Carlos Tirado
Ciudad de México.- La caravana de pipas cargadas con combustibles como gasolina y diesel que salió de la refinería de Minatitlán, Veracruz, finalmente llegó a su destino: la ciudad de México para surtir de hidrocarburos a las gasolineras.
El convoy fue resguardado de cualquier asalto o sabotaje por un conjunto de ocho mil 300 policías en mil 400 vehículos para evitar ataques y garantizar que el combustible llegara a su destino final que es el consumidor.
Se informó que las pipas de 60 mil litros fueron proporcionadas por la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) lo que hace que el abasto sea mayor ya que las pipas de Pemex, solo tiene capacidad para 20 mil litros.
Esta medida se dijo, forma parte del convenio realizado la noche del viernes 11 de enero entre autoridades federales y la Canacar para transportar combustible a las estaciones de servicio y ayudar al abastecimiento de estaciones de gasolina.
Con este convenio se levanta momentáneamente el monopolio que tiene el Sindicato de Pemex sobre el transporte de hidrocarburos en la llamada “última milla”, que no es otra cosa más que el tramo entre la terminal de almacenamiento y las gasolineras.