La hepatitis es uno de los principales problemas hepáticos que existen a nivel mundial y con motivo del Día Mundial de la Hepatitis, te decimos algunos datos que tal vez desconocías de esta enfermedad.
Lo primero que debes saber es que el hígado es un órgano vital que realiza muchas funciones vitales en nuestro cuerpo, entre las que destacan las siguientes:
Eliminar toxinas del organismo
Producir bilis que favorece la digestión
Transformar en energía el azúcar, las grasas y las proteínas
Formar proteínas que intervienen en el proceso de coagulación
¿Qué es la hepatitis?
Llamamos hepatitis a la inflamación del hígado, que puede ser ocasionada por varios factores, aunque la más común es un virus.
Esta enfermedad puede presentarse de dos formas:
Hepatitis aguda- Se resuelve en 1 – 3 meses y normalmente no produce daño permanente en el hígado.
Hepatitis crónica- El daño al hígado se prolonga por más de 6 meses y puede provocar fibrosis, llegar a cirrosis e incluso cáncer.
Todos los tipos de hepatitis son asintomáticos, es decir, que no presentan síntomas o se presentan en etapas muy avanzadas.
Sin embargo, hay algunos síntomas que podrían indicar que estamos desarrollando algún tipo de hepatitis:
Fiebre elevada
Nauseas
Vómito
Pérdida de apetito
Orina obscura
Heces fecales claras
Comezón, dolor o inflamación de las articulaciones
Existen 5 tipos de hepatitis y cada uno tiene distintas características que te explicaremos a continuación:
Hepatitis A
Es causada por el virus de la Hepatitis A (VHA) y es una infección aguda que raramente causa daño permanente en el hígado.
Se transmite por ingerir alimentos o agua contaminados con materia fecal infectada con el virus. Es muy frecuente y contagiosa.
Los síntomas se inician de 2 a 6 semanas después de haber contraído la infección, aunque no todas las personas infectadas presentan síntomas. La mayoría de las personas se recupera después de 2 a 5 semanas.
Hepatitis B
Es causada por el virus de Hepatitis B (VHB) y puede presentarse de forma aguda o crónica.
La principal fuente de contagio son los fluidos corporales como el semen o las secreciones vaginales, la sangre contaminada y en algunos casos, en el momento del parto.
Debido a que es un virus muy resistente, puede llegar a ser altamente contagioso.
Los síntomas aparecen después de 1 a 4 meses de haber estado en contacto con el virus y pueden desaparecer rápidamente o prolongarse por varias semanas o meses.
Hepatitis C
Puede presentarse de forma aguda y más frecuentemente crónica. El virus de la Hepatitis C (VHC) es la causa.
Se transmite por tener contacto con sangre infectada por medio de transfusiones sanguíneas, agujas e instrumentos punzocortantes.
Las transfusiones de sangre o las intervenciones quirúrgicas realizadas antes de 1995 son un factor de riesgo importante.
En su forma aguda, los síntomas pueden durar entre 3 y 6 meses, con una fase crítica que puede alargarse hasta 1 año y en algunos casos, curarse de manera espontánea.
Por otro lado, en la fase crónica, la enfermedad se puede alargar hasta 30 años sin presentar síntomas, por lo que muchas personas podrían estar enfermas y no saberlo.
Después, podría iniciarse una fase de fibrosis de hígado más rápida que en poco tiempo, podría convertirse en cirrosis o cáncer de hígado.
Hepatitis D
Causada por un virus del mismo nombre (VHD), necesita del virus de la Hepatitis B para poder desarrollarse. Cuando una persona padece el VHD, se dice que es una super-infección y tiende a ser muy severa.
La mayoría de las personas se recupera de esta afección pero si no se atiende correctamente, puede terminar en una hepatitis fulminante.
La principal fuente de transmisión son los fluidos corporales contaminados con el virus. Muchas veces se presenta en aquellas personas que usan drogas intravenosas.
La mayoría de los infectados no presenta síntomas tempranos, la mayoría lo hace en etapas agudas, que es de 4 a 6 semanas después de haber entrado en contacto con el virus.
La enfermedad puede durar desde 2 semanas hasta 6 meses.
Hepatitis E
Es causada por el virus del mismo nombre (VHE) y es la hepatitis viral más frecuente que existe en el mundo. Se sospecha que aproximadamente 20% de la población mundial está infectada.
En su forma aguda, este padecimiento puede durar menos de 2 semanas y casi nunca se convierte en una hepatitis crónica.
Se transmite por la ingesta de alimentos o agua contaminados con materia fecal infectada por el VHE.
En los niños los síntomas son inexistentes y en la mayoría de los adultos, se presentan los síntomas típicos de la inflamación del hígado.
En mujeres embarazadas puede ser mortal porque se presenta en la mayoría de los casos como una hepatitis fulminante.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?
Para poder prevenirla, es necesario que sigas estas recomendaciones:
Vacúnate contra Hepatitis A y B
Siempre lávate las manos después de ir al baño
Consume solo agua hervida o purificada
Desinfecta frutas y verduras antes de consumirlas
Si vas a hacerte manicure, pedicure, un tatuaje o perforación, asegúrate de que sea en un lugar higiénico y seguro
Si tienes una vida sexual activa, usa siempre condón
No compartas objetos personales como agujas, rastrillos, cortaúñas o cepillo de dientes
Evita las drogas vía intravenosa o intranasal
Si sospechas que pudieras estar infectado por algún virus de la hepatitis o has estado expuesto a alguno de los factores de riesgo antes mencionados, acude de inmediato a hacerte una prueba de detección.