajadores de la información, aun cuando, y por fortuna, digamos, nunca en el sexenio anterior un magnate del periodismo escrito, hablado y digital fue tocado “ni con el pétalo de una rosa”, y por el contrario, Javier Duarte desparramó sobre ellos trece mil millones de pesos como lo denunció el vocero yunista, Elías Assad Danini.
Un pendiente, por ejemplo, son los homicidas físicos de los 24 reporteros ejecutados y los tres desaparecidos.
Y otro, peor aún, los homicidas intelectuales.
He ahí, entre otras cositas, el desafío para el gobernador electo, pues una circunstancia es la inseguridad y otra la procuración de la justicia y en la que, y por desgracia, los medios estamos ayunos, igual, igualito que tantas familias adoloridas llorando en casa a un hijo y a un familiar desaparecido.
Y más cuando a la Fiscalía del oaxaqueño Jorge Wínckler sólo interesa encarcelar a los políticos duartistas acusados de desvío de recursos y desaparición forzada, pero sin aplicarse en los homicidas físicos e intelectuales de tantas víctimas en un Veracruz donde hay, parecen existir, más fosas clandestinas que municipios.